viernes, 15 de octubre de 2010

LA ANCIANA DEL BASTÓN


La anciana apoyada en su bastón, se presentó en la casa de la mujer que le
Había salvado la vida.
Sus muchos años y achaques le daban un aspecto tétrico y lastimero
- No crea que vengo a darle las gracias por haberme salvado, dijo la anciana con voz áspera y severa.
Laura estupefacta miro a la señora y niega con la cabeza.
-Perdón pero no se de que me habla.
-Por supuesto que sí, usted con un fuerte empujón me retiró de la calzada y evito que un borracho al volante de un coche, acabara con mi vida .Eso hizo cambiar mi destino.
-Señora, le repito que jamás la he visto en mi vida.



Blandiendo el bastón amenazante hacia Laura un torrente de palabras salió de su boca.
-Es usted una entremetida, me ha alargado la agonía que padezco, me ha prolongado esta vida que aborrezco, me ha condenado a sufrir más de lo que nunca usted pueda imaginar. ¡La maldigo!. Usted no es nadie para cambiar mi destino y la deseo que sufra una agonía tan larga, como la que me ha procurado a mí.

Su rostro se descompuso en una mueca terminando en un triste sollozo, su débil cuerpo se convulsiono y amenazantemente se paro frente a Laura y enjugando sus lágrimas volvió a repetir ¡La maldigo!



Laura quedó conmocionada esa anciana debía estar loca.



Es noche cerrada, asustada y sudorosa Laura despierta con el corazón acelerado.. Comprende que aquella escena no es real y suspira aliviada. ¡Maldita pesadilla!



Suena el despertador, Laura salta de la cama y todavía angustiada hasta su mente vuelve una y otra vez la pesadilla y la maldición de la anciana
Se viste y sale apresuradamente hacía su trabajo.
Va a cruzar la calle, cuando aterrorizada, ve un coche descontrolado que se dirige hacía una anciana con bastón que cruza la calle lentamente.
Laura ya empezada a correr hacía la anciana cuando bruscamente se para y en un segundo se percata de que ella no es nadie para cambiar el destino.



Un ruido ensordecedor y las voces de horror de otros transeúntes llegan hasta ella.

martes, 12 de octubre de 2010

LA BELLA


Camila se deja cepillar su preciosa y larga melena, sentada frente al gran espejo en su gabinete de aquella mansión antigua, señorial, donde todavía pueden oírse en las largas noches de invierno los murmullos de voces de pretéritos inquilinos que se resisten al abandono de la que fue su morada por largo tiempo.
Lánguidamente la doncella pasa una y otra vez el exquisito cepillo de plata, obra de arte regalo de el señor por la esplendida melena, lustrosa, exuberante, brillante y negra como ala de cuervo.
Camila la deja hacer sin inmutarse, su figura hierática parece no tener vida, solo en sus grandes ojos negros, penetrantes, un ligero fulgor se percibe, sus pupilas son lo único en toda ella que entre tanta belleza tiene un atisbo de vida.
La Bella, así era conocida por toda la comarca.
La doncella cesó de cepillar la espesa y ondulada cabellera y con gran suavidad y habilidad comenzó a peinarlo en unos recogidos en la nuca y los laterales, para ello fueron utilizados precioso y valiosísimos prendedores.
Una vez recogido su maravillosa melena quedó al descubierto el cuello de Camila esbelto, níveo como el de un cisne y que añadió si aún era posible más elegancia al porte sutil de Camila
¡Como describir tanta belleza! los que algunas vez estuvieron en su presencia, quedaban cegados por la luz que irradiaba, los pocos agraciados que estuvieron cerca de ella no pudieron dar con palabras que la definiera, quedaron para siempre impresionados y enredados en la red de algo que les sobrepasaba y que de no haberlo visto por sus propios ojos pensarían que era irreal.

Su cabellera espesa ondulada y negra como carbón, sus ojos grandes y profundo como lagos en la noche y con el brillo de los de las gacelas , sus cejas como luna creciente, su perfecta nariz, los dientes maravillosos como perfectas perlas, el ovalo de su cara increíblemente soberbio, su cuerpo cumpliendo todos los cánones clásicos del patrón de belleza griega. Su piel más suave que la pluma del cisne y más blanca que las nieve eterna de la inalcanzable montaña .Tan seductora en medio de su inocencia
La doncella toco una diminuta y elegante campañilla y al momento dos jóvenes muchachas del servicio irrumpieron en la habitación, cada una sabiendo muy bien lo que tenían que hacer, procedieron a introducir en el vestidor a Camila y entre las dos con sumo cuidado la vistieron con un precioso vestido de rica seda bordada en tono blanco y ligeros encajes en suaves colores azules.
Su padre que la esperaba al pie de la escalera la tomó de la mano conduciéndole hasta el majestuoso comedor retirándole la silla para que tomara asiento.
Con gran cariño se inclinó hacía ella y sacando de su levita un hermoso pañuelo de batista, retiro de aquella boca deseable dos hilos de baba que escurrían por las comisuras de sus labios.
Dios al nacer la Bella olvido dotarla con el más importante de los dones…la inteligencia

sábado, 2 de octubre de 2010

CUATRO SOLUCIONES A UN MISTERIO

TERCERA Y ÚLTIMA PARTE


Bueno empezó Antonio, ya sabéis que yo no creo que haya pasado nada fuera de los normal, seria mucho esperar de este pueblo tan aburrido, pero ya que tengo que contar algo ahí va.

Mi teoría es que a Alejandro le gusta la caza tanto que no acata los periodos de veda. Por eso ya ha tenido bastantes problemas porque lo mismo le da caza mayor que caza menor y siempre se está metiendo en los cotos privados.
Hasta ahora siempre ha podido salir bien parado porque conoce el terreno como nadie y es casi imposible dar con él, sabe camuflarse y siempre elude a los guardas de todos los cotos.
Pero Justino el guarda mayor de “Cantos Negros” se la tiene jurada y para él sería un triunfo el poder llevar ante la justicia a Alejandro.
Pues bien la otra tarde ya casi al anochecer Alejandro penetró en “Cantos Negros” con la intención de dar caza a un macho de jabalí que había estado espiando durante casi un año. Este ejemplar vale una cantidad asombrosa el abatirlo y el coto lo tenía reservado para una montería que muy pronto se realizaría.
Por lo tanto Justino cuidaba del macho como si de él mismo se tratara ya que una montería dejaría mucho dinero en el coto y habría reparto para todos.

En su ronda de aquella tarde su sexto sentido presintió que algo ocurría. Cargó su escopeta cogió sus prismáticos y se metió en el coche todo terreno, se acercó a donde pastaba el macho, descendió del coche y muy suavemente se deslizó ladera abajo y se metió entre piedras y retamas. Efectivamente no pasó más de medía hora cuando una silueta que se movía sin apenas hacer ruido salió de entre la arboleda y tomó posiciones para espiar al macho. La persona sabía lo que se hacía y sus movimientos pasaban desapercibidos al animal el cual pastaba tranquilamente.
Nada tranquilo estaba Justino, ya que sabía perfectamente de quién se trataba y las intenciones que tenia. Debía hacer algo inmediatamente, pero debía esperar hasta que el otro tomara la iniciativa
Alejandro sabía que no podía usar la escopeta pues si fallaba el primer tiro no tendría oportunidad de tirar otro ya que el animal, ya el ruido le delataría y pronto se le echarían encima todos los trabajadores del coto.
Sacó de su mochila un gran cuchillo que él mismo había preparado afilándolo y templándolo con sumo cuidado. También extrajo de la mochila otro más pequeño para una vez clavado el grande en el cuerpo del animal justo en la testuz con el más pequeño rebanaría el cuello del macho. Alejandro deslizándose por el terreno como un fantasma, llegó junto al animal y cuando se disponía con su gran cuchillo a dar caza al macho algo pasó a sus espaldas que hizo que el macho se apercibiera de su presencia.
Lo que había pasado es que Justino había salido de su escondrijo y gritaba ¡ Alto o disparo! Y a trompicones bajaba la ladera para intentar frustrar las intenciones del cazador furtivo.
El animal viéndose acosado arremetió contra el bulto tan cercano que invadía su terreno, Alejandro no pudo hacer uso de su gran cuchillo y como pudo se incorporó y clavo en el cuerpo del macho el pequeño cuchillo. Esto le dio un poco de ventaja y arrastrándose se volvió cojeando hacía la arboleda.
Justino llego junto al animal el cual estaba herido y enfurecido, la herida no era de muerte pero suficiente para que la montería no se llevara a cabo. Deseoso de dar alcance a cualquier precio a Alejandro. Corrió en la misma dirección con su escopeta en disposición de tiro.
Alejandro no había llevado coche, pues eso le podía delatar, por muy lejos que lo dejara del coto, su pensamiento era matar al macho y después esconderlo en alguno de los escondrijos que conocía para más tarde volver tranquilamente a por animal.
Esto jugaba en su contra pues ahora maltrecho tenía que recorrer una gran caminata eludiendo a Justino y también procurando que nadie del pueblo le viera.
No obstante la suerte estaba con él pronto pudo eludir a Justino y cuando ya anochecía llegó cerca de la casa de la Srta. Natalia. Allí se deshizo de su camisa y tiró el pequeño cuchillo ensangrentado. Otro pequeño rodeo y por fin ya estaba en casa.
-Vaya dijo Sara ¿y las maderas? ¿y los papeles? En tu especulación no hablas para nada de ellos.
-Bueno para las maderas puedo decir que al saltar la valla del coto se quedó unas cuantas maderas entre sus manos y apremiado como estaba en salir no reparó en ello hasta que pensó en deshacerse de las demás cosas. En cuanto a los papeles…Bueno para eso no tengo explicación.
-El caso es que tenemos cuatro casos y cada uno de ellos me parece sacados de una mala película de serie americana, dijo Raúl.
Estoy cansado, aburrido, fastidiado, hemos pasado toda la tarde aquí y quizá lo hubiéramos pasado mejor bajando a casa de la Srta. Natalia y enterándonos de algún indicio.
-Pues vamos… parece que ha parado de llover y quizás encontremos a alguién que nos saque de dudas y nos explique la verdad- dijo Sara.
Salieron como si llevasen prisa y algunos miraron al cielo con recelo por si se avecinaba alguna tormenta ( cosa muy frecuente cuando llegaba el verano) pero no parecía que esta noche fuera a ocurrir.
Por el camino no encontraron a nadie y cuando llegaron a casa de la Srta. Natalia quedaron decepcionados, allí no había ninguna barrera no había ningún policía custodiando la parte de atrás de la casa, no obstante sin darse por vencidos dieron varias vueltas por las cercanías para cerciorarse de que no podían encontrar otro tipo de indicios o de huellas.
Entonces se pusieron de acuerdo en volver a la casa ya que varios de sus amigos habían quedado con ellos en volver allí cuando terminaran sus compromisos para ver el desenlace del suceso y comprobar la especulación que más se aproximaba a la verdadera.
A la vuelta pasaron por el lugar donde Arturo tenia su alquiler de autocaravanas y uno a uno posaron sus miradas recelosas por aquel lugar.
También pasaron por algunas calles del pueblo, las cuales estaban semivacías, al pasar por la plaza les extrañó no ver casi gente ya qué últimamente se solían representar, por ser verano alguna obra de teatro.
Otra vez en casa ¿ y ahora qué?
Ropas sin especificar ensangrentadas, arma, también sin especificar ensangrentada, maderas y papeles. La verdad es que era poca cosa, pero cuanta fantasía e historias de todo tipo se podían deducir de estas cuatro cosas.
Casi como si vinieran de una batalla perdida se sentaron al derredor de la mesa y algún suspiro se escapó de impotencia o aburrimiento.
Como si todos se hubieran puesto de acuerdo empezaron a llegar uno a uno todos los que por la tarde no habían estado.
-¡Hablad! Estamos ansiosos por escuchar vuestras historias.
-Sara, Antonio, Lucia, Lucas todos por turnos fueron contando las historias que habían inventados partir de los elementos encontrados tirados.
De vez en cuando se oían alguna risita ahogadas y cuchicheos seguidos de sigilosas llamadas de silencio .
-Bueno eso es todo-dijo Sara- no hemos podido sacar mas en consecuencia ¿ y vosotros sabéis algo que nos aclare el misterio.
-Raúl dijo- bueno ya nos hemos reído un poco a vuestra costa, ahora os voy a contar la verdadera historia.
Como bien dijo Antonio las cosas las mayoría de las veces son mas normales que cualquier especulación que se pueda hacer sobre ellas .Pues bien ya sabéis todos que por el verano y para procurar sacar del letargo a este pueblo, el ayuntamiento suele contratar alguna compañía de teatro, ninguna importante por supuesto, ya que no habría ninguna que quisiera venir a este villorrio.
La citada compañía trabajó dos días y le quedaba por dar la última función, pero el tiempo empeoró y como la obra de teatro se daba al aire libre, varios integrantes de la compañía se reunieron para discutir si suspendían. Así se encontraban cuando un viento con lluvia racheada se levantó. Toda la compañía se puso frenéticamente a desmontar el decorado ya que para ellos perder un decorado les era vital dada su modestia.
Rápidamente desmontaron la tarima y el decorado y a empellones metieron en los camiones todo el entramado.
Al pasar por donde se han encontrado las cuatro cosas que han dado pie a vuestras historias, alguien tiró unos trapos manchados de pintura roja y un arma vieja de las que se usan en el teatro.
Las maderas son parte del entramado y los documentos solo son los programas de mano de las obras en cartel.
La policía al principio montó un control al derredor pero enseguida se dio cuenta de que todo no era nada mas que una cosa casual, sin importancia y marchó inmediatamente.
-¿Pero entonces cuando habeis pasado por aquí ya lo sabíais todo?- dijo Lucas-

-Pues si, pero os hemos dejado que pensarais en historias para luego pasar un buen rato cuando nos las contarais.
Las risas se alzaron hasta que todos no podían mas y se prolongaron un buen rato.
-Bueno al final no se pasó la tarde tan aburrida como prometía- apostillo Lucía y asi hemos llegado a la noche.
La cena esta servida dijo Antonio…

miércoles, 21 de julio de 2010

CUATRO SOLUCIONES A UN MISTERIO

SEGUNDA PARTE


La puerta se abrió y llegaron Alex y Paula
¡Hola! Venimos a contaros que la policía tiene acordonada la arboleda de detrás de la casa de Srta. Natalia y al parecer han encontrado una gran cantidad de papeles rotos, quizás sean documentos.
-Antonio se dirigió a ellos y le dijo ¡si tenéis mas noticias venir pronto!
-¡Hasta Luego! Se despidieron Alex y Paula
- Sara exclamó-esto echa por tierra las especulaciones anteriores, pues ninguno ha mencionado en su relato ninguna clase de documento.
-Pero esto no implica el que no fueran robados algunos documentos-Dijo Antonio.
-Bueno Sara, te llegó la hora, espero que tu relato sea mas convincente.
-Sara hinchó el pecho, se atuso el pelo, alisó su falda y luego de un carraspeo, empezó con voz tan queda que todos empezaron. ¡Más alto!
-Todos conocemos a Germán, el de la pequeña naviera, en tiempos dicen que fue un gran personaje de los negocios y que alternaba con gente de la más alta escala social, pero no se sabe como llegó aquí ya que era una persona que lo tenía todo, dinero, poder e incluso era muy bien parecido y gustaba a las mujeres.
-No es normal que un personaje así venga a recluirse en un pueblo que podíamos calificar casi de fantasma,
-Mi teoría es la siguiente- Germán por algún motivo tuvo que huir precipitadamente y esconderse en este pueblucho. Camufló sus pertenencias, se hizo pasar por un pequeño empresario y tomó un nuevo nombre con el animo de pasar desapercibido de todas las amistades anteriores, ya que en una buena jugada había vendido un gran paquete de acciones a espaldas de dos de sus socios, creo que eran portugueses, y salió huyendo sin participar a sus socios las sustanciosas ganacías que habían recibido. Estos al verse estafados y no siendo gente que dejaran cabos sueltos lo buscaron.
-No obstante Germán no estaba demasiado intranquilo, primero porque se pensaba a salvo en este pueblo y después porqué por precaución tenía guardados documentos muy comprometedores para varias personas muy influyentes y entre estas estaban sus socios.
-Alguien contrató a dos matones para vinieran aquí mezclados con los pocos turistas que de vez en cuando se suelen ver. Estos vigilaron día y noche a Germán, pero no pudieron dar con los documentos que les había encargados.
Viendo que se prolongaba la estancia en el pueblo y la gente podía empezar a sospechar, se les ocurrió secuestrarlo. En su propia casa le esperaron y sin darle tiempo a reaccionar le maniataron y empezaron a vapulearlo para que les dijera donde se encontraba los citados documentos.
Germán no es un héroe y al segundo golpe ya había dicho todo sobre la documentación. Pero todo estaba en contra de Germán dio la clave de la caja fuerte y los dos matones la abrieron y sacaron sin dilación todos los documentos que encontraron, pero a Germán con el miedo se le había olvidado que su caja fuerte estaba conectada a la red de la policía. Al sentir los delincuentes la alarma sus ojos echaron chispas y su instinto les decía que tenían que huir, pero uno de ellos lleno de rabia se volvió hacía Germán y clavó su arma varias veces hasta que vio que este había dejado de respirar.
Como no conocían bien el entorno corrieron sin dirección y cada vez se sentían más cansados por el peso de la gran cantidad de documentos.
Cuando llegaron tras la casa de la Srta. Natalia anochecía pero en la arboleda empezaron a revisar los documentos ya que solo les interesaban los que habían ido a buscar y el resto para ellos solo era una cargar hasta encontrar el coche.
Por supuesto se dieron cuenta de que una prenda estaba manchada de sangre, no les importó mucho ya que en el coche tenían mas en la maleta y además al secuestrar a Germán habían tomado la precaución de ponerse guantes, la policía no encontraría huellas ni el arma ni los documentos, por supuesto pensaban que al ser matones a sueldo y desconocidos en la ciudad contaban con que nadie les relacionaría con la victima.
-Lucía rápidamente se dirigió a Sara y le dijo-¡Oye! ¿y las maderas, de donde han salido?
-Esta claro-dijo Lucas- que todas las teorías hasta ahora expuestas fallan en algunos puntos.
-Bueno refunfuñó Sara, también podían haber cogido las maderas por algún motivo.
Como os dije-habló Antonio, especular es facil pero acercarse a la realidad es mucho más difícil.
-¡Hola! ¿Como anda la tarde? –dijeron Laura y Tomás, saber que toda la pandilla andamos por el pueblo recabando datos para vosotros y hemos quedado en venir después para ver quien se ha acercado más al verdadero suceso.
Casi a la vez todos miraron a Antonio y con la mirada comprendió que le tocaba a él empezar a especular.
CONTINUARA.....

sábado, 3 de julio de 2010

CUATRO SOLUCIONES A UN MISTERIO


- PARTE PRIMERA-


La comida está servida-dijo Antonio, pero nadie se dio por enterado ¿Quién en aquella sala no estaba muy atento a lo que narraba Sara?


La casa parecía un hervidero, todo el mundo entraba y salía y alrededor de Sara un grupo numeroso parecía fascinado por lo que la joven les relataba.
¿Chismes del pueblo? No, al parecer se había producido un accidente muy raro, habían encontrado unas ropas ensangrentadas cerca de la casa de la señorita Natalia la maestra del pueblo y después de rastrear incluso encontraron un cuchillo con restos de sangre.

Aquello espantaba a los oyentes y no dejaban de preguntar ¿a quien pertenecían? y si la policía ya contaba con algunas pistas.
Sara se dejaba querer y contaba las cosas con mucha calma recreándose en los detalles, mientras pensaba…. pocas veces tendré a tanta gente pendiente de mí y mi minuto de gloría pronto pasará.
Antonio se unió al grupo de gente donde esta Sara y empezó a escuchar, pese a que le interesó (en el pueblo nunca pasaba nada fuera de lo normal) no se hacía ilusiones ya que pensó que no era para tanto y que pronto se descubriría el misterio y seguro que no tendría importancia ¿quizá alguien habría sacrificado algún animal?

-¿Bueno por fin comemos?- dijo Antonio
Sara le miró con ojos furiosos, pero Antonio no se dio por enterado y repitió.
-¿Comemos por fin?
El grupo se deshizo y empezaron a tomar posiciones informalmente en las sillas.
Lucía pregunto:

-Antonio ¿Qué te ha parecido lo que cuenta Sara?
-Pues que no es nada del otro mundo
-Oh...exclamó Sara
-Bueno tengamos la fiesta en paz tercio Lucas.
-Mirad de cualquier situación se puede hacer mil especulaciones, si quereis cuando terminemos de comer podemos pasar el rato jugando a especular sobre este tema, cada uno podrá inventar una versión que considere la mas ajustada a la verdad ¿os parece bien?
-Bien, estupendo, me apunto – dijo Lucia.
-No está mal para pasar la tarde exclamó Lucas.


Se oyeron varias voces disculpándose, porqué ya tenían otros compromisos para esa tarde.
--Antonio se dirigió a Sara y le preguntó ¿ y tu te apuntas?
-Sara con cara de enfado dijo, bueno… la tarde esta lluviosa y no tengo nada que hacer.

Durante la comida no se volvió a hablar del tema y todos hacían planes para las próximas vacaciones. Las actividades allí eran pocas y había que aprovecharlas. Varios propusieron hacer excursiones a poblaciones próximas y todos se quejaron del poco dinero del que disponían para pensar en planes más ambiciosos.
Marco propuso alquilar una autocaravana en una empresa muy próxima a la casa cerca de la carretera. Algunos adujeron que el dueño era un avaro y que sería difícil convencerle para que les concediera a crédito el alquiler. Después de sopesar varias opciones se sintieron frustrados ¿otro verano perdido?
No podían permitirse pasar otro verano como los anteriores, debían poder encontrar algo que les sacara de la monotonía de siempre.
-Aurelio de pronto dijo se me ocurre algo, este año es la campaña electoral, podíamos ganar algo de dinero ayudando y alquilar la cabaña junto al río, decorarla a nuestro gusto y dar fiestas sin que nadie nos moleste.
-Sí, pero siempre seremos los mismos, pura rutina- dijo Laura.
-No,-contestó Aurelio- porque podíamos invitar por unos días a gente de la universidad, seguro que vendían encantados, sobre todo si les resulta casi gratis.
-¿Alguien aporta alguna idea para este verano?
Un murmullo es lo que se escuchó pero en verdad nadie tenia mejores ideas sobre tan delicado tema.

Muchos empezaron a despedirse, pero prometían escapar de sus compromisos para ver como se desarrollaría la pugna y que especulación ganaría y se ajustaría más a la verdad.
La casa empezó a despejarse solo quedaron Lucia, Sara, Antonio y Lucas.
La tarde s presentaba larga y aburrida y la conversación se cortó de repente. Afuera empezó a caer una fina lluvia que languideció aun más a los presentes.

Recogieron la mesa y pusieron encima del mantel café recién hecho y buscaron por la cocina algún resto de bebida, solo encontraron un poco de brandy, pero no era cosa de despreciarlo.
-Alguien debería empezar ya, comentó Antonio ¿por qué no empiezas tu Sara?
-¿Yo? ¿Por qué yo?
-Tú has sido la que con tus explicaciones has dado pie a esta reunión.
-Es que…así…de pronto.
-¡Está bien – terció Lucia- empezare yo. La casa de la señorita Natalia está cerca del borde de la carretera junto a la casa de los Ortega, yo sé que la señora Ortega hace tiempo que deseaba tener un hijo, el cual ha nacido hace poco. Visitó una clínica de fertilidad, allí le extrajeron varios óvulos los cuales fertilizaron con el semen de su marido.
-Pues bien, mi teoría es que bien pudo pasar lo siguiente: A la Sra. Ortega fraudulentamente la clínica dispuso de sus óvulos fertilizados, lo que vendieron a parejas que carecían de la posibilidad de tener hijos. De todos es sabido que desde que ha tenido a su hijo sus visitas al siquiatra son asiduas. Ella enterada de este horror y pensando en que hijos suyos y de su esposo nunca sabrían donde estarían y que vida les esperaría y sintiéndose culpable se presentó en la clínica y pidió explicaciones al Dr. Vega, este negó todo pero cuando se vio acorralado y que su fructífero negocio se hundiría y podía dar con sus huesos en la cárcel, se puso violento e intento callar al precio que fuera a la Sra. Ortega. Esta luchó con él y como pudo agarró lo que encontró a mano que resultó ser una especie de cuchillo y presa de una locura irrefrenable lo clavó una y otra vez en el cuerpo del Dr. Vega.

-Cuando salió poco a poco de aquella locura y tomo conciencia de lo que había hecho, salió y se encaminó hasta su casa bordeando la carretera pasó junto a la casa de la Sra. Natalia fue allí donde se dio cuenta de que llevaba todavía el arma en la mano y que algunas de sus ropas estaban ensangrentadas. Sin saber que hacer tiró el arma y se quitó las ropas manchadas. Ya en su jardín encontró unas ropas viejas en el cuarto de las herramientas, las que se puso para entrar en casa y que su marido no se diera cuenta de su ausencia.
-Me parece muy poco probable para este villorrio teoría tan cruenta, dijo Antonio, pero bueno, ya tenemos la primera.
-Tomemos el café o se enfriara y pensemos un rato en la teoría de Lucia.
-Dices que la Sra. Ortega entregó óvulos fecundados a la clínica y que esta la engañó vendiéndolos y comercio con ellos, esto es casi de ciencia ficción opinó Antonio.
-¿Alguien quiere una copa? –Dijo Sara- mientras su cabeza no de jaba de buscar una buena teoría.
Además tu teoría no se sostiene, nadie es tan tonto como para abandonar ropas y arma tan cerca de su casa y quizá llenas de huellas- ahora fue Lucas el que intervino.
Lucia balbuceó y después dijo, bueno pues vamos a escuchar como son las vuestras.
Tomaron la copa y parecía que la reunión se animaba un poco más.
-¿Cómo va vuestra historia? – preguntó Raúl el cual había introducido la cabeza por una de las ventanas, solo vengo a deciros que también han encontrado junto con las ropas y el arma unas maderas rotas y pintadas y de varios colores.
-¡Vaya! Nuevos datos- dijo Sara- ¿servirán para algo?
-Lucas empezó a hablar. Pensar en Arturo el de las caravanas, hace tiempo tuvo cuentas con la justicia, aquí nunca se supo lo que pasó pero siempre que paso a su lado no se lo que tiene que me da escalofríos. Todo el mundo sabe que es un avaro y que también se dedica a prestar dinero a un alto interés. Hace poco se rumoreó que había negado un préstamo a un granjero que lo necesitaba urgentemente para el pago de una hipoteca. Además otras veces a negado prestamos hasta para el entierro a familiares que en esos momentos pasaban apuros y no tenían dinero para dar sepultura a sus seres queridos.
-¡Bueno! Ahora mi teoría Mauro al que negó unos pocos dólares y por eso perdió su finca, la otra noche aprovechó que Arturo estaba en la cantina y entró en su local para robar o para darle un escarmiento rompiendo alguna de las autocaravanas que estaban allí en venta.
-Pero no calculó bien y Arturo llegó. Mauro no se inquietó demasiado pues Arturo venia bebido y no reparó en él, pero su sorpresa fue mayúscula cuando vio arrastraba a la fuerza a una mujer, cuando descubrió de quien se trataba se le heló la sangre. ¡Era la hija de Mauro!. La maltrataba y con voz de borracho decía palabras soeces que Mauro no podía descifrar.
Mauro se acerco sigilosamente y entonces escucho a su hija llorando mientras Arturo la cogía por el pelo y la decía que se cobraría en ella todos los créditos que los malditos granjeros no le habían pagado. Sigilosamente miro alrededor buscando cualquier arma con la que defender a su hija pero no encontró nada , tanteó en la pared y al cabo de un rato dio con unas maderas que sobresalían, pues la barraca donde Arturo tiene su negocio es casi una ruina.
Con las maderas en la mano caminó hacía la pareja y descargó un golpe con todas sus fuerzas en la cabeza del borracho, este cayó al suelo con un gruñido no muy sonoro. Cogió a su hija por el hombro y la atrajo hacía él, al momento los dos se pusieron a llorar abrazados.
No se dieron cuenta de que Arturo se levantaba y llevaba en su mano un arma cuando quisieron darse cuenta ya le tenían encima, como pudo esquivó el envite que le propinaba pero se tambaleó y cayó al suelo. Cuando Mauro se levantó no podía creer lo que veía, su hija clavaba una y otra vez en el cuerpo de Arturo.
Como loco tiró de su hija y salieron del local, no sabían por donde iban ni lo que harían. Cuando llevaban andando un rato se dieron cuenta de que la muchacha llevaba sangre en las ropas y todavía sostenía el arma, también él en su mano sostenía una madera.
Estaban desorientados, cerca se veía una casa, pero ellos se encontraban en una pequeña arboleda y anochecía. Mauro de quitó la chaqueta y tirando con todas sus fuerzas de la blusa manchada de su hija la intercambió. Luego limpio el arma con la blusa y sin saber muy bien lo que hacía se deshizo de las dos , junto con las maderas que todavía conservaba.
-¡Vaya historia más rebuscada! Puedo dar por bueno que Arturo no es una buena persona y que hay muchos que le desearían su muerte, pero de ahí a matarle- dijo Sara-
-Además otra vez las ropas los incriminan, no van a ser tan tontos como dejarlas como prueba – Adujo Lucas

CONTINUARA.....

lunes, 7 de junio de 2010

EL DILEMA


Andrés es un hombre taciturno, huraño, poco sociable, rehuia la presencia de la gente y la gente parecía rehuirle también a él. Quizá su fisonomía no incitaba precisamente a que los demás se sintieran cómodos en su presencia.
Su cara tenía las secuelas de una enfermedad sufrida durante su niñez que le había dejado marcas parecidas a las de la viruela, sus ojos eran ligeramente estrabicos, pequeños y opacos, que casi desaparecían tras una inmensa y ganchuda nariz, su sonrisa torcida, su cabeza grande sembrada de unos pocos pelos canosos y faltos de higiene, su cuerpo escuálido del que colgaban unos brazos demasiado largos rematados por unas manos grandes y agrietadas.


Ya en el colegio fue un niño solitario, siempre solo, sentado en un rincón del patio escuchando las risas de sus compañeros y viendo como pasaban el tiempo del recreo jugando, mientras a él nunca le invitaban. Sus compañeros le ignoraban, no le molestaban pero tampoco contaban con él para nada No pudo completar sus estudios y por eso ahora le resultaba casi imposible encontrar un trabajo aunque no rehusaría uno incluso penoso y sacrificado, de los que la inmensa mayoría de gente rechazaría.

Andrés no era especialmente inteligente, casi sería mejor decir que su inteligencia era muy escasa, pero él trataba de salir adelante por si mismo
Llevaba mucho tiempo deambulando por aquellas calles solitarias de casas bajas alineadas a lo largo del río. Sus pasos rápidos, nerviosos, erráticos, su corazón golpeando sus sienes como un gran mazo machaba y tritura la dura roca y la confusión por compañera.
Su mente no le dejaba centrarse en las cosas que transcurrían a su alrededor, solo una imagen junto con una palabra se reproducía una y otra vez. ¡Matar!.
¿Por qué le habría hecho a él esa proposición? Y así de sopetón, ¡pero si no se conocían!
¿Quién era esa mujer? De su conversación en su nerviosismo solo recordaba una y otra vez la proposición que le había hecho… ¡Matar!
¿Pero como voy a hacerlo?... no es tan fácil, además no tengo nada planeado … Quizá alguna persona me pueda ayudar… no… Esto tengo que hacerlo solo…


Lo haré como si fuera algo normal, que no llame la atención… hasta que llegue el momento… ¡Matar...!
Suspiró y emprendiendo la marcha, trato de animarse ¡ Lo haría, conseguiria lo que aquella horrible mujer le había propuesto!

Cuando acudió a la cita, para él tan importante-estaba nervioso- impaciente por el negocio que le fueran a proponer, pero ahora confuso trataba de comprender que el incidente que le tenía tan confuso no era un incidente cotidiano.
Cuando unas horas atrás llegó a una de esas casas de la ribera del río reconvertida en almacén de recauchutados y sus correspondientes oficinas, le atendió una mujer de mediana edad con aspecto de haber dejado los hábitos de monja recientemente, su fisonomía recordaba a un loro a punto de expirar, ya que su nariz y su huesudas mejillas le dieron a él esa impresión.
Con muy malos modales le hizo una proposición que le dejó perplejo.
Andrés quedó como si la onda expansiva de una bomba le hubiera alcanzado. Su escasa inteligencia le aconsejaba no replicarle, por nada quisiera enfrentarse a ella.
¡El tiempo pasaba ahora más rápido y Andrés, paró a uno de los pocos transeúntes y muy amablemente le preguntó por la hora.
Cansinamente volvió sobre sus pasos hasta el almacén, donde aquella fea y huesuda mujer le había recibido hacía un par de horas..
Por fin le podía atender el encargado para hablar sobre el trabajo que él solicitaba..
Y Andrés con mucha paciencia había conseguido….
¡MATAR EL TIEMPO
--Mi misión es matar el tiempo y la de éste matarme a su vez.
Se está bien entre asesinos.- - Emilie Michel Cioran

domingo, 23 de mayo de 2010

SOLO EN LA ISLA

El tiempo, que es largo o es corto según la percepción de cada uno, no pasa, los que pasamos somos nosotros. Los que venimos y nos vamos somos nosotros.. El tiempo es inmutable y unas veces tenemos la sensación de que se ha quedado posado, inamovible y que nos pesa como una inmensa losa que tuvieras que soportar con gran esfuerzo. Otras veces pasa tan ligero que es imposible atraparlo, parece tener prisa por escaparse dejándote deseoso de que quedara posado infinitamente
En aquella isla paradisíaca el tiempo parecía no transcurrir, su exuberante vegetación siempre resplandeciente, impactante, indómita, caprichosa, había tomado posesión de la isla, desde que una erupción volcánica la sacó a flote en aquellas aguas, poseedora de todos los colores posibles desde el blanco inmaculado que le daban las innumerables flores de este color hasta mil variaciones de los del arcos iris entre sus plantas y flores que se extendía por toda la isla siendo la dueña y señora .
La reina de todas estas flores es la orquídea, tan abundantes en cantidad como en belleza.
En las pequeñas elevaciones del terreno nacían pequeños arroyos de fresca agua que al descender producían saltos de gran belleza y rincones para la admiración.
Árboles centenarios de Guayabas, Aceitunos, Cocoteros, Guanitos, Palmas reales, Bananos…
Grandes y esplendorosos helechos. Eneas, papiros, Lotos, Lilas de agua crecen en las lagunas de transparente aguas y bajo los árboles añosos.
Valles fértiles de unos verdes insultantes bañados y fertilizados por las aguas de pequeños arroyos escapadas de los manantiales nacidos en los picos de las elevaciones montañosas.
Acantilados de rocas escarpadas rodeaban la pequeña isla dando paso a veces a unas pequeñas calas o ensenadas de arena blanquísima donde en las transparentes aguas podían verse exóticos peces multicolores .Entre las finísimas arenas trajinaban de un lado para otro cangrejos que aparecían y desaparecían bajo las arenas o se escondían en caracolas que el mar llevó hasta la playa.
Tiempo atrás hasta allí le llevaron y sin ninguna contemplación le abandonaron en una de esas pequeñas ensenadas de arena fina y tan blanca como la nieve. Lo que le pareció una broma, una travesura, no fue tal, espero y espero esperanzado en que todo fuera una aventura más de las que él había vivido junto a los que a ahora le abandonaban, pero el tiempo pasó y nadie volvió a buscarle.
En las largas horas, de los largos días, de las largas semanas, de los largos meses de los largos año que llevaba allí abandonado rememoraba las numerosas aventuras con la tripulación del Capitán Calicó Jack al que le gustaba vestir bien, pirata de fama, osado y aventurero. Le encantaba ir vestido de Calicó, tela de algodón estampado con uno o varios colores y siempre exigía tener a mano repuesto de sus ropajes, ya que no permitía que su vestimenta pese las inclemencias y la rudeza de sus aventuras y batallas en la mar estuvieran ni un minuto desaliñadas o sucias.
Navegaban sembrando el terror y la desolación en las poblaciones situadas en el Golfo de México y el Caribe, Veracruz, Cuba, Santo Domingo, Cartagena de Indias.
Los asaltos a Puerto Bello y Maracaibo se habían saldado con numerosas victimas por ambas partes pero la población fue la más castigada sufrió numerosas victimas de asesinato asaltos y saqueos.
También durante el dominio español en América, los piratas del Capitán Calicó intentaban, y en muchos casos lograban, robar valiosos cargamentos de oro y otras mercancías procedentes del Nuevo Mundo que en Naos, Carabelas, Galeones y Carracas, partían hasta España
En todas estas aventuras él había participado, si no hubiera sido por su fortaleza, por su experiencia y veteranía el Capitán Calicó y toda la tripulación no habrían podido salvarse de estos peligros.

Después venia el descanso y el reparto del botín en Port Royal y el derroche en vino y mujeres del oro que tantas vidas y sufrimiento había costado.
Pero el vino y las mujeres les menguaban de tal manera la riqueza que muchos fieros bucaneros llegaban a la mendicidad. Estos temibles hombres que eran capaces de cortar de un tajo el cuello de un hombre, babeaban por una prostituta de la que se encaprichaban y eran capaces de pagar por ella una cantidad considerable de oro.
Después de un descanso en Port Royal, donde algunos hombres de la tripulación quedaban por haber encontrado la muerte en cualquier rincón solitario, bien por motivos de celos, bien por emboscadas para robarles el oro del que aun disponían volvían, otra vez a surcar los mares, mas pobres que antes y más ávidos de entrar pronto en combate para volver a llenar su maltrechos bolsillos.
En todo esto y mucho más pensaba durante sus incontables horas de soledad.
¿Por qué le habían dejado allí?
¿Por qué un día desviándose de su ruta le habían abandonado en aquella recóndita playa de aquella solitaria y lejana isla?
Desde aquel nefasto día su sueño constante era poder salir de allí. En varias ocasiones lo había intentado, pero las condiciones de la mar, siempre en calma no le habían ayudado en su propósito, en sus viajes solo pudo alejarse de la playa unos cuantos metros.
Ahora lo iba a intentar por enésima vez aprovechando las fuertes mareas que producían los huracanes entre Junio y Diciembre, esperaba aprovechar alguna de ellas para conseguir por fin salir hasta alta mar y entrar en las rutas comerciales de los navegantes, y poder llegar hasta Port Royal.
Pero esto era una utopía. Su obcecación no le dejaba ver en el estado en que se encontraba. Los años le habían dejado terribles cicatrices en su cuerpo- en otros tiempos fuerte y altivo- ahora era un pobre viejo cansado y maltrecho con un cuerpo desvencijado, que era imposible que pudiera cumplir sus sueños.
Una fuerte marea entró en la calmada ensenada .Esperanzado vio que le arrastraba hacía alta mar. Su cuerpo empezó a sentir las acometidas de la furia del mar,
Las olas furiosas le arrastraban, hacía la ruta soñada,¡ otra vez conseguiría revivir las fantásticas aventura pasadas! surcaría los mares en pos de Naos repletas de tesoros, y nuevamente su figura sería admirada en los mares del caribe.
Pero sus persistentes compañeras- las gaviotas-alzando su griterío parecían reírse a carcajadas de él.
Fue entonces cuando se dio cuenta que todo había terminado las viejas y podridas maderas que hasta entonces fueron el barco mas temido del Caribe. El Diablo del Caribe, no volvería a navegar, su viejo cuerpo se desmembraba, el maderamen se deshacía, y los jirones de lo que una vez fueron las velas caían al agua mientras las carcajadas de las gaviotas arreciaban.
Así fue la muerte de tan valeroso barco pirata, fue abandonado cuando ya no servía a las necesidades de su dueño pero en premio a sus servicios le dejaron en aquella preciosa y escondida isla, para que allí terminara sus días, pero el barco seguía soñando con mil aventuras que nunca llegaría a poder llevar a cabo.

LA AUTORA

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