jueves, 31 de octubre de 2013

EL MAR TE TRAJO A MI -9ª PARTE

Cuando  la explosión del motor, empujó hacía atrás  para luego subir por los aires su cuerpo hasta lanzarle al agua, Alejandro perdió el conocimiento y se sumergió profundamente en el mar. Una vez allí su fuerte cuerpo ya sin resistencia, descendió y descendió, sus brazos flácidos nada podían hacer y su cuerpo musculoso se dejaba llevar sin oponerse. Pero el mar no lo quería allí, aún sin que él hiciera nada, lo volvió a enviar a la superficie, allí su cabeza tropezó con algo que le sirvió para que se recobrara, otra vez volvió a sumergirse, pero esta vez entre sombras, pudo con las pocas fuerzas que había recuperado, subir de nuevo.
Ya en la superficie, comprobó, que lo que le había sacado de su inconsciencia al chocar con ello, era el bote de La Tempestad, con gran esfuerzo intento encaramarse al bote, pero estaba al limite de sus fuerzas, hasta tres veces lo intentó hasta que lo consiguió.
En el bote descansó unos momentos, para luego intentar arrancar el motor, pero una y otra vez  se negaba a arrancar, se desplomó ya sin fuerzas y otra vez perdió el conocimiento. El bote fue arrastrado por la corriente llevando a Alejandro inconsciente a un rumbo desconocido.
En esas horas de inconsciencia, soñaba con Victoria, ella lo llamaba, el sentía  que el mar lo arrastraba,no dejandole  avanzar hacía ella, que aún queriendo alcanzarla con todas sus fuerzas, la silueta de Victoria se alejaba, pero desesperada le reclamaba... le decía que fuera hacía ella, abría sus brazos  y le llamaba -Amor mio, amor mio, ven  te necesito, no te vayas vuelve, ven conmigo, mi corazón es tuyo,ven tómame, para amarnos intensamente, para entregarnos el uno al otro,  te amo, te amo, ven, ven...-
Alejandro quería ir hacía ella, pero el mar lo arrastraba, luchaba y luchaba siempre fija su vista en aquella querida figura, que le llamaba y le decía que le amaba que había venido a entregarle su corazón, lo que él más deseaba.
El sol hizo que Alejandro se fuera deshidratando, debilitando y entrando en un estado febril que le hacía tener alucinaciones, siempre viendo a su amada, diciéndole que no se rindiera que ella le esperaba, que luchara con todas sus fuerzas, y él  quería recobrarse para ser feliz  entre los brazos de esa mujer hermosa, amada, adorada, por quien valía la pena vivir para estar toda una vida juntos, amándose, ya que desde el primer momento que se encontraron él supo que estaban predestinados el uno para el otro y ahora no podía morir,ella lo llamaba para entregarle su amor, el amor que él tanto deseaba, ese amor que le había negado por cobardía y que ahora en sus sueños quería entregarle
Pero la fiebre le fue subiendo y su hermoso cuerpo se cubrió de sudor intentando que la fiebre bajara, pero se fue haciendo más intensa su deshidratación y a la vez que su piel se quemaba por el fuerte sol que le abrasaba, sus labios antes frescos y jugosos, ahora estaban secos y resquebrajados, parecían de cartón.
Mientras el bote seguía navegando sin que él sumido en su delirio fuera consciente de hacía donde se desplazaba el bote.
Un fuerte golpe, sacó a Alejandro de su inconsciencia, el bote había chocado contras rocas,el dolor que le produjo en las costillas este golpe fue el que hizo que Alejandro despertara, el bote estaba haciendo agua, pero no estaba muy lejos de la playa, con un fuerte dolor en el pecho y la espalda, arrastrándose se bajo del bote,intentando nadar, el mar lo tragaba y lo volvía a reflotar, fue una agonía avanzar los pocos metros que le faltaban para llegar, a ella, una y otra vez, extenuado, volvía a sumergirse y una y otra vez, cada vez más débil volvía a intentar nuevas brazadas que le acercaran a la playa.Con las pocas fuerzas que le quedaban
no dejaba de llamar a Victoria y eso le impulsaba a luchar por su vida.

Cuando no hizo falta nadar, fue arrastrándose y empujado por la olas, allí quedó en medio de la playa a merced de ellas que iban y venían. Había llegado a Isla Perdida.
Pasado un tiempo que Alejandro no pudo determinar,se levantó intentando alejarse del mar, iba tambaleante cada paso se le doblaban las piernas y caía de rodillas, cada paso era una tortura, se levantaba para volver a caer,así paso a paso y como un beodo, llegó al refugio de la sombra de un árbol, allí se dejó caer ,pues ya no podía más, a su fiebre y deshidratación se había unido un fortísimo dolor lacerante en el pecho y la espalda que no le dejaba respirar, y aun cuando hubiera intentado  levantarse ese dolor se lo impediría . Alejandro exhaló un suspiro de rabia e impotencia por no saber que seria de él en esa isla en las condiciones en que se encontraba, no quería morir, no antes de estar junto a Victoria,y vivir los momentos de amor que tantas veces había deseado.
    
Tomás estaba desesperado, llevaban horas buscado algún rastro de Alejandro y no había encontrado ningún indicio, ya pronto llegarían a Isla Perdida y todo había sido inútil.  Se reportó con la comandancia diciendo la inutilidad de lo que hasta ahora habían hecho y les comunicó que ya enfilaban hacía Isla Perdida.
Habían perdido mucho tiempo buscando a Alejandro por las cercanías. ahora a toda maquina se dirigían a la isla Perdida.

El pueblo estaba alborotado, Alejandro era muy querido y eran muchas las personas que habían sido ayudadas por él,  niños, ancianos, toda clase de gente en apuros, nunca nadie que hubiera recurrido a él  había recibido un no por respuesta,  le querían, siempre podían contar con él y aún en su pecho todavía guardaban la esperanza de que lo encontraran vivo,  los ánimos eran tristes.

Algunas personas fueron en busca del padre Anselmo, para que hiciera una rogativa para que Alejandro fuera encontrado con vida .Él por supuesto que aceptó y todo el pueblo con el padre Anselmo al frente marcharon hacía una playa, y allí frente al mar hicieron una rogativa a Dios para que les devolviera a Alejandro, luego uno a uno fueron echando al mar flores, pero no como si las estuvieran poniendo sobre el féretro de un muerto, no, era como suplica a Dios para que el mar le diera una oportunidad a Alejandro y los devolviera allí junto a ellos.
La olas se fueron llevando las flores mar adentro y todos en silencio se retiraron con la esperanza de que el mar les devolvieran a Alejandro.

La alegría a bordo fue inmensa cuando a través de los prismáticos se pudo ver el bote del Ensueño cerca de la playa en unas rocas, todos se abrazaron y corearon el nombre de su Capitán, pero a Alejandro no se le veía,el trecho que les faltaba hasta llegare se les hizo eterno, saltaron del bote aún antes de llegar a la playa, no tuvieron que andar mucho, muy cerca a la sombra de un árbol vieron a su Capitán tendido,.sus corazones les dieron un vuelco, Alejandro no se movía y tampoco dio muestras de haberlos vistos.

Todos corrieron hacía él y al acercarse pudieron comprobar en que lamentable estado se encontraba Alejandro, su hermoso cuerpo, quemado y deshidratado por el sol , su melena rubia parecía hilachas a las que se habían adherido toda clase de restos de algas, su cara ya tenía barba, acentuando aún más su mal aspecto y su cuerpo había perdido toda su vitalidad y yacía flácido.
Todos le rodearon sin atreverse a tocarlo, le susurraban al oído su nombre, mientras que le pedían a Dios  que no estuviera muerto  
CONTINUARA...

1 comentario:

MARIA JESUS dijo...

sabe a poco Carmen.
me boy de viaje, cuando venga tendre algo mas para leer. un beso,

LA AUTORA

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