viernes, 4 de septiembre de 2009

AURORA

Nadie recordaba la ultima vez que paró la diligencia allí, pero tampoco importaba, cuando lo hacía no subía o bajaba ningún pasajero...A los lugareños parecía no interesarles lo que pudiera pasar fuera del entorno del que no salieron nunca los que les precedieron, no sentían la necesidad de abandonar el lugar y los extraños solo lo vieron como un lugar de paso que les impedía llegar antes a su destino. Por eso un día sin explicaciones el carruaje no volvió más y a nadie le importó.
En los últimos días un extraño caso estaba pasando en aquel pueblo, todos los días al salir el sol
la luz era la que se esperaba...Pero pasado unas horas las calles del pueblo se llenaban de una luz tan cegadora, que ningún vecino de aquel pueblo aislado se atrevía a traspasar el umbral de su casa.
Al llegar la noche se reunían todos y conversaban entorno a este suceso tan peculiar, sus mentes eran incapaces de resolver aquel enigma...Como no habían salido nunca de allí, especulaban con lo que pasaría en otros lugares...
Una noche uno de los vecinos más jóvenes se ofreció a ir a la población más próxima caminando
Vieron que era necesario saber las circunstancias del suceso y aceptaron la propuesta. Tres días para llegar a un lugar poblado es lo que calcularon que necesitaría el joven . Luego, en una semana sabrían la causa de tan extraño fenómeno.
Aurora era tan rubia...tan rubia que hasta el sol tenia envidia de ella. Cuando salía a la calle el sol envidioso se sentía receloso la miraba y veía la luz pura que irradia la niña, esta luz era de una luminosidad especial y su calor era confortable, si alguien se hubiera decidido a salir entonces a las calles se hubiera sentido, arropado y confortado por esa luz
Sus padres vivían asustados, temían por su hija, sabían que los lugareños no comprenderían porqué Aurora se le había concedido el don de ser más rubia que el sol...
Al nacer fue una niña preciosa, rubia...muy rubia...luego con el paso del tiempo empezó a irradiar esa luz especial....Cuando salia a la calle temían perderla ya que era tan rubia la niña que se no se distinguía con el sol.
El joven caminante por fin volvió y luego de descansar un rato, empezó a relatar su experiencía.
En el lugar de donde venía habló con algunos habitantes e incluso se espero allí todo un día y el sol se comportaba como todos, viejos y jóvenes habían visto durante sus vidas.
Por tanto era aquí donde se debía buscar el motivo de que esa luz impidiera a los lugareños hacer sus labores cotidianas.
Todas las reuniones terminaban con discusiones, ya que todos daban a gritos sus opiniones....
Pero una de esas voces sobresalío por encima de todas.... ¡Hay una bruja! al principio todos callaron pero enseguida cada vez más voces repitieron ¡Hay una bruja!....
Inmedíatamente, tomaron hachones y se echaron a las sombrías calles buscando y parándose en cuantas puertas alguien señalaba sin tener certeza de porque lo hacían.
Esa noche nada ocurrió, pero desde entonces, cada vecino era espía de otro y nadie en el pueblo estaba a salvo de ser inculpado por brujo.
Aurora vivía ajena a las circunstancias que tenían al pueblo soliviantado. No así sus padres que sabían que en cualquier momento podrían venir a por su hija. Se acabó las salidas de Aurora.
Habilitaron un cuarto en lo más profundo de la vieja casona y cerraron puertas y ventanas tapándolas con ropones espesos y con trancas esperando con ello que la luz de Aurora no los traspasara.
Pero nada de esto fue eficaz...la luz que acompañaba a Aurora cada vez era más intensa, desbordaba todo lo que trataban de hacer sus padres para protegerla. Ni los gruesos muros de piedra pudieron contener aquella luz que cegaba más que el sol.
Lo vecinos que llevaban varios días sin presenciar el fenómeno quedaron asombrados de que de una casona del pueblo saliera una luz por los resquicios de las puertas y ventanas y que esa luz ganara en intensidad a la del sol haciendo parecer que la casa estuviera embrujada
A una cierta distancia se fueron reuniendo todos los habitantes del pueblo asombrados y asustados...no comprendían y esto los hacia con terror esperar mirando ....
De pronto, un rumor se alzó entre la muchedumbre y todos a uno se dirigieron hacía la luz y con gran furia abatieron la puerta, y poseídos de una locura colectiva buscaron, rompiendo todo cuanto les impedía el paso hacia aquella luz que poco a poco le iba dejando ciegos.
Cuando llegaron hasta Aurora, pararon ....
Algunos cayeron de rodillas creyendo estar frente la Santa Virgen María.... pero los más exaltados siguieron y sin reparar en la bondad que junto a la luz irradiaba de Aurora, no duraron en golpearla...golpearla....hasta que Aurora murió y en ese momento la luz cesó.
Una vez muerta Aurora, los campesinos volvieron a sus labores, pero cada día el sol no salia y un día, tras otro, la oscuridad se hizo sobre ellos y no pudieron sembrar....tampoco las cosechas se recogieron ya que el clima cambió, las temperaturas fueron muy frías y las lluvias y nieves sustituyeron al sol. Fueron muchos los que que murieron por el hambre y el frió.
Todos achacaron estas desgracias a Aurora.
Ya sabemos que vivían en un pueblo muy aislado y estos hechos ocurrieron el verano de 1816.

1 comentario:

MARIA JESUS dijo...

Muy bonito, pienso que estas cosas pasaban en esos tiempos, pero recogieron lo que sembraron

LA AUTORA

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