domingo, 20 de octubre de 2013

EL MAR TE TRAJO A MÍ -5ª PARTE

Tomás que había seguido desde la cueva a Alejandro, sintió un gran desconsuelo por su amigo cuando desde lejos vio como partía el coche donde  iba Victoria, comprobó como la figura de su amigo había quedado allí, estática, mirando el coche que se alejaba con a la mujer que amaba.
 Alejandro solo tenia un pensamiento, había sido abandonado por la mujer que le había introducido y enseñado lo que era el amor y también en ese momento le estaba enseñando el dolor intenso de perder al ser amado.
Tomás se acercó, pero al momento comprobó que la mente de Alejandro no estaba allí, le hablaba pero su amigo no atendía ni daba señales de estar escuchando lo que le decía, entonces Tomás cogiéndole por un brazo lo arrastró con él hasta la cantina.
Allí buscó un rincón discreto y esperó pacientemente a que su amigo reaccionara, cuando lo hizo Alejandro pidió una botella del aguardiente del más fuerte que tuvieran. Llenó su copa, y luego otra y otra... -No ! dijo Tomás, este no es el Alejandro que yo conozco, no voy a dejar que tomes ni una copa más, ahora mismo nos vamos al Ensueño-
Alejandro se levantó tambaleante y dirigiéndose a Tomás le dijo.
-Llévame hasta donde tengo aparcado mi coche.
-No, estás muy bebido, yo te llevaré.
Llegaron al barco y Tomás como pudo ayudó a subir a su amigo, luego lo llevó a su camarote y lo empujó hasta la cama. Acto seguido él salió también y dirigiéndose hasta otro pequeño camarote donde también se tumbó.
A la mañana siguiente Alejandro, se levantó muy mal, él estaba acostumbrado a beber, siempre lo hacía cuando volvían de los azarosos y trabajosos viajes en busca de los  los bancos de peces, porque muchas veces el mar se volvía remiso contra él y no quería hacerle fácil la tarea de llenar las redes de pescados y cuando al fin lo conseguían y volvían a puerto contentos, cansados y salvos,se merecían pasar un rato en la cantina charlando y bebiendo.
Pero hoy era diferente No era solo consecuencia del alcohol, es que su vida desde el día anterior había cambiado, ya nada era igual, todo le parecía diferente, su cabeza le daba vueltas, pero no era solo por la abundante bebida de la noche anterior, también era porque ella se encontraba siempre en su mente, en su corazón, podía dibujar su figura, su cabello, sus grandes ojos negros, su perfecta boca, sentía su corazón latir junto al suyo cuando la abrazaba, notaba su sedosa piel cuando la acariciaba, añoraba la textura y el olor de su cabello y  de su piel, la necesita para respirar para poder echar a andar... sin ella le faltaba el aire, sentía una gran opresión en su corazón. Ya no era el hombre resuelto de apenas 24 horas antes.Ahora se sentía como si él y su barco hubieran entrado en una gran tempestad, y no pudiera gobernarlo ni gobernarse a sí mismo ,notaba que no era dueño de su vida, que a partir de ahora ya todo cambiaría.
Y donde encontrarla? si no sabía nada de ella, pues así como llegó a su vida sin avisar, se marchó, dejando a su paso una gran huella en su corazón, huella que no le serviría para encontrarla . Todo había terminado para él.
.
Así transcurrieron 15 días, saliendo a la mar y volviendo con las redes llenas. luego la tripulación le arrastraba hasta la cantina, allí bebía y  bebía,. Dejó de ser el Capitán de fuerte carácter, decidido, simpático, ahora vagaba como un alma en pena, siempre, taciturno y triste, hasta su forma de vestir cambió, quizá sin proponérselo escogía su ropa en consonancia con su  interior y, solo vestía con viejas camisetas todas de colores tan tristes como él ,dándole aún más una apariencia muy distinta de la que siempre tuvo.
Su mente estaba en otro sitio, durante esos días fueron muchas las muchachas que se le acercaron a él deseosas de intimar,o al menos entablar una conversación o  conseguir una cita,  pero solo conseguían un saludo y una media sonrisa, esto las dejaba  desconcertadas ya que aún cuando sabían que el Capitán era muy solicitado y que él podía escoger a cualquiera que se propusiera, siempre era amable y simpático con todas, pero ahora se volvían desilusionadas hacía los miembros de la tripulación esperando una respuesta a la actitud de Alejandro.
Una mañana mientras se dirigían al puerto Alejandro, dirigiéndose a Tomás le dijo- Tengo que estar solo por un buen tiempo, debo, sopesar serenamente todo lo que me ha ocurrido, he intentado dar con ella, he contratado a un detective, pero con los pocos datos que le he dado dice que será muy dificultoso

 encontrarla, está tratando de averiguar por los datos del yate, pero al parecer este está inscrito a nombre de una compañía-
-Y que has querido decir con que tienes que estar solo?
-Si, lo necesito, quiero que vosotros os quedéis en puerto, arreglar redes, poner al día las tareas administrativas y tomar unas vacaciones.
-Y tu que piensas hacer?



-Hoy mismo salgo en el Ensueño, pienso navegar por unos cuantos días.
-Solo? Yo voy contigo, no quiero que vayas solo.
-Amigo gracias, pero lo que quiero es escapar, navegar sin rumbo hasta que mi espíritu encuentre algo de paz y eso solo lo lograré,estando a solas en mi viejo barco y con mi  amigo el mar,  no te preocupes, estaré bien.
-Alejandro, yo sé que no hay mejor marinero que tú, pero es arriesgado salir tú solo, no tienes el animo de siempre, puedes encontrarte con tormentas, tempestades.
-Tomás. ¿Cuantas tormentas y tempestades no hemos pasados tú y yo juntos? Y aquí estamos.
-De todas formas, puede ocurrirte algo y...
Alejandro lo interrumpió.
-No se hable más, está decidido.
Ese mismo día cargaron el barco de todo lo necesario  y partió con rumbo desconocido.
Toda su tripulación en el muelle le vio partir y mientras el barco se perdía en el horizonte, su preocupación iba creciendo.


Alejandro agarrado al timón de su barco fijaba sus ojos en la inmensidad del mar y como  él se iba abriendo dejándole  paso hacía aquel azul infinito que era la unión del cielo con el mar, y  solo, únicamente acompañado por el ruido del viejo motor y los crujidos del maderamen de la embarcación, Alejandro navegó sin rumbo esperando encontrar un poco de paz para la tormenta de amor y pasión desatada en su corazón
A veces echaba el ancla y se zambullía en el agua, nadando hasta quedar extenuado, otras veces a pulmón se aventuraba por las profundidades marinas y aún no por haberlas visto muchas veces antes, no dejaba de maravillarse de los fondos marinos, buceaba entre extensas praderas de plantas marinas, que parecían verdaderos bosques que guardaban secretos arcanos y maravillosos tesoros de la naturaleza que muy pocas personas habían visto.Otras veces buceaba junto a preciosos peces de multitud de especies,colores y tamaños, en los arrecifes de corales se deslumbraba con tanta belleza y, fue en uno de estos arrecifes donde con su cuchillo arrancó dos preciosos corales. Sentía pena porqué  el mar fuera tan desconocido para la mayoría de los mortales. Pero para él era su amigo, él comprendía al mar, sabía que podía estar sereno y al momento volverse furioso, enredar a cualquiera que se atreviera a retarle en una tremenda tormenta o tempestad, jugar con los barcos como si fueran de papel , pero también después podía volverse manso, amainar y deslumbrar con ocasos sorprendentes o con las tonalidades de los colores del arco iris.



Alejandro se desprendió de la cadena que llevaba al cuello de la cual pendía un diente de un escualo y horadando uno de los corales la insertó y volvió a ponérsela al cuello. Miró detenidamente el otro coral y visualizó el precioso cuello de Victoria, lo había recogido para ella y no pararía hasta verlo colgando sobre su hermoso pecho.
En ese momento decidió que pese a no haber recobrado la paz tenía que volver, que sería  él quién la buscara hasta dar con ella, su vida no tendría otro fin que encontrarla, sabía que pese que ella intentara negarlo lo amaba,. y no podría amar a otro hombre nunca..Y cuando la encontrara  se  completaría ese amor que surgió como un volcán y que se negaba a extinguirse.Y  no podía extinguirse porque se había metido en su corazón y  ahí estaría hasta que él muriera,
Llevaba un par de días sin poder comunicarse, en un momento comenzaría a reparar los sistemas de comunicación. pensó que quizás su amigos estarían preocupados al comprobar que llevaba dos días sin  comunicar con la comandancia dando sus coordenadas.
En esas estaba cuando el viejo motor empezó a sonar con un ruido extraño, también parecía pararse y volver a arrancar, inmediatamente Alejandro bajo a la sala de máquinas y cauteloso se acercó al motor. no llegó a empezar a manipularlo, una fuerte explosión lo desplazó, alzándole después por los aires como un frágil muñeco de trapo, su cuerpo voló y entre las maderas del barco Alejandro inconsciente cayó al mar, su hermoso cuerpo en una pirueta increíble fruto de la explosión, era tragado y arrastrado al fondo de ese mar que tanto amaba. CONTINUARA...

3 comentarios:

RA dijo...

Para cuando la próxima entrada?

MARIA JESUS dijo...

eso, eso que ya han pasado dos dias. un beso.

MARIA JESUS dijo...

y mas larguito Carmen(mira que es guapo el muchacho)

LA AUTORA

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