domingo, 20 de diciembre de 2009

ALBERGUE RURAL


Aquel pueblo abandonado, con casas derruidas por el paso del tiempo, conquistadas por vegetaciones donde antes sus moradores habían nacido, vivido sufrido y reído. Algún retrato antiguo colgado de un jirón de pared en pie dejando ver personas con vestimentas de otros tiempos, familias enteras que habían posado para un fotógrafo quizás en momentos alegres

Las paredes con enormes cicatrices por donde se podían ver aún pequeños enseres abandonados por sus dueños. Invadidas por plantas, que mecidas por el viento sus sombras tomaban formas fantasmales, plantas que eran junto con los numerosos roedores, insectos y culebras los únicos habitantes. En sus calles también tomadas por malas hierbas se podía escuchar el sonido del silencio, solamente roto algunas veces por crujidos provenientes de las casas, como si ellas quisieran contar alguna historia que solo ellas sabían. Algún viajero que se había aventurado, deambulando por allí, al sentir estos crujidos en medio del denso silencio un gran miedo les había caladado dentro de ellos los que les hacía abandonar con ligereza la visita del lugar.

Llamaba la atención la falta de aves, ningún pájaro se posaba sobre la vegetación ni volaban por sus cielos. Por eso pasear por aquellas calles con ese silencio denso, inquietante, enervaba los nervios de los pocos que se aventuraban por el pueblo. Nadie sabía la razón del abandono, algunos supusieron que sus moradores marcharon a buscar una vida mejor en grandes ciudades.



Este pueblo era el que compraron Pedro y su mujer Amparo, ellos eran el exponente de dos tríunfadores en sus respectivos trabajos, altos ejecutivos en sus empresas, salarios descomunales y reconocimiento de sus méritos profesionales.

Pero no estaban contentos, sus trabajos le robaban todo el tiempo, vivían para trabajar y a eso quisieron dar fin. Hacía tiempo que soñaban con construir un albergue rural en un sitio tranquilo y regentarlo ellos.


Después de muchos viajes buscando donde llevar acabo su idea, dieron con el pueblo. Junto con el pueblo también compraron una gran extensión de tierras circundantes. El precio que pagaron fue muy bajo, pero las obras a realizar eran cuantiosas y se llevarían todo el dinero del que disponían.


La reconstrucción fue rápida, solamente surgieron algunos problemas en los suministros de los materiales necesario ya que el camino que llevaba al pueblo estaba tomado por la vegetación.


Una vez limpia y asfaltada la carretera todo marchó según lo previsto.


Pasado dos años la fisonomía del pueblo y sus alrededores cambió radicalmente, donde antes solo había pedruscos y malas hierbas ahora un paisaje de bellos caminos bordeados de vallas de maderas rusticas daban paso a estanques llenos de flores y aves, piscinas, pérgolas y miradores, lugares para el descanso. También preciosos caballos dispuestos para hacer rutas por los alrededores.


Muchas de las casas fueron derruidas y las menos fueron restauradas conservando su fisonomía anterior.
Las disposición final de las casas formaban un todo, perdiendo la antigua configuración de pueblo. La capacidad hostelera era pequeña ya que el matrimonio quería regentar el negocio solos.

Ahora se trataba de pequeñas casitas agrupadas alrededor de una mucho más grande la cual servía de sala de estar de los clientes, comedor, recepción y cocina.

Todo había sido preparado con muy buen gusto y dedicación para hacerles las estancias a los huéspedes muy gratas, cálidas y amenas.

Pedro y Amparo se extrañaban que ningún habitante de los pueblos cercanos se hubieran interesado por ver como habían transformado, el ruinoso pueblo.

Habían tratado con diversos comerciantes de pueblos limítrofes con la pretensión de que les suministraran todos lo artículos que ellos fueran precisando, pero sus pretensiones fueron rechazadas sin explicaciones. Tan solo el panadero consistió en pasar por allí y abastecerles.

Cuando pudieron abrir por fin al publico la temporada alta ya había pasado, pasaron un mes sin tener un solo cliente. Se publicitaron en toda clase de agencias y también en periódicos.

Por fin recibieron una llamada de una empresa relacionada con el medio ambiente interesándose por la capacidad y precios ya que pretendían dar un curso a varios empleados de diferentes provincias y pensaban que aquel podía ser un buen lugar. El trato se cerró y en quince días llegarías las personas del curso.
Ya caía la noche cuando los primeros huéspedes empezaron a llegar.


Antonio y Amparo estaban nerviosos eran sus primeros huéspedes y se encontraban un poco desbordados. La empresa que los había contratado tampoco había colaborado mucho al no mandar el listado de las personas que llegarían ya que las habitaciones al ser para dos personas, debian alojar en ellas a personas del mismo sexo.


Ya era entrada la noche en aquel paraje que en medio de la naturaleza resplandecía como un precioso parque de atracciones. a ello contribuían los numerosos focos de luz azul que bordeaban las revueltas del camino que llevaba al albergue rural.

Los huéspedes fueron asignados a sus habitaciones y se fueron retirando a descansar.

Concha fue de los últimos en llegar, venía de otra provincia y se encontraba cansada, su deseo mas ferviente era darse una ducha y meterse en la cama.

-Está es la habitación 9, es una de las que hemos conservado.

Concha observó que allí había una gran cama, junto a ella una pequeña, portátil, las dos perfectamente preparadas.

-De momento usted es la única mujer del cursillo, pero tenemos dudas, en el listado la empresa nos comunica que puede ser que otra cursillista llegue, por eso está preparada otra cama.

Concha despidió a Amparo y se metió en la ducha, escogió la cama más pequeña y se dejó caer en ella. Al momento se durmió.

Despertó sintiendo una presencia junto a su cama, sobresaltada pero soñolienta abrió los ojos y junto a ella se encontraba una muchacha que la miraba muy sorprendida.


Concha comprendió que era la compañera de habitación que Amparo le ha había dicho que se podría presentar.


-¡Buenas noches!- dijo Concha- te he dejado la cama grande yo prefiero esta mas pequeña.

La muchacha no contestó.

Bueno, mañana hablamos, ¡Hasta mañana! y diciendo esto Concha se acurrucó y durmió al instante.

Al llegar la mañana Concha despertó y miró alrededor, se extraño al no ver a su compañera de habitación, y ver que la cama parecía que no había sido ocupada.

Con recelo miró en el cuarto de baño y ni rastro de la muchacha. Se apresuró pues el reloj marcaba ya la hora señalada para el desayuno.Entró en el comedor del albergue.
-¡Buenos días!

-Buenos días, sus compañeros están ya desayunando en aquella mesa.


-¡Gracias! pero prefiero esperar a la muchacha que llegó esta noche.


Amparoy Antonio se miraron angustiados y asustados recordando la historia que el panadero esa misma madrugada les acababa de relatar.

Cuando el panadero llegó Amparo le habló de su estrañeza sobre que ningún comerciante más quisieran venderles sus productos. El panadero después de algunas excusas incoherentes se decidió a contarles el porqué de esa situación.

" La superstición es la clave por lo que los habitantes de la comarca no quieren pisar este lugar

"La historia se remonta a la guerra civil, la noticia del alzamiento en armas de parte del ejercito, todavía no había llegado a este pueblo- entonces las carreteras y comunicaciones eran muy precarias- ese día todo el pueblo estaba de fiesta se celebraba una boda y todos estaban invitados.

Los novios con su mejores galas después de darse el sí, comieron y bailaron junto con familiares, amigos y vecinos, todo era alegría.

Ya entrada la noche entre vivas a los novios se retiraron a su habitación, pocos minutos después, los novios asustados, escucharon ruido de automóviles y gritos de espanto junto lloros y suplicas.

De repente la puerta de la habitación se abrió y tres hombres armados entraron y conminandoles a levantarse de la cama bajo amenazas de las armas, arrastraron al novio mientras le daban toda clase de golpes. Luego se lo llevaron mientras a ella de un culatazo con un arma la dejaron inconsciente .

Mientras por el pueblo gente armada perseguían a todos los hombres y una vez cazados los metían en un camión. Varias de la mujeres que intentaban interceder por ellos fueron salvajemente golpeadas.

Cuando la recién casada recobró la conciencia, salió rápido buscando a su marido, pero solo alcanzó a verlo en uno de los camiones custodiado por aquellos malvados hombres.

-¡No preocuparos por ellos antes del alba estarán muertos!

Y de despedida apretaron sus armas intentando alcanzar a mujeres y niños que despavoridos corrían a buscar refugio

El ruido de los camiones se fue alejando y en el pueblo solo se oyeron lloros y lamentos.

Esa misma noche mujeres heridas junto con sus pequeños hijos abandonaron el lugar para siempre.

Solo la recién casada con la razón perdida, vagó por el pueblo mirando atónita los restos de la fiesta de su boda mezclados con sangre de inocentes.

Volvió a su habitación y allí esa misma noche se ahorcó.

El pueblo quedó abandonado. Desde entonces nadie lo visita
Dicen que solo se pasea por sus calles la recién casada.

Cada noche vuelve a su habitación buscando la felicidad que allí perdió."

1 comentario:

MARIA JESUS dijo...

muy bonito, como todos los que escribe, me boy para el de adele aber lo que me da tiempo.
felices fiestas.

LA AUTORA

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