lunes, 7 de septiembre de 2009

SUMANDO AÑOS DE FELICIDAD



Hoy he escuchado en la radio parte de un relato. Me ha parecido muy a tener en cuenta por nosotros los que vivimos en este mundo privilegíado. El estrés al que nos sometemos por alcanzar cosas inútiles es el signo de nuestra vida. Nunca las conseguidas nos parecerán bastantes.


Esta sociedad consumista que nos empuja a no disfrutar de las cosas, a querer cambiar al poco tiempo cada cosa por otra .Que nos la venden como mejor. Que hoy quizá sea mejor,pero no así mañana, pues ya se encargaran de sacar a la venta otra igual con una pequeña modificación y bombardearnos con bonitos anuncios, donde te hacen creer que si no lo tienes no eres nadie.


Esto nos lleva a trabajar mas y mas...dificultando el disfrutar de las cosas que verdaderamente son importantes. A carecer de tiempo para el ocio y la familia, ha no darnos cuenta de las pequeñas cosas que momento a momento nos pueden proporcionar un rato de felicidad.


Cuando la enfermedad se ha instalado en la familia por mas de una década, tomas conciencia de lo importante que es una sonrisa, una caricia, una comida o cena en familia, un largo y tranquilo paseo por la playa o el campo, despertar oliendo a tierra mojada, o ese amigo fiel que no te abandona y que viene a verte.....Tantas cosas sencillas .


Todas estas cosas no cuestan nada. Pero no son nada fáciles poder disfrutar de ellas.
Estamos muy ocupados. No tenemos tiempo para nuestros hijos, padres, pareja, amigos.
Dejamos pasar la vida dejando pasar horas, minutos, segundos, de felicidad.
Ahora el relato:
"Un forastero llega a un lugar y queda admirado de un precioso monte.Decide marchar para allí y mientras se adentra en el lugar, cada vez , lo encuentra mas bello...Flores y plantas de todo tipo lo convierten en un paraíso.

De pronto el forastero ve a lo lejos unas piedras blanquísimas que le dan al lugar, aun mas, una apariencia de extraña belleza.


Cuando llega a esas piedras, coge una y le da la vuelta. Todas tienen una inscripción donde pone el nombre de una persona, fecha de nacimiento y edad al morir.


El forastero va mirando una por una las piedras y se extraña al ver que son pequeñas lapidas. Pero lo mas extraño es que todas aquellas personas al morir, no habían cumplido los 11 años.


A lo lejos ve a un hombre que se está ocupando de cuidar los macizos de flores. Se acerca a él y le pregunta.


-Señor estoy asombrado he estado mirando esas lapidas y todas son de personas que murieron muy jóvenes, ¿ninguno llegó a ser adulto?


Aquel hombre sonríe dulcemente y le dice.


-Mire en este lugar al cumplir los 15 años nuestros padres nos regalan una tablilla que llevamos toda nuestra vida colgada del pecho.


-Allí apuntamos los momentos felices que vamos teniendo, apuntamos nuestro primer beso y con ello cuanto tiempo nos sentimos felices ..10,20,30 minutos? o el día que nacieron nuestros hijos...o cuando celebramos una buena cosecha...o una buena compañía..


-Cuando morimos nuestra familia y amigos suman los minutos que nosotros hemos apuntado en nuestra tablilla y esa suma es la que usted ha visto. A unos su tablilla les sumaba 2 años ,otros 6 y algunos consiguieron ser felices durante 11 años de su vida saboreando las pequeños ratos que nos da la vida de felicidad.


Y este es el relato a grandes rasgos oído hoy por mi.


Moraleja: miremos a nuestro alrededor.Busquemos esas pequeñas grandes cosas e intentemos que nuestra "cartilla" de felicidad al morir, sume una gran cantidad de años de buenos momentos disfrutados.

1 comentario:

MARIA JESUS dijo...

Este relato también lo había leído yo, pero pienso y pensé cuando lo leí, que en esas tablillas so les olvido apuntar muchas cosas, que la memoria juegas muy malas pasadas.
Y su crónica muy bonita y verídica.

LA AUTORA

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