jueves, 25 de octubre de 2007

VACUNA AMOROSA


Manolo se sobresaltó con el sonido del despertador, bostezó y seguidamente se estiró en la cama. Soñoliento, no acababa de decidirse a salir de ella. Todos los días igual, el maldito despertador le hacía recordar su vida rutinaria. Se acurrucó por un momento, perezoso, pero un impresionante pedo le hizo salir de la cama a todo correr, su vientre empezó a hacer ruidos y por el camino al baño fue dejando una estela de olor que fue extendiéndose por toda la casa
-Manolo ¡cerdo! ya estás como siempre.
No obstante este día se encontraba extraño, todo parecía distinto y mejor que otras mañanas.
-¡Manolo! Baja....el desayuno está preparado.
-Puh, el sonido de esa voz normalmente sacaba todo lo peor de su humor, pero hoy no sabía que le pasaba que la voz le parecía distinta, diferente, mejor.
Manolo, mientras desayunaba, no dejaba de mirar a su mujer de reojo
-Me habrá sentado algo mal. Si hasta parece que me gusta… Nena, ¿te has cambiado la bata o te has puestos rulos nuevos?
-Manolo, la bata que llevo puesta es la Boatine de siempre y los rulos son los mismos que me pongo para dormir todos los días. Desde hace 15 años.
-Esto es peligroso, pongamos pies en polvorosa-Pensó Manolo-si veo deseable a mi mujer después de 15 años y encima en bata y con rulos, esto es para consultar con el loquero.
-¿No desayunas?
-No, hoy no tengo muchas ganas
-¡Manolo! ¿que te pasa? Manol... pues no me ha dado con la puerta en las narices

2 Meses antes en casa de Manolo

-Ring..ring..
-Digame
-Soy yo Curra.
-Hola Curra ¿como estás?
-Pues chica, estupendamente, por eso te llamaba.
-¡Cuenta!
-Ya sabes que con Rosendo últimamente las relaciones estaban muy tensas, tanto que estábamos pensando en un divorcio. Decidí darnos un tiempo y me marché de vacaciones a Colombia. Mi intención al ir allí era aprovechar los precios tan bajos de la cirugía estética que tienen, para hacerme unos arreglitos y que al volver Rosendo, me viera mas joven y guapa. Pero estando allí... Leí en un periódico que un tal Dr .Linás estaba trabajando en una vacuna que él llamaba del amor, me presenté en su consulta. Me recibió y le explique mi caso y que creía ser una buena candidata para recibir su vacuna. Pero el me explicó que la vacuna en todo caso no debía de ponérmela yo. Que era a Rosendo a quien se le debía poner. Esto era un gran problema, pero después de darle muchas vueltas decidí comprarla. Para ello he tenido que rehipotecar la granja de cerdos que me dejó mi tío Ambrosio. Total, son 30 años de nada.
-Pero Curra ¿como conseguiste ponérsela a Rosendo?
-Pues coincidiendo con la vacunación de la gripe, le empecé a decir que nos estábamos haciendo mayores y que lo mejor era empezar ya a vacunarnos. Cuando vino a casa el practicante le di el cambiazo.
-Bueno ¿y como funciona?
-Eso es lo mejor, no tienes que arreglarte, puedes estar con el pelo sin lavar, sin pintar, gorda, flaca. Él siempre te verá apetecible.
-Curra, yo quiero esa vacuna.
-Pues ya sabes, un crédito de por vida y la tendrás.

Manolo en el trabajo, rascándose el cogote y con la boca abierta, no dejaba de pensar en su mujer, la veía como todas las mañanas durante 15 años, con su horrenda bata y sus malditos rulos en el coco y extrañamente no sentía ganas de vomitar.

-¡Ya estoy aquí! -Manolo vuelve del trabajo
La nena quiere comprobar si el efecto de la vacuna es efectivo y por eso no se ha molestado en arreglase, con su pelo sucio, bata raída, zapatillas rotas y medias por debajo de la rodilla, sale a recibirle.
El impacto es grande en Manolo. Al principio no reacciona. Su cabeza es un caos, ve a una bruja a la que solo le falta la escoba, pero no obstante es atraído hacía ella.
Cuando ya Manolo se apresta a ir hacía los brazos que ella extiende hacía él, un fuerte pedo seguido de grandes retortijones le devuelven a la realidad.
Manolo sale corriendo hacía la calle y esta vez no es el olor. Esta vez es una descomposición de vientre la que hace que por donde pasa deje un rastro de heces malolientes.
¡Manolo! ¡Manolo! vuelve……vuelve…
¡Maldita vacuna ¡ ¿ y ahora que hago yo? Porque este no vuelve.

-Rinng.. Riing..
-Diga..
-Curra soy yo, la vacuna del amor no ha resultado con Manolo.
-¿Y eso?
-Pues he salido a recibirle sin arreglar, la verdad es que me parece que me he excedido, supongo que estaba horrible. Manolo no ha debido de sentirse atraído por mi porque ha salido corriendo, y no veas la descomposición que le ha dado. Me ha dejado la casa llena de mierda.
-Cuanto lo siento, se me olvido decirte que uno de los posibles efectos secundarios podía ser una fuerte descomposición de vientre.
-Pues tú me dirás que hago yo ahora, me quedo sin Manolo. Y sola con treinta horribles años por delante para pagar el préstamo.
Mientras, Manolo, con una mano apretando el culo, corre como nunca pensó que pudiera hacerlo sin reparar como todo el mundo se para y mira el rastro que va dejando. El va dando gracias por el oportuno incidente.

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LA AUTORA

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