martes, 17 de noviembre de 2009

EL DESPERTADOR



Antonio, era un empleado ejemplar, en el banco donde trabajaba sabían de su bien hacer, su puntualidad, su amable trato al cliente, siempre impecable en el vestir, pulcro, aseado, todavía su figura se mantenía en forma, su cara de gesto amable, dientes blanquisimos y pequeñas arrugas apenas delataban que ya se acercaba a la cincuentena.


Él procuraba mantenerse en forma, vivía solo y hubiera deseado tener una familia, pero la única relación que pudo terminar en boda fue hace ya mucho tiempo.



Ella era mujer muy guapa, independiente, con poca vocación por la vida en pareja, prefería por encima de todo su trabajo. En la intimidad él gozaba de acariciar cada pliegue de aquel cuerpo perfectamente formado, contar, uno a uno, aquellos lunares que como pequeñas estrellas poblaban su cuerpo, palpar aquella piel tan suave como la seda, enredarse en su cabello negro y largo, olerlo, meter sus dedos en el y perder la noción del tiempo transcurrido. Después, viéndola dormida junto a él, sentía miedo a perderla por no merecerla, se sentía inferior en todos los ámbitos a ella, él no era más que un mediocre empleado de banca y ella lo tenía todo, escalaba rápidamente en su trabajo, era atractiva, sociable, divertida
El día que él tanto temía llegó, la rutina se instaló en sus vidas. Él intentó retenerla pidiéndola en matrimonio, pero ella cogiéndole las manos entre las suyas le atrajo hacía si y le hablo cariñosamente haciéndole ver que la relación estaba acabada, el amor terminó y no debian prolongarla más, se harían daño.


Quedó deshecho, nunca ya fue el mismo. Muchas noches soñando, olía su perfume, la veía echada allí junto a él, perfecta, como una dama del renacimiento, pintada desnuda por el mejor maestro pintor, la felicidad le embargaba y soñando alargaba su mano con delicadeza para acariciarla, pero nunca en su sueño llegaba a hacerlo. La deseada figura se esfumaba antes de que él pudiera alcanzarla.


Durante muchos años sueños parecidos a este le atormentaron. Ahora ya nunca recordaba lo que soñaba, se había convertido en un ser rutinario y anodino que ya no esperaba el cariño y la compañía de una mujer.


Su vida ahora la dedicaba a su trabajo, dormía, comía, se arreglaba y componía para lo único que le quedaba, su trabajo. Procuraba ser amable con los clientes y ser muchas veces cómplice de sus confidencias. En verdad sus únicas amistades eran los clientes antiguos con los cuales solía desayunar algunas veces y esporádicamente salir alguna noche con algunos que también habían perdido a la mujer que amaban y se unían a él para apoyarse mutuamente en sus soledades.


Por eso Antonio estaba tan vinculado a su empleo, era lo único a lo que poder agarrarse afectivamente en la vida que desde años venia arrastrando. Era lo más parecido a una familia.


Su vida pasó de ser rutinaria a ser un infierno, los rumores en la prensa y en el propio banco eran que la banca estaba pasando una tremenda crisis y que los despidos iban a ser masivos y su edad le hacía de los proclives al despido, esto le estaba obsesionando le mantenía totalmente enervado y aunque en el trabajo procuraba mantenerse lo más tranquilo posible, día a día cada vez le costaba más.


La noche era un infierno, descansaba muy mal y por las mañanas se encontraba maltrecho al no haber descansado.


Un día el despertador no sonó y al descubrir que llegaría tarde al trabajo se desesperó, pensó durante el trayecto que al llegar recibiría alguna amonestación, pero eso no sucedió, el director cuando él se disculpó nervíosamente, no dio importancia al hecho, pero Antonio no quedó tranquilo.


Aprovechando su hora de desayuno, entro en un bazar chino y compró un despertador digital con grandes números rojos que marcaban las horas, comprobó que la alarma era potente y que no le ocurriría como lo que le había pasado con su viejo despertador. Al pagar le asombró el precio, era tan barato que por un momento pensó cuanto pagarían a las personas que los fabricaban.


Más tranquilo al llegar a casa con su compra se deshizo del viejo reloj y lo reemplazo por el nuevo.


Aquella noche se durmió tranquilo sabiendo que no le volvería a pasar el llegar tarde al trabajo. Su nuevo reloj le dio la suficiente tranquilidad.


Despertó angustiado en plena noche, los grandes numeros rojos del despertador marcaban las 4,05 no recordaba la pesadilla pero le había producido un gran desasosiego, ya no pudo volver a dormir


Cada noche se volvía a repetir las mismas circunstancias, se despertaba terriblemente asustado y siempre a la misma hora las 4,05


Empezó a llegar todos los días al trabajo tarde a descuidar su aspecto y a rehuir a la gente.


En el banco fue puesto en primer lugar para los posibles despidos.


Recurrió a las pastillas que los médicos les prescribieron para dormir, pero nada dio resultado. Inexorablemente cada noche a 4,05 llegaba su sufrimiento. Se despertaba con el sudor perlandole la frente, el pecho y el corazón se movían como un ave antes de morir abatida por el tiro del cazador, el pánico era tan grande que solo lo aliviaba llorando compulsivamente.


Cada noche que transcurría al despertar a las 4,05 de esa forma tan angustiosa, iba recordando más de la pesadilla que le hacía despertar así. En ella veía a decenas de personas, la mayoría mujeres, que despavoridas intentaban huir de lo que a él le parecía fuego.


Por fin se llevó a cabo su despido, le agradecieron los años prestados a su servicio y con una gratificación le pusieron en la calle.


Para Antonio no fue demasiado traumático, su vida se había vuelto tan penosa que el no tener que trabajar le supuso un alivio. Pensó que quizás las pesadillas cesarían.


Las 4,05...las 4.05.... su cabeza martilleaba obsesivamente esa hora. Paseaba como fiera enjaulada, sucio, descuidado, con una sola obsesión ¿por qué? ....¿a que se debería despertar así siempre a esa hora?


Empezó a temer que la culpa la tenía el despertador, todo había comenzado cuando él lo trajo a casa ¿pero como, por qué?. Fue a buscar el envase del reloj y con él debajo del brazo salió a la calle.

Cuando explico en la agencia de detectives la gestión que deseaba hicieran, les ocultó las pesadillas que sufría, solo quería que le informaran sobre la empresa que se dedicaba a fabricar esos relojes.

Pasaron unos días y se presentó en su casa un empleado de la agencia contratada por él, le dio un sobre con el informe con los datos que habían podido recabar sobre la empresa. Cobró sus honorarios y se marcho dejándolo solo.

Antonio se sentó con el sobre entre las manos y con nerviosismo abrió el sobre.


-" Lamentamos que los informes requeridos por usted sobre la empresa Surisay Corp. no puedan ser mas extensos, pero esta empresa desapareció y fue un gran escandalo a nivel internacional al fallecer decenas de personas debido a un fuego. Al parecer el patrono tenia a los empleados en régimen de esclavos, vivían, comían y dormían en la fabrica y cuando la abandonaba los encerraba, lo que dio motivo a que ningún trabajador pudiera salvarse del fuego , solo un pequeño almacén con algunos relojes listos para la importación no sucumbió al fuego El 9 de Noviembre de 2002 fue cuando se produjo este lamentable accidente a la hora española de las 4,05."


viernes, 13 de noviembre de 2009

ACCIDENTE


Ayer tarde sufrí un accidente en el gimnasio. Estaba en la cinta andadora se me cayó la toalla y ahí va la tonta de Carmen y se agacha a recogerla.

Por supuesto que la cinta siguió andando a su "bola" y allá va Carmen rodando a la vez de la cinta hasta que esta se acabó y topé con el duro suelo.

A partir de ahí viaje a Frontela, espera, radiografía, dolor intensisimo y diagnostico: Rotura de la cabeza del humero del brazo derecho.

Tratamiento: Brazo inmovilizado en cabestrillo, antiinflamatorio, analgésico y de 20 a 40 días así.

Así que se me ha acabado la piscina, el pilates y el gimnasio. Tampoco podré escribir mis relatos ya que tengo todo el cuerpo molido y con una mano me cuesta mucho escribir.
Hasta pronto, volveré. ¡Chao!

lunes, 9 de noviembre de 2009

DOS MUJERES, UN VESTIDO


Pronto terminaría el turno en su trabajo y María podría liberarse por ese día de ese mal pagado y extenuante trabajo. Desde que llegó a la gran ciudad desde una pequeña capital de provincías ese trabajo era lo mejor que pudo encontrar.

De nada le sirvio los estudios universitarios que con gran esfuerzo de ella y sus padres consiguió terminar. En todas las empresas donde había presentado su curriculum, siempre la misma respuesta " Pronto la llamaremos" pero esa llamada nunca llegaba.
Mientras María subsistía con el pequeño sueldo que recibía sirviendo a los clientes de una empresa de comida rapida.

Desde luego que esto no era lo que esperaba cuando salio del entorno familiar, sus sueños eran establecerse en la gran ciudad, lograr un trabajo acorde con sus estudios y poder acceder a todo lo que la ciudad le podía ofrecer, amistades, un buen trabajo, ocio, cultura...
Pero lo único que había conseguido, era compartir un piso modesto en la periferia junto con otras muchachas que también llegaron a la gran ciudad con la mismas pretensiones que María .
Pero el tiempo pasaba y nada de lo soñado se les cumplía.
Cuando decidió marchar de su entorno uno de los motivos que más le indujerón era su sueño de poder ir alguna vez a la opera. Su padre era un gran aficionado, sus viejos discos no paraban de sonar. En las largas tardes de invierno ella estudía siempre acompañada al otro lado de la pared por esas magnificas voces. Sabía cada acorde de muchas operas, cada inflexión de voz de un tenor o una soprano. Conocía cada uno de los divos de todas las epocas . Esa musica había suplido muchas carencías de sus vidas, les habían acompañado, les conformo sensaciones , les sacó de la mediocridad.

Fue una gran y penosa decisión la que tuvo que tomar. Sus padres le animaron, ya que solo deseaban lo mejor para ella, pero la separación de sus seres más queridos y carecer de su apoyo la perturbaba y no sabía si tendría el valor suficiente para afrontar sola esa nueva etapa.Cuando su padre en la despedida la abrazó, las lagrimas no las podía contener y al separarse de ella le susurró al oido -"Prometemé que haras todo lo posible para asistir a la opera, y cuando estés allí pensaras en nosotros"-Esta escena era recurrente cada vez que pensaba en su familía y en su pensamiento veía a su padres sentados en la sala pasando largos momentos con su música preferida..la opera. Esto se reproducia en su sueño ya que nunca alcanzaba a subir por esas escaleras con el vestido perfecto, con el paso de reina.

Últimamente no se encontraba bien, padecía de crueles pesadillas ,esas eran tan reales que aún después de haber despertado su corazón latía aceleradamente y sus gritos a veces despertaban a sus compañeras.
Al salir del trabajo le gustaba volver a casa dando un largo paseo, se paraba en los iluminados escaparates y pegaba su cara a ellos acariciando la esperanza de poseer alguna vez alguno de los carisimos, zapatos, vestidos o complementos. Llevaba mucho tiempo careciendo de lo mas imprescindible pues ahorraba cada centimos con la pretensión de comprarse un exquisito vestido y asistir a la opera como si de una gran dama se tratara.

Se paraba ensimismada todos los dias de representaciones a la puerta del teatro y contemplaba al publico entrar presurosos, bien vestidos, con maneras exquisitas, los caballeros saludaban a las damas imitando el beso en la mano, ellas sonreian y hacían corrillos , cuchilleaban y María deducia que criticaban algún fallo en el vestir o de protocolo de los demás.

Envidiaba a estas mujeres y se decía que debía ser ella la que traspasara la puerta y subiera por aquellas maravillosas escaleras. Ella si que apreciaría de verdad lo que era una representación de opera y no una de esas fatuas mujeres que sin dar importancía traspasaban la puerta solo por el prestigio social que se suponía que este acto tenía.
Se rebajó a limpiar por horas en casa de señoras que no podrían rivalizar con ella ni en conocimientos ni en belleza y elegancía. Todo por conseguir cumplir su sueño y el de su padre.
Los días pasaban y María confundida con la masa era una más de las muchachas que emigran a la gran ciudad y que allí languidecen sin conseguir sobresalir en nada.

Sus compañeras de piso y de trabajo, se reian de ella cuando la invitaban a salir a distraerse después del trabajo y ella se negaba sistematicamente alegando no poder gastar. Sus amigas le decian que estaba malgastando su vida por un sueño que quizas mas adelante si le cambiaba la suerte le sería facil realizarlo sin tanto esfuerzo.

Por fin llego el día que la cantidad de la que disponía parecía que posiblemente ya sería suficiente para poder llevar a cabo sus propositos.

Ese día estaba muy distraida en su trabajo, dos pedidos de diferentes mesas los había equivocado y dos refrescos se derramaron, su jefe la había reprendido.

Pero María estaba deseando salir del trabajo porque se iba a pasear por las calles donde se asentaban los mejores comercios de la ciudad, quería comprarse un bonito vestido para por fin cumplir su sueño de acudir a la opera.
Paseó y se paró en cada una de las mejores tiendas de la ciudad, miró uno a uno cada vestido expuesto en todos los escaparates.

Por fin en una tienda carisima, vio un vestido con el que había soñado miles de veces, le parecío que alguien en un taller de costura lo había diseñado tan maravilloso pensando en ella, su fina tela, su color, su exquisito diseño....¡Decidido mañana lo compraré!

El siguiente día fue el más largo de toda su vida, nunca había comprado en una tienda tan selecta y no sabía como comportarse.

-¡Buenas tardes!

¡Buenas tardes! podía servirle en algo?
-Vera estoy interesada en el vestido color champan del escaparate.

La dependienta no pudo disimular una mirada de incredulidad, pero al momento se repuso y con parsimonía le dijo.

-Sabe, ese vestido es exclusivo, su precio es muy alto y...........
María interrumpio a la mujer.

¿Puedo probarmelo?

-Por supuesto ahora mismo mando que lo traigan.

No obstante la mujer entre dientes iba murmurando, trabajo para nada ,esta no tiene dinero ni para un botón de este vestido.


-Aqui lo tiene, cuando quiera le acompaño al probador.-


La vendedora entró en el probador y colgó y extendio cuidadosamente el vestido.
-Cuando quiera me llama si necesita algo de mi, soy Olga.


Mientras María se probaba el vestido .La puerta del comercio se abrió y con un modo altanero entro una joven.

-Señorita Vergara, ¡Buenos dias!


Sin contestar se dirigió hasta el mostrador y allí dirigiendose a la vendedora le dijo.


-Vengo a por el vestido que ayer me estuve probando.


-Lo siento mucho señorita Vergara, pero en este momento otra señorita se lo está probando. Como ayer no le interesó.


-Bueno, eso no importa yo compro siempre colecciones enteras y exijo que ese vestido sea para mí.

María no lo dudo aquel era el vestido, reflejada en el espejo se encontró mucho mas bonita de lo que ella hubiera soñado.

Cuando llamó a la dependienta, vio que había algún problema su cara era de contrariedad.

-Señorita-dijo la dependienta a María- ha habido un error ese vestido estaba vendido.


María, notó como si alguien le hubiera dado un mazazo sus piernas se tambalearon y por un momento le parecio que se desmayaria.


-¡Pero no puede ser? el vestido estaba en el escaparate y nunca vi, ni me dijeron que estuviera vendido.

-Ya le he dicho que ha sido un error....lo lamentamos, podemos enseñarle otros del mismo modisto.


-¡ NO! gritó María, quiero este y me lo llevaré, aquí tengo su importe y diciendo eso saco nerviosamente un puñado de billetes y los puso sobre el mostrador.


-Señorita, no se ponga así, no queremos un escandalo en la tienda.


María se encontraba mal, tanto sacrificio, tantos sueños....Tenía que ser ese vestido sin él no se podría realizar por lo que tanto se había esforzado.


Tuvieron que sentarla porque su apariencía delataba lo mal que se sentia.


Sentada allí se fijo en una elegante muchacha a la cual le habían acercado el vestido que le habían arrebatado a ella. Todo en ella mostraba su pertenencía a una familía de clase alta, se la veía segura de si misma, acostumbrada a que su caprichos fueran ordenes para los demás. María estaba segura que nunca habría necesitado sacrificarse para poder alcanzar cualquier cosa que se hubíera propuesto.

Por eso estaba segura de que le habían quitado el vestido para plegarse a los caprichos de aquella ricachona. En aquel mismo momento María empezó a sentir un odio hacía a aquella mujer y hacía el el mundo entero, la habian tratado como una basura , habían despreciado el dinero que tantos sacrificios le habían costado. Para conseguirlo se había privado hasta de lo más esencíal, trabajado en casa de señoras despotas, analfabetas, con niños insufribles, caprichos, y maridos babosos a los que alguna vez tuvo que pararles los pies .
Mientras se reponía escuchaba a muchacha del vestido hablando con la dependienta.

-No me gustaba mucho este vestido, pero es lo mejor que he encontrado, me servira para la premier de la opera dentro de un mes. Empieza la temporada con Norma. Mi familía no estará tienen un compromiso ese día, supongo que invitaré alguno de mis amigos a mi palco.

María abandonada en la silla, comprendio que ya nada sería igual de ahora en adelante, su ingenuidad y fe en la raza humana se acababa allí. Desprecio era lo que recibias si naces pobre y quieres acceder aunque sea por una sola vez a los privilegios que los nobles o ricos ya disfrutan desde su nacimiento.

Se levantó de la silla y como si fuera invisible, nadie reparó en ella, salío de aquella tienda donde había sido humillada solo por el hecho de querer acceder por un día a sentirse una gran dama.

Los dias siguientes fueron de un cambio drastico de María, abandonó su trabajo, descuidó su higiene y pasaba dia y noche en su habitación negandose a comer, sus compañeras de piso estaban muy preocupadas por ella la dejaban bandejas con alimentos las cuales retiraban intactas. No comprendían su actitud y especulaban sobre lo que le había podido pasar para ese cambio.

María empezó a tener obsesiones el aislamiento y la falta de alimentación le hacian mella en su salud mental, se transformó, la locura empezó a ser su fiel compañera. Su influencía era por momentos evidente, María hablaba en voz baja, en soliloquios que solo ella comprendía, la mecha de la locura estaba prendida y en ese fuego ella se estaba consumiendo.

Un día se decidió a salir a la calle, aquella no era la muchacha de apenas unos días, sucía, titubeante en el andar, con mirada extraviada...

Cuando volvio, sacó de una bolsa unas telas. Cortó, y cosió sin levantarse para nada, obsesionada con terminar la tarea. Cuando al fin terminó, la prenda que surgió parecía un disfraz de bruja.

Se aseó, busco un vestido en el armarío y cogiendo la bolsa donde había introducido ya la prenda hecha por ella, salió a la calle.


Sus pasos como los de un automata le condujeron a la puerta del teatro de la Opera.

Se paró en la puerta mezclada con las personas que curiosas miraban la entrada de los asistentes, estas comentaban cada una de las peculiaridades de lo que allí sucedía. De pronto un murmullo se extendió entre estas personas. Acababa de salir de un lujoso coche una joven bellisima vestida con un espectacular vestido color champan.


Al momento María reconocío su vestido. Un vertigo de rabía se unió a su locura. La visión de aquella muchacha subiendo la escalera nubló sus sentidos.


.-¡No podía ser, esto le estaba reservada a ella ¡ No lo permitiría !


Espero agazapada a que las personas que miraban curiosas fueran desapareciendo. Cuando ya se disponian a cerrar la puerta sacó del bolsillo una entrada y se introdujo en el teatro.


No fue la subida de la escalera como la que siempre soño.


Su ofuscación la izo perderse por los pasillos, sabía que en uno de los palcos preferentes estaría aquella mujer....daría con ella.


Bajo al patio de butacas y desde alli escruñidió uno por uno los palcos, por fin dió con el que buscaba. Allí se encontraba deslumbrante aquella mujer y ...¡estaba sola!.

Esperó a que las luces fueran apagadas y se deslizó buscando el palco.


En la puerta paró para que su su cabeza que palpitaba al unisono de su corazón se calmara, pero era más fuerte la ira que la embargaba. Todo lo despació que pudo abrio el bolso y de alli sacó un precioso cordon grueso de seda lo tomo entre su manos y empujó la puerta del palco y entró.

De espalda a ella y sin darse cuenta de su presencia, estaba la mujer que le había arrebatado su sueño y los sueños no se deben robar, los sueños corresponden a las personas que los tienen.


Entre sus manos el cordón de seda . Sin vacilar lo dejo caer hacía delante y rodeó la garganta de la mujer. Un ligero grito y el intento de ella por deshacerse de él. Se revolvió en el sillón llevando sus bellas manos al cuello, intentando quitarse aquello que le promosticaba la muerte, pataleo jadeó.... pero las bellas voces de los cantantes acompañados de la gran orquesta no dejo percatarse a nadie lo que allí pasaba.

Fueron unos pocos minutos, María solto y la muchacha cayo hacía un lado del sillón, flacida como una muñeca de trapo, parecida a aquella princesa de cuento que quedo dormida al morder la manzana. Rapidamente la despojó de su vestido y sacando el que ella había confeccionado, cuidadosamente la vistió con él.

Mientras en la escena Adalgisa y Norma se enfrentan en el celebre duo " Mira o Norma".


Maria antes de salir se volvio y contemplo a la muchacha con el vestido que ella había confeccionado- ¡estás verdaderamente horrible!.

Al fondo la opera siguía su curso, Norma cantaba "Casta Diva·.

María se paro un momento y dos lagrimas corrieron por su mejillas. No era asi como ella hubiera querido ir la primera vez a la opera.

Bajo las escaleras como siempre había pensado. ¡Con un delicado y bello vestido!.

domingo, 1 de noviembre de 2009

200 AÑOS DE UN GENIO


¿Deseas que te amen?

¿Deseas que te amen? No pierdas, pues,
el rumbo de tu corazón.
Sólo aquello que eres has de ser
y aquello que no eres, no.
Así, en el mundo, tu modo sutil,
tu gracia, tu bellísimo ser,
eran objeto de elogio sin fin
y el amor... un sencillo deber

Edgar Allan Poe

Este año se cumplen doscientos años del nacimiento de este escritor, periodista, poeta, maestro del relato.
Nació en Boston en Enero 1809 y fue acogido por una familia adinerada llamada Allan ya que su padre los abandonó en 1810 y su madre murió a los 24 años.
En 1826 ingresa en la Universidad de Virginia con el propósito de estudiar lenguas. En ese tiempo se enemista definitivamente con su padrastro, es de suponer debido a las deudas de juego y es por entonces también cuando se le empieza a relaccionar con el alcohol.
En 1827 se traslada a Boston donde supervive con trabajos ocasionales. Incapaz de sobrevivir por si mismo se alista en el ejercito. En este mismo año publica su primer libro "Tamerlan y otros poemas"
El 28 de Febrero de 1929 fallece Frances Allan, la que considera su madre, su padrastro no se lo comunica y Poe no pudo acudir hasta el día siguiente al funeral
Al visitar su tumba no pudo resistir el dolor y cayó desmayado.
Su padrastro suavizado por la muerte de su esposa, accedió a ayudar a Poe a licenciarse del ejercito.
Quiso vivir de la escritura, los periodistas nunca cobraban a tiempo y se vio obligado a pedir y deber dinero a su empleadores y a pasar por momentos muy humillantes a causa de la escasez económica. En 1834 se casa con su prima Virginia, también en 1834 muere su padrastro sin dejarle nada en herencia, esta circunstancia le afecto en gran medida.
Distintos traslados de ciudades, de la familia, distintos trabajos alguno de ellos impropios de él.
Mientras tanto salían a la luz varios libros de poesía y ensayos aunque para conseguir subsistir se pasó a la prosa.
En Enero de 1842 su esposa Virginia, sufrió los primeros signos de la tuberculosis. Virginia murió el 30 de Enero de 1847.
Poe siguió el cortejo fúnebre envuelto en una capa que durante meses había servido de manta de la cama de Virginia. Cada vez más inestable su carácter y conducta errática presumiblemente debida al alcohol. Pese a su desvarío y delirio en este tiempo surgen varias obras de máxima importancia.
El 3 de Octubre de 1849 le encuentran en las calles de Baltimore en estado de delirio. Fue trasladado al hospital donde murió el 7 de Octubre. En ningún momento se supo como llegó a esta situación ni se supo el motivo de por qué llevaba ropas que no eran suyas.
Las causas de su muerte fueron "Congestión o inflamación cerebral" o sea taparon la verdad Alcoholismo .Las especulaciones sobre su muerte son la de Deirium Tremens.
Paradojicamente el albaceas de su obra literaria fue un ser despreciable que se dedico destruir su reputación después de su muerte.Tachandole de ser depravado, borracho, drogadicto perturbado. La única biografía durante mucho tiempo la escribió este critico, siendo por eso que a Poe se le conoció hasta ahora por lo escrito allí.
Siempre he leído y releído las poesías y relatos algunas veces con tensión otras con terror, pero siempre con admiración, confieso que no conozco toda su obra completa, ya que comprende prosa, poesía, ensayos, artículos periodisticos etc..pero todavía ahora me extremezco cuando leo cosas como estas.
·

"Era una joven de peregrina belleza, tan graciosa como amable, que en mal hora amó al pintor y se desposó con él. Él tenía un carácter apasionado, estudioso y austero, y había puesto en el arte sus amores; ella, joven, de rarísima belleza, toda luz y sonrisas, con la alegría de un cervatillo, amándolo todo, no odiando más que el arte, que era su rival, no temiendo más que la paleta, los pinceles y demás instrumentos importunos que le arrebataban el amor de su adorado. Terrible impresión causó a la dama oír al pintor hablar del deseo de retratarla. Mas era humilde y sumisa, y sentóse pacientemente, durante largas semanas, en la sombría y alta habitación de la torre, donde la luz se filtraba sobre el pálido lienzo solamente por el cielo raso. El artista cifraba su gloria en su obra, que avanzaba de hora en hora, de día en día. Y era un hombre vehemente, extraño, pensativo y que se perdía en mil ensueños; tanto que no veía que la luz que penetraba tan lúgubremente en esta torre aislada secaba la salud y los encantos de su mujer, que se consumía para todos excepto para él. Ella, no obstante, sonreía más y más, porque veía que el pintor, que disfrutaba de gran fama, experimentaba un vivo y ardiente placer en su tarea, y trabajaba noche y día para trasladar al lienzo la imagen de la que tanto amaba, la cual de día en día tornábase más débil y desanimada. Y, en verdad, los que contemplaban el retrato, comentaban en voz baja su semejanza maravillosa, prueba palpable del genio del pintor, y del profundo amor que su modelo le inspiraba. Pero, al fin, cuando el trabajo tocaba a su término, no se permitió a nadie entrar en la torre; porque el pintor había llegado a enloquecer por el ardor con que tomaba su trabajo, y levantaba los ojos rara vez del lienzo, ni aun para mirar el rostro de su esposa. Y no podía ver que los colores que extendía sobre el lienzo borrábanse de las mejillas de la que tenía sentada a su lado. Y cuando muchas semanas hubieron transcurrido, y no restaba por hacer más que una cosa muy pequeña, sólo dar un toque sobre la boca y otro sobre los ojos, el alma de la dama palpitó aún, como la llama de una lámpara que está próxima a extinguirse. Y entonces el pintor dio los toques, y durante un instante quedó en éxtasis ante el trabajo que había ejecutado. Pero un minuto después, estremeciéndose, palideció intensamente herido por el terror, y gritó con voz terrible:
"¡En verdad, ésta es la vida misma!" Se volvió bruscamente para mirar a su bien amada:
¡Estaba muerta!"

EL RETRATO OVAL.

LA AUTORA

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