viernes, 2 de diciembre de 2011

  



¡FELICES FIESTAS!



                                     










                ¡SALUD, PAZ Y AMOR PARA TODOS!

                                     
                                   ¡VENTUROSO AÑO 2012!


domingo, 27 de noviembre de 2011

UNA VIDA ARRASTRADA


No hay un ser más incomprendido y solitario que yo.
  La naturaleza no ha sido muy generosa conmigo, me ha hecho nacer en un lugar inhóspito donde los días son terriblemente calurosos y las noches más frías que mi sangre.

 El viento que constantemente abate este lugar provoca que las dunas donde yo me cobijo cambien de lugar de un día para otro y es tan fuerte su fuerza que los montículos de roca han sido horadados y esculpidos a lo largo de los siglos.
Por todo esto no somos muchos los que vivimos por estos parajes y el conseguir mi alimento es muy difícil.

Durante el día estoy muy cansada ya que el intenso calor me agota, ahora ya está cayendo la noche y voy de caza, cualquiera me sirve, yo espero a los incautos que no me ven, ya que me entierro.

 Ahora me encuentro vigilando un roedor y pronto podre comer. Después  procurare encontrar alacranes, arañas o escarabajos

Que agotadora es mi vida sin tener patas y teniéndome  que arrastrar .Por eso no es difícil comprender porque me quejo.
¡Qué mala vida ¡ ¡Que arrastrada! Y encima vivir siempre vilipendiada por cualquiera al que se le miente mi nombre.
Nam..Nam  Nam…¡¡Que rico!  otro que cayó...¡ gracias a mi lengua!
Bueno de momento hoy ya he comido, mañana volvere a soportar la incomprensión y la mala vida.


La ignorancia, el miedo y la superstición han hecho de mí uno de los seres más odiados de cuantos viven sobre la tierra soy considerado universalmente por muchos el símbolo del mal y la traición
Anque nunca he salido de este lugar, presiento que los debe de haber mejores.

viernes, 3 de junio de 2011

LOLA




¡Por fin terminaba Julio!



Una vez diera fin el día, Luís podría disfrutar de sus esperadas vacaciones.Hacía mucho calor y toda la jornada le estaba resultando muy angustiosa. Sacó del bolsillo un pañuelo y con parsimonia lo paso por su cara y frente.



No tenía ganas de entablar conversación con ninguno de sus compañeros y por eso se replegó en el asiento esperando que llegara la hora de marchar. Seguro que si alguno se hubiera acercado a él quedaría asombrad0 por el mal aspecto que presentaba, pero Luís se escondía de ellos porque pensaba que le gastarían bromas sobre sus intenciones para las vacaciones y le preguntarían si ya contaba con pareja para los próximo 30 días.



Se abandonó al sentimiento de congoja y desesperación que últimamente no quería abandonarle, no sabia como se había apoderado de él, pero estaba arruinando su vida y cada vez era más fuerte, le había asaltado y cada vez con más frecuencia e intensidad sentía sus garras sobre su corazón.




No tenia ningún motivo para estar así muy al contrario, mañana mismo sería libre para hacer lo que quisiera ¡Un mes! Le parecía imposible, durante ese mes podría hacer una vida diferente, sin sujeción a horarios, frecuentar sitios donde el resto del año por su trabajo tan siquiera le estaba permitido soñar.


Se tomaría algunos días para ir al mar ¿o quizás seria mejor idea la montaña? la verdad es que poco le importaba, al menos por unos días no tendría soportar el tedio de su trabajo, y lo de menos era donde iría a parar.


Pensó en Lola, siempre pensaba en Lola, en sus raros ojos verdes moteados, su cara de niña que cuando el sol se posaba más de lo debido, se llenaba de unas graciosas pecas y que muchas veces él contó para que siempre le pertenecieran cada una de ellas, en su cuerpo algo relleno para los gustos que imperaban, pero que a él le producía una sensación de inalcanzable, por su belleza, a él le gustaba así, cuando la contemplaba desnuda se quedaba sin respiración.


Cuantas veces ese cuerpo fue campo de batalla para su amor, un campo de batalla para disfrute de los dos, donde utilizando todas las argucias del amor la lucha parecía a muerte, pero una muerte dulce. Y al fin exhaustos y satisfechos los dos ejercitos enemigos se sentían el vencedor.



¿Que haría Lola ahora? hace tiempo que lo suyo terminó, era mucha mujer Lola para él, trató de que su amor no terminara en rutina, cada día procuraba introducir algo diferente al anterior, pero la rutina se instaló en sus vidas y el humor de ella empezó a cambiar y ya no fueron cómplices en sus caricias, ya no se buscaban con deseo o con ternura y las horas no pasaban comunes, procaces, estremecidos e inocentes después de la desvergüenza de haberse buscado y encontrado, complices del un delirio. Al final la convivencia dicen que mata el amor y eso fue lo que les ocurrió a ellos.



Lola un día llenó sus maletas y con un ligero beso en la mejilla de Luís abandonó para siempre la casa que había sido testigo de ese amor desmesurado.



Ahora Lola trabajaba en un diario nacional, se codeaba con gente más importante que él ; incluso su apariencia había cambiado, su cara ya no recordaba a una niña traviesa, al contrario sus facciones habían madurado y le otorgaba una belleza casi mágica, irreal, el pelo lo había dejado crecer y caía en melena, lo que le hacia parecer una bella madonna, su figura se había estilizado y siempre vestía ropa de buenas firmas que daban a su cuerpo una rotunda apariencia de mujer atractiva y segura de sí. No obstante no habían perdido la amistad y de vez en cuando salían al cine o a cenar, pero ya nada era igual.



Estos encuentros esporádicos removía recuerdos, al volver a casa una y mil veces recordaba aquellos labios carnosos, aquellos dientes ligeramente irregulares, aquel cuerpo rotundo sin un pequeño resquicio de grasa, momentos de intimidad leyendo o cocinando, emocionados por las peripecias de una película romántica o riendo a carcajadas en otra por los trances tan cómicos por los que pasaban los protagonistas. Esto solo le producía una intensa sensación de perdida y una gran melancolía, por algo que ya nunca volvería a tener



Después de Lola habían pasado varias mujeres por su vida. Mujeres cada una distinta de la otra pero en las que él siempre buscaba a Lola, pero ninguna había llenado el hueco tan inmenso que ella había dejado cuando le abandonó.



Ya nunca más llego a entablar batalla alguna en los distintos cuerpos que acarició, ni se paro a contar pecas o cualquier otra peculiaridad que las hiciera diferente de la anterior, tampoco se sintió triunfador de ninguna batalla amorosa y jamás vio en los ojos la satisfacción del triunfo de ningún amor. Comprendió que todo era efímero que la vida pasaba delante de él y la dejaba pasar. Ya todo le daba igual, ni de los nombres de esas mujeres se acordaba. No volvió a llevar a su casa y a su cama a ninguna mujer.



Su vida se convirtió en una rutina y una rueda de movimiento sin fin, se había convertido en un personaje anodino, en alguien invisible, un personaje en el que nadie reparaba.



¿Tal vez por eso hoy se encontraba así? Había pasado a ser un numero, un hombre gris en medio de la muchedumbre que todos los días se cruzaba con él ¿ O era él el que se cruzaba con esa muchedumbre?




Esa angustia que sentía y que no podía apartar de él, le sumergía en un estado para que el ser humano nunca está preparado... ¡ LA SOLEDAD !




viernes, 20 de mayo de 2011

ABSENTA - LA BEBIDA DE LOS GENIOS





La absenta o ajenjo también conocida como “ El hada verde” es un licor espirituoso de color verde descubierto en el siglo dieciocho por un medico suizo residente en un convento y que las monjas empezaron a vender como elixir reconfortante.



Su composición principal son; las flores del hinojo, ajenjo y anís, aunque en su formula final intervienen numerosas plantas, hojas y raíces, al parecer había distinto grados en su composición de alcohol y variaba desde 45º a 89º



Su elaboración es muy laboriosa y su famoso color verde puede proceder bien de colorantes artificiales o de la clorofila de la Artemisa.



Tradicionalmente la absenta se servía en un vaso de cristal junto una cuchara con perforaciones. Una jarra de agua fría y un terrón de azúcar que se depositaba en la concavidad de la cuchara que se sostenía en la parte superior del vaso.




La absenta “ Bebida que enloquece” se hizo muy popular entre los artistas. Pintores y escritores del siglo 19 la usaron y abusaron de ella, ya que creían que tenía propiedades que les hacían elevar su creatividad.






Se puede decir que para ellos era una droga que creía que les inspiraba artísticamente, ya que les producía alucinaciones.




Los artistas de finales del siglo diecinueve y principios de veinte como Oscar Wilde del cual hay una frase recogida en donde se pregunta ”Qué diferencia hay entre un vaso de absenta y el ocaso” cayeron en sus garras.



Rimbaud, Degas, Manet, Baudelier, Heminway, Picaso, fueron grandes consumidores de absenta.
En 1888 Van Gogh ebrio de absenta se cortó el lóbulo de la oreja y se la dio a una joven prostituta .




L,absinthe es un cuadro al oleo del pintor Degas donde una pareja ebria por el ajenjo o absenta parecen ausentes sentados en un café ante copas de absenta.



También Picasso fue un pintor consumidor de absenta y varias de sus obras representan a bebedores de este licor.




El mito atribuye a los excesos con esta bebida a muertes extrañas o suicidios de artistas.
Absenta bebida maldita, pero preferida por los genios.




Fue prohibida a principios del siglo 20.

miércoles, 18 de mayo de 2011

DOS HERMANOS

Después de muchos días de una espesa niebla que impedía ver y envolvía los corazones con un manto gris pegajoso. El sol lucía y Reny se deleitaba nadando en la laguna próxima al salto de agua del rio que discurría por la tierras de la familia. Aquel paraje era su preferido, el rio caudaloso, en ese lugar formaba una gran laguna de profundas y mansas aguas, antes de discurrir hacia un gran declive que hacía que el agua allí formara un gran salto muy peligroso.
Aquel baño placentero fue interrumpido por una voz infantil.
-Reny…Reny…



Era la voz de su hermano pequeño Lucas.
El niño bajaba la suave ladera que llevaba hasta el rio llamando a su hermano mayor.



Reny no se dio por enterado y con fastidio se sumergió profundamente en el agua desapareciendo para no ser visto por el niño.
Lucas llegó a la orilla y alzando más la voz volvió a llamar a su hermano


-Reny, no te escondas se que estás ahí



De repente, Reny surgió del agua intentando cogerle por los pies y arrastrarle dentro de ella, sabía que el niño sentía pánico por el rio y disfrutaba con ello .
Lucas se zafó de él y sin soltar el bocadillo que llevaba en la mano se alejó un poco ladera arriba.



-Lucas, ven… no te vayas que ya salgo.


Salió de la laguna y se acercó al niño, mirando con ojos golosos en los que brilló un fulgor de maldad, el bocadillo que su hermano tenía en la mano.


Dame un poco, tengo hambre, le dijo, con una sonrisa aviesa en su rostro, mientras Intentaba alcanzar a su hermano


-¡ No!, dijo alejando el bocadillo del alcance de la mano de Reny, mama ha dicho que me quede contigo y que cuides de mi.


-Anda, dame un poco de tu bocadillo y yo te cuidare- Intentando de nuevo dar alcance al bocadillo.


-¡Déjame en paz!


Reny en un ataque de furia dio un empujón a su hermano y le sumergió en el agua, luego rápidamente él también se sumergió y nado hasta una roca cercana y se encaramó en ella.
Lucas quedo asustado y tembloroso en el agua, pese a que solo le llegaba hasta la cintura.
Su hermano sentado en la roca le animaba a que llegara hasta él.
Reny conocía el pánico que sentía su hermano al agua ya que el pequeño no sabía nadar y sus ruidosas carcajadas acallaban las suplicas de su hermano para que le ayudara a salir



-Solo unos pasos Lucas, no seas gallina, ven, solo unos pasos y unas cuantas brazada y estarás aquí junto a mí, en la roca.


-No, Reny tengo miedo, se lo diré a mama, ven y ayúdame a salir.

El niño había quedado petrificado, sus piernas las tenia como plomo clavadas en el suelo de la laguna y su pequeño cuerpo dejo de temblar y quedó rígido.


-Ven solo serán unos cuantos pasos y demostraras que no eres un gallina.


Nery, disfrutaba viendo a su hermano allí plantado, con cara de espanto . Estaba harto de él, su madre se preocupaba y quería solo a ese pequeño renacuajo, siempre le había odiado y no soportaba tener que cuidarlo, él nunca había sido tratado como su hermano, siempre le reprendían, todas las cosas que hacía le parecían mal, decía que era malo, que se entretenía haciendo sufrir a los animales y que el sufrimiento de estas pequeñas criaturas le hacían sentir placer .Por esta causa no tenía amigos y era un muchacho solitario.
Sentando en la roca estiró los brazos hacía su hermano y con su más dulce voz se dirigió a su hermano.




-Lucas, ven yo te cogeré aproxímate solo son unos metros, yo te aguardo y te recogeré. ¡Venga!


El pequeño dudo, pero el gesto y la voz de su hermano le hicieron reaccionar, con un profundo espanto se hundió en el agua en dirección hacia la roca donde se hallaba su hermano.
Reny aprovechó este momento para sumergirse y nadando llegar hasta la orilla .Desde allí veía claramente como su hermano se debatía en el agua.
Tranquilamente se sentó y estiró su brazo hasta dar con el bocadillo- tenía mucha hambre- dio un bocado y siguió viendo como su hermano sufría por intentar llegar a la roca salvadora .Pero solo conseguía hundirse y volver a salir. Reny paladeaba el bocadillo con gran placer, deleitándose a la vez con la escena que contemplaba y el delicioso bocado.


Por fin el cuerpo del niño volvió a salir a la superficie pero ahora la corriente lo arrastraba hasta el peligroso gran salto cercano a la laguna.


Reny tranquilamente tomo los últimos bocados mientras veía a su hermano desaparecer en las aguas tortuosas que irremediablemente le llevaban a la muerte.
Despacio terminó el bocadillo, se sacudió las migas y corriendo gritando y llorando subió ladera arriba pidiendo ayuda buscando a su madre.

lunes, 2 de mayo de 2011

EL RIO



Soy muy alegre y cantarín, soy siempre joven, nunca permanezco, fluyo y nunca vuelvo hacia atrás. Nací en las altas cumbres nevadas como un pequeño manantial y a mi paso otros se van uniendo a mí haciéndome más grande y poderoso. En mi camino hacia el valle doy grandes saltos produciendo cascadas impresionantes que asombran a mucho., Camino durante muchos kilómetros y por donde paso surge la vida y todo se llena de flores y plantas, la tierra antes seca se vuelve verde y los animales se acercan a beber de mis frescas aguas.
También en mis aguas viven muchos de ellos, peces de diversos colores, pequeñas culebritas de aguas, gusarapas, canutillos, cangrejos, pero quizás el habitante más descarado sea las ranitas verdes, algunas veces entre croar y croar se dirigen a mí y me reprochan.

-Rio. tendrías que tener más en cuenta a los que vivimos aquí.
-¿Cómo dices, no te entiendo?
-Pues que no tienes en cuenta mis necesidades
-¿Y cuáles son esas?
- A mí me gusta sentarme en una piedra entre el agua y con mi hermosa voz cantar y cantar hasta atraer hasta a mí a los sapitos más fuertes y hermosos.
-¿Y con eso que tengo yo que ver?
-Pues que tu caudal algunas veces sumerge las piedras y tengo que dejar mi canto y buscar muy lejos otra desde no se oye mi armonioso croar. Yo te culpo de que las ranitas y sapos no nos podamos reproducir.
-Estas equivocada, yo pienso más bien que tienes una voz horrible y los sapitos huyen de ti.

La rana enfadada saltando y croando sacó su larga lengua y en un visto o no visto se tragó a un incauto insecto que pasaba por allí. Luego ya no volví a verla más ya que se mimetizo en los carrizales del rio.
Cuando después de recorrer grandes distancias desde la montaña llego al valle, riego sus fértiles tierras y los campesinos siembran.
Sus cosechas las recolectan cada temporada llenando sus graneros y celebrando grandes fiestas.
Pero estos tampoco están contentos conmigo.

-Rio, has anegado nuestras tierras y nuestros hogares. Nos has dejado sin techo y sin pan para nuestras familias.
-¡Alto ahí! Llevo siglos siendo vuestro amigo, regando vuestras huertas y aportando el agua para vosotros y vuestros animales. Vosotros debíais de escuchar mi voz cuando mi sonido no es relajante y calmoso, cuando desde las altas cumbres os dejo oír como aumenta mi caudal y os prevengo de mi furia.
-Si pero cada año por primavera te desbordas y eres la desgracia de todos nosotros; cosechas, animales y algunos de nosotros perecemos, porque tú te haces dueño de nuestras tierras y las inundas como si fueran tuyas.
-Comprender que la culpa no es mía, es del deshielo y las intensas lluvias de estos días. Aprender de ello y no cultivar ni hacer vuestros hogares en lugares donde me pertenecen.

Siento que todos me tengan por culpable yo soy alegre y me gusta que por ahí por donde paso surja la vida en todo lo que me rodea, que los pájaros revoloteen y beban de mis aguas, que todos los animales se acerquen a mí y sacien su sed.
Hoy me siento triste, creo que no me merezco los reproches, la naturaleza me hizo así, y los hombre y los animales después de tanto tiempo junto a mí, deberían conocerme y disfrutar cuando paso lento y calmado, cuando más rápido salto alegre entre las irregularidades de mi camino, cuando baño suavemente sus campos, pero también debería temerme y guardarse de mí cuando mi furia se descontrola.
Las muchachas de los pueblos todos los días andan largos caminos con sus cestos llenos de ropas para llegar hasta mí y charlando y riendo pasan las horas lavándolas. Al terminar algunas se atreven a introducirse en mis aguas y yo disfruto rodeándolas, acariciando, y refrescando sus jóvenes cuerpos.

-Rio, todos los días vengo a lavar la ropa, pero también quisiera que algún buen mozo de los que vienen a pescar a tus aguas o de los que jugando y riendo se bañan en ti se fijaran en lo buen moza que soy.

Esta conversación me la dicen hermosas y lozanas muchachas mientras se contemplan complacidas en el espejo de mis aguas.
Después vuelvo a escuchar sus risas y cantos mientras regresan a sus casas con sus ropas y cuerpos limpios. acompañadas a veces de algunos muchachos del pueblo.
También tengo grandes amigos que llegan hasta mi orilla, son pescadores y pasan largas horas tirando su caña y con gran paciencia esperan a que algún pez pique, algunas veces los peces parecen burlarse de ellos y hay alguno que hasta ha pescado un viejo zapato y se ha ido a casa sin nada en su cesto. Son muy listos estos habitantes de mis aguas.

Cuando abandono el valle, discurro por pequeños y grandes pueblos donde el hombre ha construido bellos puente de piedra que me atraviesan. Algunos son tan antiguos y bellos que yo al pasar sosiego mi andadura para poder contemplar tanta belleza.
A mi paso por grandes y bulliciosas ciudades llenas de gentes no me siento cómodo, me han encajonado entre grandes paredes y parece que me han construido una cárcel solo para mí, pero también allí se acercan algunas personas buscando un poco de fresco y tranquilidad en
mis orillas.
Ya pronto llegaré a la meta que es unirme en un hermoso delta con el mar, sabiendo que ahora mismo estoy naciendo nuevamente en las altas y nevada montañas.

-¡No…N0! ¿Qué hace esa linda muchacha? ¡No te tires son aguas muy profundas puedes morir! ,¡ te sacaré… ¡aguanta!
-¡Tres veces la he sacado, ya no puedo más! .No quería vivir.

Ahora cargo con su joven y bello cuerpo corriente abajo, su larga y espesa melena de pelo negro extendida y enredándose en cada recodo del camino, su frágil cuerpo recibiendo los envites de piedras y malezas. En mi recorrido esto es lo más terrible, arrastrar a mi paso gentes que desesperadas o desprevenidas pierden la vida en mis aguas.

Naci, vivaz, alegre e impetuoso, pero por el camino además de crear vida también he hecho sufrir y he perdido mi ímpetu. Ahora en este hermoso delta me uniré con el mar depositando en él a la hermosa y desdichada muchacha. Ya he llegado a mi fin, pero sabiendo que ahora mismo estoy naciendo nuevamente en las altas y nevadas montañas

jueves, 21 de abril de 2011

AMBICION SIN LIMITES




Sandra, se encuentra en una encrucijada, recientemente ha cumplido 18 años y su deseo de escapar de la pequeña ciudad donde ha nacido y crecido cada vez es más acuciante.

La vida se había equivocada con ella, nació en una familia pobre, nunca le faltó el cariño pero desde niña siempre soñó con pertenecer a las que vivían en las lujosas casas de su ciudad. Al pasar junto estas mansiones se paraba y espiaba entre las rejas que circundaban los hermosos jardines, se paraba y así podía escuchar las alegres voces de las personas que disfrutaban sentadas en las impresionantes pérgolas del jardín o nadando en las piscinas.
No era justo, ella también se lo merecía ¿Por qué no era una de ellos?


Siempre procuraba alargar el tiempo para llegar a su casa se demoraba por las grandes y cuidadas calles, donde a ella le hubiera gustado vivir y la deprimía pensar en donde transcurría su vida.
El pequeño piso correspondiente a los ingresos de unos trabajadores, su padre obrero de una fabrica de automoción y su madre camarera de piso en un humilde hotel, ella no lo veía como lo que era, un verdadero hogar, un lugar donde siempre acudir y sentirse querida y segura.


Sandra era hija única y desde que había nacido sus padres se habían volcado en ella, dentro de las limitaciones de sus salarios, a ella no le faltaba de nada, su madre se quedaba hasta la madrugada para copiar y hacerle los vestidos que veían en los mejores comercios, pero ella los despreciaba, les faltaban lo que ella más apreciaba, la marca… esa etiqueta que hacía que fueran diferentes y muy superiores a los de su madre.

Sus padres no comprendían la actitud de ella, ese desapego tan grande hacia ellos, era como si nada de lo que hacían con grandes sacrificios para que se sintiera contenta no la satisficiera
- Hija, nunca estaba contenta. Eres una muchacha taciturna e introvertida, con muy pocos ademanes hacia nosotros de cariño.

- ¿ Cómo podría querer a quien me a traído al mundo en esta covacha

Esta era la contestación habitual de ella.

Ahora ya adulta su insatisfacción iba en aumento pronto terminaría el instituto y como sus calificaciones no eran muy buenas no podía acceder a una beca para la universidad y la economía familiar no podía costearle los estudios universitarios.

Esa ambición, por ser más... por poseer más, no le dejaba ser feliz y disfrutar de lo que la vida le deparaba. Sus cavilaciones no le dejaban vivir, tenia que trazarse un plan para poder salir de ese mundo mediocre en el que estaba inmersa y que creía no merecerse.

Pero sería por poco tiempo su plan para escapar ya lo estaba llevando a cabo aunque tuviera que vestirse con los vestidos que su madre le confeccionaba y aguantar un poco más conseguiría salir de aquel agujero.

Se negó a trabajar-ningún trabajo era bueno para ella- y no sentía ningún remordimiento por que sus padres cada vez alargaran sus horas de trabajo para conseguir un poco de dinero más para intentar que ella pudiera sentirse contenta.

Sandra empezó a frecuentar los comercios mas exclusivos donde se pasaba varias horas al día probándose los vestidos y accesorios más caros, los contemplaba envidiosa, acariciaba sus suaves y exclusivas telas, pero nunca compraba nada, carecía de dinero y no se podía permitir ni el accesorio más barato de cualquiera de aquellas tienda.

En estas visitas se dedicaba a tomar nota mentalmente de las hechuras de las prendas que la gustaban y en los probadores sacaba del bolso unas pequeñas tijeras y arrancaba las etiquetas.
Luego ya en su casa exigía a su madre que le confeccionara las prendas y cosiera la etiqueta que ella había arrancado a la prenda original.


Arreglada con sus exclusivos modelos, empezó a frecuentar los lugares de ocio del barrio de Bellavista, se paseaba por allí como una princesa, sabía que era guapa, se aprovecharía de los hombres. Creía que, pese a su corta edad, que podría manipularlos y conseguir de ellos lo que ella tanto ambicionaba.

Rompió lazos con sus padres y empezó a vivir en diferentes casas de amigos que la fueron acogiendo durante temporadas.

Pero el tiempo jugaba en su contra, carecía de dinero y el vestuario se le estaba quedando antiguo y no sabía como remplazarlo, se sentía atrapada.

Carlos era una buena persona y se sentía muy atraído por ella, sabía que había muchas habladurías , todos la tachaban de ambiciosa y algunos empezaban a darla de lado, pues ya a conocían a la verdadera Sandra, sabían que era de extracción humilde, que había renegado de sus padres y que solo le alentaba una gran ambición. Pero él no quería hacerlo, pensaba que se merecía una oportunidad y él se la daría.

-Sandra, sabes que me gustas mucho, estoy ilusionado contigo y me gustaría que viviéramos juntos.

-Yo estoy bien así, no creo que sea buena idea.

Pero lo que estaba esperando ella era una oportunidad mejor que la que Carlos le proponía.
Pero pese a su coqueteo con distintos muchacho de momento esta oportunidad no llegaba y decidió que lo mejor sería esperarla viviendo con él.
Cuando no le necesitara lo dejaría


Sandra se mudo al apartamento de Carlos y él, aunque de buena familia solo disponía del dinero que le procuraba su trabajo y esto no era mucho.
Era cierto que para mucha gente este dinero hubiera sido suficiente, pero no así para ella que ambicionaba mucho más.
Carlos solo sería un peldaño para subir hasta donde ella quería llegar

Así fue trepando de hombre en hombre, solo los utilizaba para conseguir conocer a otro más rico, sus parejas se contaban por decenas y los años fueron pasando pero no había conseguido alcanzar lo que tanto ambicionaba.
Era verdad que algunos de aquellos hombres se había exhibido con ella y la mantenían durante algunas temporadas, algunos la habían hecho valiosos regalos, pero ninguno se había enamorado.

Ellos la conocían pronto bien, ella era fría y calculadora y jamás incitaba al cariño, por eso cuando la pasión de ellos acababa se cansaban y la abandonaban.
Ella no comprendía como estos detestables hombres eran quienes se deshacían de ella, como de un muñeco roto . Había pasado a ser una mantenida y eso no era por lo que ella había renegado de su vida anterior.

Cada vez eran menos los hombres que la llamaban para pedirla una cita y su belleza, antes esplendorosa ahora empezaba a marchitarse.
Los regalos y los hermosos vestidos los tuvo que vender para poder pagar el alquiler y poder alimentarse. Así pudo alargar unos meses más su sueño de encontrar un hombre rico y poder llegar a la cumbre. Pero ese hombre nunca llegó.


Llamó a numerosas puertas, se rebajó como nunca antes pensó que lo haría, pero todas y cada de las puertas a las que llamó no se le abrieron. En su camino no había dejado ningún afecto, se creyó que con su belleza y su ambición era suficiente y estaba equivocada.

Su ambición la había destruido y ya no podía llegar más bajo, o sí, el día que la expulsaron de su casa por no pagar, con paso vacilante y cansino, los ojos extraviados y el peso de la culpa sobre sus espaldas, se desplazó hasta el borde de la carretera junto a un polígono industrial y con su bolso colgado del brazo empezó a pasear esperando algún cliente.

LA AUTORA

LA AUTORA