jueves, 31 de octubre de 2013

EL MAR TE TRAJO A MI -9ª PARTE

Cuando  la explosión del motor, empujó hacía atrás  para luego subir por los aires su cuerpo hasta lanzarle al agua, Alejandro perdió el conocimiento y se sumergió profundamente en el mar. Una vez allí su fuerte cuerpo ya sin resistencia, descendió y descendió, sus brazos flácidos nada podían hacer y su cuerpo musculoso se dejaba llevar sin oponerse. Pero el mar no lo quería allí, aún sin que él hiciera nada, lo volvió a enviar a la superficie, allí su cabeza tropezó con algo que le sirvió para que se recobrara, otra vez volvió a sumergirse, pero esta vez entre sombras, pudo con las pocas fuerzas que había recuperado, subir de nuevo.
Ya en la superficie, comprobó, que lo que le había sacado de su inconsciencia al chocar con ello, era el bote de La Tempestad, con gran esfuerzo intento encaramarse al bote, pero estaba al limite de sus fuerzas, hasta tres veces lo intentó hasta que lo consiguió.
En el bote descansó unos momentos, para luego intentar arrancar el motor, pero una y otra vez  se negaba a arrancar, se desplomó ya sin fuerzas y otra vez perdió el conocimiento. El bote fue arrastrado por la corriente llevando a Alejandro inconsciente a un rumbo desconocido.
En esas horas de inconsciencia, soñaba con Victoria, ella lo llamaba, el sentía  que el mar lo arrastraba,no dejandole  avanzar hacía ella, que aún queriendo alcanzarla con todas sus fuerzas, la silueta de Victoria se alejaba, pero desesperada le reclamaba... le decía que fuera hacía ella, abría sus brazos  y le llamaba -Amor mio, amor mio, ven  te necesito, no te vayas vuelve, ven conmigo, mi corazón es tuyo,ven tómame, para amarnos intensamente, para entregarnos el uno al otro,  te amo, te amo, ven, ven...-
Alejandro quería ir hacía ella, pero el mar lo arrastraba, luchaba y luchaba siempre fija su vista en aquella querida figura, que le llamaba y le decía que le amaba que había venido a entregarle su corazón, lo que él más deseaba.
El sol hizo que Alejandro se fuera deshidratando, debilitando y entrando en un estado febril que le hacía tener alucinaciones, siempre viendo a su amada, diciéndole que no se rindiera que ella le esperaba, que luchara con todas sus fuerzas, y él  quería recobrarse para ser feliz  entre los brazos de esa mujer hermosa, amada, adorada, por quien valía la pena vivir para estar toda una vida juntos, amándose, ya que desde el primer momento que se encontraron él supo que estaban predestinados el uno para el otro y ahora no podía morir,ella lo llamaba para entregarle su amor, el amor que él tanto deseaba, ese amor que le había negado por cobardía y que ahora en sus sueños quería entregarle
Pero la fiebre le fue subiendo y su hermoso cuerpo se cubrió de sudor intentando que la fiebre bajara, pero se fue haciendo más intensa su deshidratación y a la vez que su piel se quemaba por el fuerte sol que le abrasaba, sus labios antes frescos y jugosos, ahora estaban secos y resquebrajados, parecían de cartón.
Mientras el bote seguía navegando sin que él sumido en su delirio fuera consciente de hacía donde se desplazaba el bote.
Un fuerte golpe, sacó a Alejandro de su inconsciencia, el bote había chocado contras rocas,el dolor que le produjo en las costillas este golpe fue el que hizo que Alejandro despertara, el bote estaba haciendo agua, pero no estaba muy lejos de la playa, con un fuerte dolor en el pecho y la espalda, arrastrándose se bajo del bote,intentando nadar, el mar lo tragaba y lo volvía a reflotar, fue una agonía avanzar los pocos metros que le faltaban para llegar, a ella, una y otra vez, extenuado, volvía a sumergirse y una y otra vez, cada vez más débil volvía a intentar nuevas brazadas que le acercaran a la playa.Con las pocas fuerzas que le quedaban
no dejaba de llamar a Victoria y eso le impulsaba a luchar por su vida.

Cuando no hizo falta nadar, fue arrastrándose y empujado por la olas, allí quedó en medio de la playa a merced de ellas que iban y venían. Había llegado a Isla Perdida.
Pasado un tiempo que Alejandro no pudo determinar,se levantó intentando alejarse del mar, iba tambaleante cada paso se le doblaban las piernas y caía de rodillas, cada paso era una tortura, se levantaba para volver a caer,así paso a paso y como un beodo, llegó al refugio de la sombra de un árbol, allí se dejó caer ,pues ya no podía más, a su fiebre y deshidratación se había unido un fortísimo dolor lacerante en el pecho y la espalda que no le dejaba respirar, y aun cuando hubiera intentado  levantarse ese dolor se lo impediría . Alejandro exhaló un suspiro de rabia e impotencia por no saber que seria de él en esa isla en las condiciones en que se encontraba, no quería morir, no antes de estar junto a Victoria,y vivir los momentos de amor que tantas veces había deseado.
    
Tomás estaba desesperado, llevaban horas buscado algún rastro de Alejandro y no había encontrado ningún indicio, ya pronto llegarían a Isla Perdida y todo había sido inútil.  Se reportó con la comandancia diciendo la inutilidad de lo que hasta ahora habían hecho y les comunicó que ya enfilaban hacía Isla Perdida.
Habían perdido mucho tiempo buscando a Alejandro por las cercanías. ahora a toda maquina se dirigían a la isla Perdida.

El pueblo estaba alborotado, Alejandro era muy querido y eran muchas las personas que habían sido ayudadas por él,  niños, ancianos, toda clase de gente en apuros, nunca nadie que hubiera recurrido a él  había recibido un no por respuesta,  le querían, siempre podían contar con él y aún en su pecho todavía guardaban la esperanza de que lo encontraran vivo,  los ánimos eran tristes.

Algunas personas fueron en busca del padre Anselmo, para que hiciera una rogativa para que Alejandro fuera encontrado con vida .Él por supuesto que aceptó y todo el pueblo con el padre Anselmo al frente marcharon hacía una playa, y allí frente al mar hicieron una rogativa a Dios para que les devolviera a Alejandro, luego uno a uno fueron echando al mar flores, pero no como si las estuvieran poniendo sobre el féretro de un muerto, no, era como suplica a Dios para que el mar le diera una oportunidad a Alejandro y los devolviera allí junto a ellos.
La olas se fueron llevando las flores mar adentro y todos en silencio se retiraron con la esperanza de que el mar les devolvieran a Alejandro.

La alegría a bordo fue inmensa cuando a través de los prismáticos se pudo ver el bote del Ensueño cerca de la playa en unas rocas, todos se abrazaron y corearon el nombre de su Capitán, pero a Alejandro no se le veía,el trecho que les faltaba hasta llegare se les hizo eterno, saltaron del bote aún antes de llegar a la playa, no tuvieron que andar mucho, muy cerca a la sombra de un árbol vieron a su Capitán tendido,.sus corazones les dieron un vuelco, Alejandro no se movía y tampoco dio muestras de haberlos vistos.

Todos corrieron hacía él y al acercarse pudieron comprobar en que lamentable estado se encontraba Alejandro, su hermoso cuerpo, quemado y deshidratado por el sol , su melena rubia parecía hilachas a las que se habían adherido toda clase de restos de algas, su cara ya tenía barba, acentuando aún más su mal aspecto y su cuerpo había perdido toda su vitalidad y yacía flácido.
Todos le rodearon sin atreverse a tocarlo, le susurraban al oído su nombre, mientras que le pedían a Dios  que no estuviera muerto  
CONTINUARA...

martes, 29 de octubre de 2013

EL MAR TE TRAJO A MI -8ª PARTE


Victoria apartó su vista de la pantalla del ordenador, y se fundió en sus pensamientos, hacia unas horas que había dejado que Rodrigo le pusiera el anillo de prometida y ya se lo había quitado, lo guardó en el bolsillo de su chaqueta, no podía verlo y tampoco sentirlo allí, fulgurante, en su dedo. Era un recordatorio constante de algo que no debería de hacer, casarse con Rodrigo.


Allí en su despacho pensó en su vida
 anterior a conocer a Alejandro, fue muy feliz hasta cumplir los 13 años,nunca olvidaría aquél día, era un hermoso día de primavera, de estos días que parece que la felicidad se ha posado en todos y cada uno de nosotros, que el sol es radiante y la luz blanca y energizante hace sentir por dentro algo especial parecido a la felicidad. Ella se encontraba en su habitación repasando los temas que al día siguiente se tendría que examinar.Tocaron a la puerta, pero ella no fue a abrir, sabia que su madre seria quien la abriera, escuchó una voz masculina y al poco un grito junto con el llanto de su madre, corrió escaleras abajo y vio como en la puerta se encontraban dos hombres y como uno de ellos sujetaba a su madre para que no se cayera.
La noticia fue brutal, el coche de su padre había sido arrollado por un conductor borracho, haciendo que cayera por un terraplén donde se incendió y explotó. Victoria y su madre quedaron paralizadas y muertas de dolor, su marido y padre era todo para ellas, él era vital, optimista, cariñoso y la vida sin él les parecía que nunca podría ser igual.

Después del sepelio y que todos los familiares y amigos se hubieran marchado, las dos mujeres quedaron allí, solas, mirándose la una a la otra ¿Y ahora qué? parecían decirse con la mirada. Él era todo en esa familia, su motor, su fuerza, ¿como iba a ser la vida sin él? Sabía como alegrarlas el día a día, las amaba y las
protegía. Tendrían que acostumbrarse a que él faltase, a una vida triste y muchas estrecheces económicas.

Cuando Victoria volvió al colegio se propuso ser la mejor en todo, destacar, sacar las mejores notas y   conseguir una beca para la mejor escuela de negocios del país, ya que lo ahorrado por sus padres para sus estudios en la universidad, era lo que ahora les estaba sirviendo para salir de apuros económicos.
Tres años llevaban ya sin él, cuando a su madre,todavía joven y bonita  le presentaron a un conocido y reputado médico, muy pronto se prometieron en matrimonio, la boda no tardó en producirse.
 Después de la boda se fueron a vivir a la esplendida casa de él, su madre parecía feliz, después de esos tres años sin marido y sin dinero, ahora podía darse unos caprichos que durante años había carecido.
Ella  también estaba feliz por ver a su madre, más alegre, mas dispuesta a salir y entablar nuevas amistades a viajar y por supuesto por que tuviera el cariño y la proyección de un hombre
.
Pero pronto su madre cayó enferma, al principio eran pequeños desmayos de los que se recuperaba pronto pero casi enseguida fueron a  más sufriendo una incapacidad de respirar y  obligándola casi todo el día a pasarlo en cama,
Un día su padrastro la llamó, quería hablar a solas con ella.
-Victoría, la enfermedad de tu madre va a más, tiene un problema pulmonar. una fibrosis pulmonar en un estado avanzado.
-Pero se curará verdad?
-Como te he dicho su enfermedad, está muy avanzada.
Pasaron unos meses ,Victoria se había convertido en una preciosa muchacha, muy trabajadora y responsable siempre era la que mejores notas sacaba,, sus profesores la ponían como ejemplo.

Pero con el correr de los meses, empezó a sentirse molesta con su padrastro, no le gustaba como  la miraba, eran miradas furtivas, casi imperceptibles para alguien que no fuera Victoria, se sentía espiada y empezó a  cambiar de forma de vestir, ahora ya no usaba, faldas cortas ni top que le dejaran la piel al aire, desterró los pantalones ajustados y por casa jamás se paseaba ligera de ropa, incluso en su habitación siempre estaba vestida con anchos pantalones y blusas largas, lo hacía para disimular sus ya muy evidentes encantos.
Su madre cada vez salía menos de su habitación y ella procuraba coincidir lo menos posible con su padrastro, ponía mil excusas para no estar cuando sabía que él estaría en casa.Todo el tiempo lo pasaba en la biblioteca estudiando, solo cuando él no estaba se dedicaba a estar junto a su madre.Pero empezó a recibir el acoso de él, primero fueron ligeras caricias, reteniendole la mano cuando la recibía o la despedía, luego, los besos de despedida que él la daba en la mejilla,intentaban rozar sus labios, y en algunas ocasiones había intentado frotar su cuerpo en el de ella haciendo que tenia que alcanzar algo por donde Victoria se encontraba.
Un día cuando pasó al cuarto de su madre, esta después de darla un fuerte abrazo y un beso, la puso una llave en su mano.
-Esta llave es de una taquilla en la Estación Central, hasta que he podido levantarme he ido llevando joyas y algo de dinero, también quiero que cojas las que tengo en mi tocador y te marches de aquí.
-Mamá nunca te dejare.
-No, hija debes marcharte, a mi me queda poco tiempo, pese a estar enferma, me he dado cuenta de como te mira tu padrastro. Yo creía que era un buen hombre, pero no lo es, no siempre el dinero y la fama la ganan las buenas personas, márchate hija, márchate...
Victoria lloro allí en el regazo de su madre, no se marcharía hasta que ella faltara, pero aquél maldito hombre sabría quien era ella.
Él cada día intentaba un nuevo avance pero ella, ya solo se dejaba ver por casa cuando él no estaba, Victoria salía de madrugada y se apostaba cerca de la casa a espiar, cuando su padrastro se marchaba, entonces, entraba y pasaba en la habitación de su madre todo el tiempo acompañándola, en su penosa enfermedad. Preparó todo, poco a poco, fue sacando de la casa los recuerdos de sus padres, su ropa y libros, cada día marchaba a la Estación Central e incrementaba las cosas que allí guardaba .Cuando su madre falleciera, no pasaría ni un minuto en aquella casa con aquel desgraciado.
Su madre falleció estando solas las dos,después de llorar muy desconsolada, preparo a su madre, la maquilló y la peinó, la puso uno de sus más bonitos trajes y llamó a la funeraria.
Cuando su padrastro llegó, se encontró con que ni su mujer ni Victoria se encontraban allí. ¿que podía haber pasado?.

Victoria enterró a su madre sola.

Después la vida no había sido nada fácil, cambió de ciudad y de escuela, huyendo de aquel hombre, dejó a su madre enterrada lejos de ella,perdió amigos y profesores y tuvo que iniciarse en la vida ella sola, eso la hizo mas fuerte y más dura, se propuso llegar a lo más alto y lo consiguió. Nadie ahora intentaría abusar más de ella.
¿Era por eso que su corazón nuca había sido sensible a ningún hombre, hasta que llegó Alejandro?
Fue esa mala experiencia la que la hizo reservarse y negarse al amor, ¿Entonces por qué, su corazón no dudó cuando ella se enfrentó a Alejandro. Y ahora lo comprendía, Alejandro era único, se entregaba a ella con generosidad, abriendo su corazón, mostrando bondad, cariño, brindándole su corazón y su alma, y ella lo había sentidos en sus besos.

Su teléfono volvía a sonar, miro quién era y comprobó que otra vez le llamaban del taller de alta costura
donde le estaban confeccionando el traje para su boda. Dejó que siguiera llamando y se recostó en el sofá acurrucándose.Una vez Alejandro la reprochó ser una cobarde y ahora se lo estaba reprochando ella, era verdad que  por cobardía estaba a punto de arruinar su vida casándose sin amor.Se sentía mal. la cabeza le daba vueltas, como iba a enfrentar a Rodrigo? suspiro y dijo en voz alta -Yo no soy una cobarde, por amor me enfrentaré al mundo entero, y lo primero es hablar con Rodrigo.
Rodrigo extrañado por la llamada de Victoria, esperaba impaciente en su restaurante favorito a que ella llegara, la voz de ella había sonado grave y no había querido dar explicaciones por teléfono.
Cuando Victoria llegó se levanto solicitó y apartando la silla espero a que ella tomara asiento y luego él se sentó.
-Voy a ser breve, no quiero lastimarte, pero lo he pensado mucho y es lo mejor.
-De que hablas Victoria?
-De nuestra boda, es una locura, sabes que no te amo...
-Pero sé que lo harás.
-No, no lo haré nunca porqué, mi corazón no me pertenece, amo a otro hombre con todo mi ser, he tratado de borrar ese amor, pero es tan fuerte, tan intenso, que ni yo misma podía comprender que un amor así existía .
-Pero Victoria, quién es ese hombre? Le conozco? nunca te he visto con otro.
-Si, si me has visto, Rodrigo mi corazón se quedó en el pueblo marinero, el Capitán lo tiene, es suyo, desde el primer momento que lo vi y hasta que muera.
-El Capitán... el Capitán de aquél barcucho? aquel patán insolente? de ese es de quien tú, la mujer mas deseada por todos lo hombres de tu clase esta enamorada? de ese burdo y analfabeto pescador?
-Llámale como quieras, yo sé que no es ni lo uno ni lo otro, es el ser más maravilloso que he conocido y por cobardía y por no enfrentarme con los de mi clase me prohibí ese amor, pero ya se acabó estoy decidida a cualquier cosa por vivirlo, si es que no es tarde. Me he dado cuenta de que el verdadero amor  no sabe de razas, de educación, ni de clases sociales.
-Y que hay de nuestra boda?
-No finjas Rodrigo, tu tampoco estabas muy entusiasmado con ella, solo era un capricho más de los tuyos Quedemos como amigos.
Victoria se levantó y sin mirar atrás salio de restaurante pensado que al igual que lo había dejado atras también dejaría su vida de triunfo pero insatisfactoria, banal, basada en intereses y dinero. Su vida si Alejandro todavía la quería a partir de ahora se basaría en el amor de él.  CONTINUARA,,,

sábado, 26 de octubre de 2013

El MAR TE TRAJO A MI -7ª PARTE


La tripulación del Ensueño, volvía alarmada de la comandancia, ya era el segundo día que Alejandro no se reportaba allí para dar el parte y sus coordenadas, desde la comandancia habían intentado tomar contacto con el Ensueño pero no había sido posible.
Todos los marineros volvían al pueblo cabizbajos, entraron a la cantina y buscaron un lugar retirado y tranquilo ya que tenían que hablar,Tomás fue el primero en tomar la palabra.


-Muchachos sabemos que el capitán conoce el mar como nadie y que sabe salir de cualquier problema que este le presente, pero la falta de comunicación, es muy alarmante.
-Efectivamente le contestó, Lauro, sabemos que Alejandro conoce el mar como nadie, pero ha podido tener una grave avería,
-Pero también conoce el Ensueño con los ojos cerrados, sabe de cada madera, de cada tornillo, de ese viejo barco y podría arreglarlo sin dificultad.
-Si, pero ten en cuenta, que ha podido ser una avería que afecte a toda la parte eléctrica y se encuentre incomunicado.
-Bueno no perdamos más el tiempo, en la comandancia nos dijeron  que la baliza de posicionamiento del  barco indica que lleva dos días anclado a unas millas de Isla Perdida..
-Pues entonces que hacemos perdiendo el tiempo aquí, busquemos hasta dar con él.
-Vamos ahora mismo! cualquiera de los barcos pesqueros que no estén faenando nos llevara allí, no podemos perder tiempo.
Casi de seguido cargaron el barco con las cosas necesarias y partieron rumbo a donde suponían podía encontrarse el barco, todos estaban ansiosos por encontrar a su Capitán, él era su amigo, su hermano,y si hubieran podido con su propio cuerpo empujarían para que fuera más rápido y llegar pronto hasta donde se encontraba Alejandro, ya que por él todos y cada uno darían su vida, al igual que el Capitán la hubiera dado por ellos y de ello tenían mucha constancia ya que el Capitán  había arriesgado su vida en incontables ocasiones para salvar a algún miembro de su tripulación.
Tomás era el más afectado, desde niños sus vidas habían corrido paralelas, cuando la madre de Alejandro aun vivía , era una mujer muy bella pero estaba enferma, Alejandro la adoraba y siempre se ocupaba de que no la faltara nada, y eso hacia que pasaran mucho tiempo en casa de Alejandro jugando y cuidando de la madre de su amigo. Cuando ella se recuperaba un poco les hacía ricos pasteles, y los dos la ayudaban y ensuciaban toda la cocina, luego mientras recogían todo, los tres reían, tirándose harina a la cara . Tomás era  uno más de la familia, así le consideraban allí y él se encontraba muy bien con esos amigos que le acogían y le demostraban que le querían.Cuando el padre de Alejandro  tenía que salir a la mar les encomendaba el cuidado de la madre, él estaba profundamente enamorado y le dolía tener que dejarla en esos momentos de su enfermedad.
Como Tomás había perdido a su madre de muy pequeño, solo contaba con su padre y como este era marino, pese a querer mucho a Tomás, tenía que salir a la mar y dejar a su hijo solo.
 Fue por eso que pasaba muchas horas en casa de su amigo ayudando a Alejandro a cuidar de su madre , la salud de ella, se fue agotando hasta que murió. El padre, un hombre recio y curtido de mar, cayó en fuerte depresión, la amaba tanto que de no ser por el amor que le tenía a su hijo, hubiera querido marchar también con ella .Aún siendo todavía muy joven, nunca pensó en darle otra madre a Alejandro pese a que muchos amigos le decían que lo hiciera.
 La triste muerte de la madre de Alejandro les dejó más tiempo para sus correrías que muchas veces terminaban en el puerto viendo como los barcos se avituallaban, o como los marineros cosían las redes, arreglaban motores o zarpaban en la madrugada a buscar los bancos de peces que llenarían su redes y que les permitirían volver a casa con el sustento ganado .Ellos jugaban allí y se subían a los barcos anclados y Tomás le decía a Alejandro- Tú serás el Capitán y yo seré tú segundo de abordo- y allí jugaban  agarrando el timón, y haciendo como que la nave surcaba los mares, antes se habían acercado al ancla y habían hecho como que desatracaban el barco. Ya desde entonces Alejandro tenia las dotes que más tarde demostraría como marinero.
Su padre empezó a llevarle con él cuando el Ensueño partía en busca de la  pesca, él le fue enseñándo a querer a su barco, a escucharle, a comprender cada uno de sus sonidos, ese viejo barco que parecía que tenía vida, que respiraba y que el sonido de sus viejos pulmones, si los escuchabas, si ponías atención podías saber  que le pasaba al barco en cada momento.También le enseñó todo a cerca del mar,a saber dar con las señales de donde se encontraba la pesca, a interpretar sus distintos matices de colores, a prevenir cuando el viento casi imperceptiblemente cambiaba y el mar podía tornarse peligroso,pero también le enseño lo bueno que podía ser el mar a quién lo amaba y como le obsequiaba con los frutos que se encontraban dentro de él. Cuantas veces Alejandro y su padre en momentos de calma y poco trabajo a bordo lo habían aprovechado para sumergirse en las profundidades silenciosas y bellas, nadar entre corales, plantas y peces de formas y colores que poca gente podía imaginarse.Estos eran momentos maravillosos, él junto a su padre, sintiendo,sus enseñanzas, su presencia,su amor, su protección.
Alejandro nunca olvidaría los consejos que le dio en vida, las sabías palabras de su padre y sobre todo cuando le decía -Hijo somos pobres, y de lo poco que tenemos nos podrán despojar, pero recuerda, nunca,nunca te dejes arrebatar lo más valioso que tiene un hombre, su honor y su palabra.
 También debían ir a la escuela y pese a no gustarles mucho no fueron malos estudiantes, fue en una de esas correrías, cuando dieron con la cueva de la  Orquidia, eran entonces unos adolescentes pero quedaron fascinados por la belleza de aquel lugar que la naturaleza había construido durante miles de años, a la belleza de sus paredes formando estalactitas y estalagmitas,por si fuera poco para acompañar esa grandiosidad del lugar, por todos lados crecían hermosas orquídeas de muy diferentes formas y colores, cuando más adelante supieron que toda aquella maravilla comenzó a crearse por una simple gota de agua mineralizada y esa gota dejando detrás de ella un fino reguero crearon esa hermoso lugar que estaban ante sus ojos, se sintieron muy afortunados por ser ellos quien la hubieran descubierto.

Durante años fue su lugar de encuentro, allí se hacían confidencias y se contaban todas sus inquietudes, allí pasaban buenos momentos y allí fue donde Alejandro fue a llorar la muerte de su padre ocurrida en el mar, ese mar que tanto le había enseñado a respetar y amar. Fue en la cueva  donde encontró Tomás a su amigo llorando y recordando a su padre, ya que en esa ella encontraba consuelo.
Alejandro tuvo que hacerse cargo del Ensueño siendo muy joven .Volvía una y otra vez a la cueva, allí hablaba con su padre, le pedía consejo, recordaba todo lo que le había enseñado del mar, las veces que habían salido a navegar, e incluso cuando su estatura no le daba para alcanzar el timón y su padre abrazándole le ayudaba a llevarlo.

Alejandro se hizo un esplendido muchacho, a su belleza, en la cual él no reparaba,se unía una valentía y una templanza que nadie tenia a su edad, pronto se hizo el Capitán mas famoso y querido por todos, sus capturas no las igualaba nadie y pese a su edad era un hombre fiable y todo el pueblo confiaba en él, muchos le pedían consejo, ayuda y él siempre estaba dispuesto a colaborar y ayudar a las gentes del pueblo.
Cuando Alejandro se tuvo que hacer cargo del Ensueño, Tomas pasó a ser su segundo,juntos pasaron toda clase de vicisitudes,aprendieron que la mar no es predecible y que había que respetarla, sortearon tormentas y oleajes que hacían que el viejo barco parecía fuera a deshacerse en mil astillas, tan tremendos que el Ensueño elevado y empujado por ellas era como un pequeño barco de papel en la torrentera de un río. Pero de todo esto salieron y así se fueron haciendo hombres siempre juntos.
Mil veces había visto como Alejandro después de un día agotador y ya relajado en la cantina, era asaltado por muchachas de toda clase y condición que querían que él les dirigiera una mirada, no había mujer en  el   pueblo y más allá que no quisiera  pasar aunque fuera un breve momento con él. Alejandro charlaba, bebía y reía con ellas, y siempre era considerado , pero no era hombre de tomar lo que le ofrecían, él esperaba otra cosa, quería ganarse él mismo lo que le venían a ofrecer.
.Eso no quería decir que en algunas ocasiones, ya pasado de tragos, se fuera con alguna de esas muchachas que se ofrecían pero ellas bien sabían que eran muy pocas las probabilidades de que fuera ella la escogida para algo más con él .En ninguna ocasión se había propasado con ninguna mujer,le gustaban, las respetaba, pero la madurez que pese a su juventud le había hecho ser consciente de que la vida era dura y que sacar a delante su barco día a día y saber que muchas personas en el pueblo vivían de las capturas que él traía, le habían hecho dejar a un lado la frivolidad de llevar cada día a la cama a una  mujer.
Algunas veces su tripulación le gastaba bromas sobre la ventaja que le había concedido la naturaleza dotandole con un cuerpo esplendido y una cara de la que todas las mujeres quedaban prendadas y comentaban que bien podía pasar algunas muchacha para ellos
 -Porqué donde está el Capitán, ya ningún otro hombre cuenta - Él reía de buena gana y se sonrojaba, para nada se veía así, nunca cuidaba de su vestimenta, se conformaba con ir siempre muy aseado, pero su ropa consistía en camisetas y pantalones, que él no cambiaba hasta que se caían de viejos y aún así sus pantalones vaqueros los llevaba con grandes boquetes y deshilachados.
Una vez Tomás llegó a decirle -No quiero salir contigo a la calle,a cada momento una muchacha te para para decirte que cuando vas a salir con ella, así tardamos el doble en llegar a donde nos dirigimos.
-Por favor Tomás no seas exagerado, no voy a ser un desconsiderado, eso no es lo que me enseñaron mis padres.
-De acuerdo, pero tus padres no contaban con tu sex appeal.
Alejandro no pudo contenerse con la ocurrencia  de su amigo y sus carcajadas fueron de lo más sonoras luego le dio un pescozón y se fueron riendo los dos calle abajo.



Todas esas cosas se le venían a la cabeza a Tomas mientras el barco se acerca más a la zona a donde se proponían encontrar a Alejandro .En todo momento trataron de tomar contacto por radio pero nadie contestaba, cada vez estaban  mas nerviosos por la falta de respuesta, toda la tripulación se agolpó en la proa del barco mirando con prismáticos hacía o,el horizonte.
Ya llevaban horas navegando cuando Tomás avistó el Ensueño, allí frente a ellos, aún era solo una mancha en el horizonte pero poco a poco, su silueta se fue perfilando y todos vieron el barco allí, tranquilo. atracado en medio de la mar.
-Despacio, despacio, tirar una bengala...
-Nada Tomás,
-Acercaros muy despacio por estribor, despacio...despacio...
Al acercarse más vieron con horror que el barco presentaba señales por la zona de motores de haber sufrido alguna explosión.
-Sacar la escalera vamos a abordarlo..
-Subieron, llamando a voz en grito. Alejandro...Alejandro..
Nada él no estaba, no podía ser, él no, no podía haber muerto, su amigo no!

-Tomás el bote no está, quizás, Alejandro este en él.
-Dios mio!solo y tal vez herido, voy a reportarme a la comandancia y saldremos ahora mismo en busca de Alejandro.
-Muchachos, la comandancia ya esta enterada de las incidencias del Ensueño, van a mandar un remolcador desde puerto, nosotros buscaremos, estamos muy cerca de Isla Perdida, pongamos proa hacía allí, puede que Alejandro haya pensado lo mismo y se encuentre allí herido.
Solo unas millas les separaban de la isla y todos estaban asustados, la  isla no estaba muy lejos pero nadie podía asegurar que Alejandro hubiera tomado ese rumbo y además estaría contusionado? hacía dos días ya que no sabían de él, cuando habría abandonado el barco? y en que condiciones? no obstante decididos se reunieron para parlamentar y tomar decisiones.
Tomás fue el primero en hablar, debemos encontrarle desplegó un mapa y su mano fue indicando-Iremos haciendo giros, no muy grandes sobre toda esta parte de babor, que nos haga abarcar una área extensa sin separamos demasiado del rumbo hacía la isla , luego  si no encontramos el bote, repetiremos los giros hacía el área de estribor, para por fin llegar a la isla.
-A nuestro Capitán no le puede haber pasado nada. Lo encontraremos
 Y resueltos e impacientes partieron  muy ilusionados pensando en encontrar en el trayecto o en
esa isla a su amigo. CONTINUARA...

miércoles, 23 de octubre de 2013

EL MAR TE TRAJO A MI -6ª PARTE


Victoria había subido al helicóptero junto con Rodrigo.En el trayecto en coche se mostró muy callada y por muchos intentos que hizo él por entablar una conversación, no lo consiguió.Ahora desde el aire contemplaba con un nudo en la garganta como las últimas casas de ese pequeño pueblo de pescadores se quedaban atrás y se hacían a su vista más  pequeñas quedando solo en  un borrón de distintos colores hasta desaparecer.No podía apartar de su mente las horas transcurridas allí y una gran desazón se apoderaba de ella..Que había sucedido? como podía ser que nada más ver a Alejandro, su corazón antes insensible, incapaz de ilusionarse con ningún hombre y menos vibrar con su cercanía fuera tan pronto sensible  a él?. Que sucedió cuando ella se preguntaba quien de esos hombres era el Capitán y escuchó su voz diciendo?  - El capitán soy yo- que fue lo que despertó en ella la visión de Alejandro?

Rodrigo la sacó de su pensamientos -Ya estamos llegando-
Ella en ese momento tomó conciencia de que se encontraba en el helicóptero y que ya sobrevolaban la gran ciudad. Tomaron tierra y allí mismo les estaba esperando el coche,
-Rodrigo siento no haber sido muy buena compañía, la verdad es que me encuentro muy cansada y solo pienso en llegar a casa y descansar.
-No te preocupes cariño, descansa, mañana podremos cenar, tomar unas copas y bailar.
A Victoría no le gustó nada el plan y mucho menos que la hubiera llamado cariño.
-Escucha, no quiero que me vuelvas a llamar cariño, lo entiendes? y sobre la cita para mañana ya te llamaré , llevo días sin ir al trabajo y tendré muchos asuntos que resolver.
-Victoria no te enfades, te llamo cariño porque aunque tú creas que todavía no estás preparada yo presiento que vas a llegar a quererme como yo te quiero a ti.
-Dejemos esta conversación, me incomoda,
Llegaron a casa de Victoria y Rodrigo bajó del coche, abrió la puerta y la acompañó.
-Entonces no me invitas a entrar?
-Ya te dije no tengo ánimo para nada, no insistas, lo siento no quiero ser grosera, pero no sé por qué te empeñas en incomodarme.
-De acuerdo, de acuerdo, no insisto más.Se acercó y tomándola desprevenida la tomó por la cintura y acercando  su boca a la de ella  la beso intensamente.
La reacción inmediata de Victoria fue la de darle un fuerte empujón y un  bofetón, después separándose, le miró a los ojos y llena de ira le dijo-No vuelvas a intentarlo, jamás, no sé lo que sera un beso para ti, pero para mi es algo que se da cuando  se siente un profundo amor - Se giró y corrió hasta el amparo de la puerta ya abierta y cerrándola de un golpe violento, quedándose Rodrigo allí plantado.

Más tarde  en su salón se preguntaba por qué el beso de Rodrigo le había molestado, asqueado e incluso le había hecho sentir repulsión.Pensaba en los de Alejandro, su labios ansiosos sobre los de ella, su lengua buscando impaciente cada rincón de su boca, haciendo que su respiración casi se parase por unos momentos y en cada uno de esos dos besos, liberó algo de dentro de si, algo que presentía que estaba allí, pero que nunca había salido de ella, eso que hacía que su piel se erizara, que su cuerpo temblara de placer,y que solo con esos dos besos le hubiera entregado su, corazón y ya no pudiera a amar a nadie.

Al día siguiente los asuntos pendientes en el trabajo, le agobiaban, nunca le había pasado eso, ella era una gran profesional y le gustaba su trabajo, o al menos eso pensó durante muchos años, pero ahora no sentía ninguna satisfacción cerrando grandes contratos o presidiendo reuniones al más alto nivel.
Pasaban los días y cada uno de ellos se le hacía más tedioso que el anterior, en ocasiones en medio de alguna reunión importante, los demás miembros tenían que reclamar su atención porque ella estaba distraída en su pensamientos y no participaba como siempre, dando sus opiniones que normalmente eran muy acertadas y que todos los miembros de la mesa aceptaban de buen grado.

Sus secretarias cuchicheaban a sus espaldas,preguntándose que le pasaría, ya que nunca la habían visto tan distraída, tan ajena a lo que le rodeaba y y sospechaban que podía ser que estuviera enamorada de Rodrigo, ese alto ejecutivo y empresario con el que algunas ocasiones la habían visto subir a su coche
.
Su empresa se disponía a  celebrar una gran fiesta para celebrar la fusión con una gran compañía internacional que les haría ser la más importante a nivel mundial. En esa fusión Victoria fue nombrada directora ejecutiva, ese cargo en el país era la primera vez que lo ostentaría una mujer, constantemente recibía felicitaciones de directivos de otras empresas, los diarios traían en portada una fotografía de ella donde reseñaban su gran trayectoria profesional.
Victoria con uno de esos periódicos en la mano, repasó lo que decían de ella, pero allí solo se hablaba de la mujer profesional, triunfadora, pero nada más. Ella vio que su vida estaba incompleta, que solo se reducía a cuatro lineas donde se hablaba de los estudios que realizó y su exitosa carrera profesional. Pero debía de conformarse para siempre con eso? Su vida sería completa sin el amor?
Rodrigo insistió en ser su acompañante en la fiesta, de todos modos le daba igual un hombre que otro, aunque, su razón quería engañar a su corazón, seguía pensando en él, no podía arrancarle de su ser, como negar que le amaba? por más que lo intentaba y buscaba la forma de olvidarle y luchaba con el alma y el corazón, él seguía allí dentro de ella.
-Estás hermosa, bueno aún si cabe más hermosa ,pero pese a tu vestido, a tu maquillaje y a tu peinado que te hacen parecer una reina, se te ve triste, ¿Que te pasa Victoria? deberías ser la mujer más feliz del mundo,todo el mundo te admira, en ti se conjugan la belleza, la inteligencia y el triunfo.
Victoria sonrió, esa era la imagen de ella para los demás, belleza, inteligencia y triunfo,alguien allí hablaba de sentimientos, de emociones?¿ Era eso triunfar en la vida?
-Vamos a Bailar-Y sin esperar a que Victoria aceptara, Rodrigo la cogió del talle y la llevó hasta donde ya algunas parejas bailaban .La rodeó con su brazos y trató de forzarla a estar más cerca de él, pero ella, puso distancia.
-Victoria ¿Por qué eres tan fría conmigo, yo te quiero.
-Rodrigo, esos ya me lo has dicho mil veces,yo no estoy preparada para entablar una relación y menos ahora con el nuevo puesto que me han asignado, este se llevará todo mi tiempo.
-Victoria, hablas de nosotros como si fuera una labor más de tu trabajo. Déjame que me acerque a ti, conóceme, se que me tienes por frívolo, pero si quieres puedo cambiar, por ti me siento dispuesto a cualquier cosa.
-Rodrigo, bailemos, ya tendremos tiempo de hablar de estas cosas.
Lo que quería Victoria era desviar esa conversación, no le interesaba que Rodrigo se hiciera ilusiones.
De pronto empezó a sentir como él al bailar se acercaba más a ella, como sus brazos la rodeaban y sus manos acariciaban su espalda, mientras su cara rozaba su pelo y su cara.











 Victoria sintió algo tan distinto a cuando Alejandro y ella bailaron, aquello, fue mágico, su contacto  intenso pero suave la hizo vibrar de tal forma que despertó a la mujer, y le mostró cuan feliz se puede ser al lado de la persona amada,la proximidad a ella  nublaba los sentidos y no dejaba desear nada más que sus caricias, sus besos y que el resto del mundo desapareciera .Él seguía estando en lo más hondo de ella, pese a que su razón la empujara a escapar de aquel amor.
Rodrigo siguió insistiendo, cada día pasaba a recogerla y se mostraba amable y cariñoso, pero sin intentar nuevas caricias que sabía que harían retroceder su amistad con Victoria, pensaba que mostrándose así  avanzaría en su propósito.
Cada jornada era más agotadora  que la anterior para Victoria, ella lo prefería así, como estaba tan cansada, su vida llegó a ser solo trabajo y dormir, pero sus sueños siempre eran los mismos. Ella y Alejandro, soñaba con situaciones que no se habían dado pero que sus sentimientos deseaban que ocurriesen.Pero al despertar volvía a la realidad sintiendo una gran decepción.
No podía más con esa dualidad, la mujer de éxito que todos conocían y la mujer con sentimientos y anhelos, si Alejandro no podía ser el hombre con quién compartir su amor al no ser iguales ni en educación ni en posición social, ya le daba igual con quién compartir su vida, porque su corazón nunca lo podría compartir con nadie,su corazón había quedado en aquel pueblo de pescadores.
Las fiestas a las que era invitada y que no podía negarse eran muchas, tuvo que ampliar su vestuario y todos sus complementos, cada vez la fastidiaban más pero era una consecuencia del trabajo que ahora desarrollaba. .Empresarios y políticos rivalizaban, se desvivían por invitarla y que sus fiestas contaran con aquella mujer que gracias a su trabajo, inteligencia y hermosura había llegado a lo más alto.A estas fiestas siempre la acompañaba Rodrigo, ella había pasado a ser más conocida e importante que él, por un lado le gustaba que la mujer de la que todo el mundo empresarial y político quería su amistad, llegara a las fiestas colgada de su brazo, le llenaba de orgullo por la envidia que podía sentir en la mirada de otros hombres, pero por otro no era hombre al que le gustara que la mujer con la que pretendía casarse fuera más importante y más cotizada en el mundo empresarial que él mismo. Eso ya lo arreglaría cuando consiguiera que Victoria cediera a su pretensión de enamorarla y se casara con él.
En pocos días Rodrigo se metió en la vida de Victoria, su compañía era cada vez más asidua, Victoria llego a acostumbrarse a contar con él para casi cualquier cosa . Rodrigo estaba ganando terreno, ya no se comportaba tan soberbio delante de ella,se mostraba amable y desinteresado y sobre todo parecía adivinar los gustos y necesidades de ella. Aún cuando Victoria no le había permitido ningún avance en el terreno amoroso, podía decirse que ya no se sentía molesta con su trato y que incluso algunas veces disfrutaba de su compañía. Lo que no sabía ella era las dos caras de él, jugaba con dos barajas, tenia otras mujeres con las que compartir lo que Victoria no quería darle y cuando no estaba con ella era el mismo hombre que antes prepotente, vanidoso y  ambicioso.
Ella seguía soñando despierta y dormida con su capitán, pero la vorágine de su vida profesional la comparaba con la vida del pueblecito pesquero junto a Alejandro y se decía a sí misma que era imposible, eran muy diferentes, que no podía ser, que tenia que olvidar.¿ pero como olvidar que le amaba? como arrancarle de su corazón? Sí él era su misma vida.
Los días pasaban y Victoria se propuso olvidar a Alejandro, cuando su trabajo se lo permitía salía con Rodrigo, él era un buen compañero, su conversación era amena y su vida empezó a ser menos monótona,
Victoria pensó que él sí parecía el hombre apropiado para ella, eran iguales de instruidos y se movían en los mismos y ambientes. Si no podía ser Alejandro el hombre con quien compartir su vida igual le daba, Rodrigo ya sabia que ella no le amaba y ella tampoco creía en el amor que él decía tener, por lo tanto si accedía a una relación con él esta podía ser limitada y basarse más en sus intereses profesiones y no en la pasión y el amor.
Eso haría, enterraría sus ganas de amar y su corazón para siempre y empezar una relación con Rodrigo.

Rodrigo recibió la noticia con alegría y como era su costumbre, pensó en darle una sorpresa, para ello mandó cerrar el mejor restaurante de la ciudad  y junto al mâitre escogió el mantel de las mas finas telas y bordados, cada copa, del mejor cristal de Bohemia, los cubiertos, de plata antigua, la vajilla, clásica de Sèvres y los candelabros de plata de un exquisito diseño.
La mesa para dos lucia esplendorosa.

Cuando Victoria entró, quedo asombrada al ver el restaurante vacío y en medio del salón preparada una mesa para dos, Rodrigo separó la silla y esperó a que ella se sentara, después él tomó asiento y dio una ligera palmada, al momento un cuarteto de cuerda empezó a tocar.
Victoria asombrada miraba el arreglo de la mesa y la notable ostentación de todo lo que sobre ella estaba, no comprendía todo aquello que más parecía una puesta en escena de un teatro que una cita entre amigos.¿Que quería Rodrigo con todo esto? ¿Necesitaba cerrar un restaurante para cenar los dos solos.
-Victoria, sabes que yo estoy enamorado de ti, bueno, ya sé que te lo he dicho mil veces, pero ahora quiero dar un paso más y aunque sé que no me amas, creo que pronto lo harás y si te he traído aquí es para pedirte que te cases conmigo. Y diciendo esto saco de su bolsillo un estuche y le mostró  el anillo que se encontraba allí, este estaba engarzado elegante y delicadamente con un brillante de una pureza increíble.
Victoria balbuceo... su corazón le decía que no, que no cediera, pero su razón se impuso.
Rodrigo, muy decidido colocó el anillo en la mano de Victoria.  CONTINUARA...
   

domingo, 20 de octubre de 2013

EL MAR TE TRAJO A MÍ -5ª PARTE

Tomás que había seguido desde la cueva a Alejandro, sintió un gran desconsuelo por su amigo cuando desde lejos vio como partía el coche donde  iba Victoria, comprobó como la figura de su amigo había quedado allí, estática, mirando el coche que se alejaba con a la mujer que amaba.
 Alejandro solo tenia un pensamiento, había sido abandonado por la mujer que le había introducido y enseñado lo que era el amor y también en ese momento le estaba enseñando el dolor intenso de perder al ser amado.
Tomás se acercó, pero al momento comprobó que la mente de Alejandro no estaba allí, le hablaba pero su amigo no atendía ni daba señales de estar escuchando lo que le decía, entonces Tomás cogiéndole por un brazo lo arrastró con él hasta la cantina.
Allí buscó un rincón discreto y esperó pacientemente a que su amigo reaccionara, cuando lo hizo Alejandro pidió una botella del aguardiente del más fuerte que tuvieran. Llenó su copa, y luego otra y otra... -No ! dijo Tomás, este no es el Alejandro que yo conozco, no voy a dejar que tomes ni una copa más, ahora mismo nos vamos al Ensueño-
Alejandro se levantó tambaleante y dirigiéndose a Tomás le dijo.
-Llévame hasta donde tengo aparcado mi coche.
-No, estás muy bebido, yo te llevaré.
Llegaron al barco y Tomás como pudo ayudó a subir a su amigo, luego lo llevó a su camarote y lo empujó hasta la cama. Acto seguido él salió también y dirigiéndose hasta otro pequeño camarote donde también se tumbó.
A la mañana siguiente Alejandro, se levantó muy mal, él estaba acostumbrado a beber, siempre lo hacía cuando volvían de los azarosos y trabajosos viajes en busca de los  los bancos de peces, porque muchas veces el mar se volvía remiso contra él y no quería hacerle fácil la tarea de llenar las redes de pescados y cuando al fin lo conseguían y volvían a puerto contentos, cansados y salvos,se merecían pasar un rato en la cantina charlando y bebiendo.
Pero hoy era diferente No era solo consecuencia del alcohol, es que su vida desde el día anterior había cambiado, ya nada era igual, todo le parecía diferente, su cabeza le daba vueltas, pero no era solo por la abundante bebida de la noche anterior, también era porque ella se encontraba siempre en su mente, en su corazón, podía dibujar su figura, su cabello, sus grandes ojos negros, su perfecta boca, sentía su corazón latir junto al suyo cuando la abrazaba, notaba su sedosa piel cuando la acariciaba, añoraba la textura y el olor de su cabello y  de su piel, la necesita para respirar para poder echar a andar... sin ella le faltaba el aire, sentía una gran opresión en su corazón. Ya no era el hombre resuelto de apenas 24 horas antes.Ahora se sentía como si él y su barco hubieran entrado en una gran tempestad, y no pudiera gobernarlo ni gobernarse a sí mismo ,notaba que no era dueño de su vida, que a partir de ahora ya todo cambiaría.
Y donde encontrarla? si no sabía nada de ella, pues así como llegó a su vida sin avisar, se marchó, dejando a su paso una gran huella en su corazón, huella que no le serviría para encontrarla . Todo había terminado para él.
.
Así transcurrieron 15 días, saliendo a la mar y volviendo con las redes llenas. luego la tripulación le arrastraba hasta la cantina, allí bebía y  bebía,. Dejó de ser el Capitán de fuerte carácter, decidido, simpático, ahora vagaba como un alma en pena, siempre, taciturno y triste, hasta su forma de vestir cambió, quizá sin proponérselo escogía su ropa en consonancia con su  interior y, solo vestía con viejas camisetas todas de colores tan tristes como él ,dándole aún más una apariencia muy distinta de la que siempre tuvo.
Su mente estaba en otro sitio, durante esos días fueron muchas las muchachas que se le acercaron a él deseosas de intimar,o al menos entablar una conversación o  conseguir una cita,  pero solo conseguían un saludo y una media sonrisa, esto las dejaba  desconcertadas ya que aún cuando sabían que el Capitán era muy solicitado y que él podía escoger a cualquiera que se propusiera, siempre era amable y simpático con todas, pero ahora se volvían desilusionadas hacía los miembros de la tripulación esperando una respuesta a la actitud de Alejandro.
Una mañana mientras se dirigían al puerto Alejandro, dirigiéndose a Tomás le dijo- Tengo que estar solo por un buen tiempo, debo, sopesar serenamente todo lo que me ha ocurrido, he intentado dar con ella, he contratado a un detective, pero con los pocos datos que le he dado dice que será muy dificultoso

 encontrarla, está tratando de averiguar por los datos del yate, pero al parecer este está inscrito a nombre de una compañía-
-Y que has querido decir con que tienes que estar solo?
-Si, lo necesito, quiero que vosotros os quedéis en puerto, arreglar redes, poner al día las tareas administrativas y tomar unas vacaciones.
-Y tu que piensas hacer?



-Hoy mismo salgo en el Ensueño, pienso navegar por unos cuantos días.
-Solo? Yo voy contigo, no quiero que vayas solo.
-Amigo gracias, pero lo que quiero es escapar, navegar sin rumbo hasta que mi espíritu encuentre algo de paz y eso solo lo lograré,estando a solas en mi viejo barco y con mi  amigo el mar,  no te preocupes, estaré bien.
-Alejandro, yo sé que no hay mejor marinero que tú, pero es arriesgado salir tú solo, no tienes el animo de siempre, puedes encontrarte con tormentas, tempestades.
-Tomás. ¿Cuantas tormentas y tempestades no hemos pasados tú y yo juntos? Y aquí estamos.
-De todas formas, puede ocurrirte algo y...
Alejandro lo interrumpió.
-No se hable más, está decidido.
Ese mismo día cargaron el barco de todo lo necesario  y partió con rumbo desconocido.
Toda su tripulación en el muelle le vio partir y mientras el barco se perdía en el horizonte, su preocupación iba creciendo.


Alejandro agarrado al timón de su barco fijaba sus ojos en la inmensidad del mar y como  él se iba abriendo dejándole  paso hacía aquel azul infinito que era la unión del cielo con el mar, y  solo, únicamente acompañado por el ruido del viejo motor y los crujidos del maderamen de la embarcación, Alejandro navegó sin rumbo esperando encontrar un poco de paz para la tormenta de amor y pasión desatada en su corazón
A veces echaba el ancla y se zambullía en el agua, nadando hasta quedar extenuado, otras veces a pulmón se aventuraba por las profundidades marinas y aún no por haberlas visto muchas veces antes, no dejaba de maravillarse de los fondos marinos, buceaba entre extensas praderas de plantas marinas, que parecían verdaderos bosques que guardaban secretos arcanos y maravillosos tesoros de la naturaleza que muy pocas personas habían visto.Otras veces buceaba junto a preciosos peces de multitud de especies,colores y tamaños, en los arrecifes de corales se deslumbraba con tanta belleza y, fue en uno de estos arrecifes donde con su cuchillo arrancó dos preciosos corales. Sentía pena porqué  el mar fuera tan desconocido para la mayoría de los mortales. Pero para él era su amigo, él comprendía al mar, sabía que podía estar sereno y al momento volverse furioso, enredar a cualquiera que se atreviera a retarle en una tremenda tormenta o tempestad, jugar con los barcos como si fueran de papel , pero también después podía volverse manso, amainar y deslumbrar con ocasos sorprendentes o con las tonalidades de los colores del arco iris.



Alejandro se desprendió de la cadena que llevaba al cuello de la cual pendía un diente de un escualo y horadando uno de los corales la insertó y volvió a ponérsela al cuello. Miró detenidamente el otro coral y visualizó el precioso cuello de Victoria, lo había recogido para ella y no pararía hasta verlo colgando sobre su hermoso pecho.
En ese momento decidió que pese a no haber recobrado la paz tenía que volver, que sería  él quién la buscara hasta dar con ella, su vida no tendría otro fin que encontrarla, sabía que pese que ella intentara negarlo lo amaba,. y no podría amar a otro hombre nunca..Y cuando la encontrara  se  completaría ese amor que surgió como un volcán y que se negaba a extinguirse.Y  no podía extinguirse porque se había metido en su corazón y  ahí estaría hasta que él muriera,
Llevaba un par de días sin poder comunicarse, en un momento comenzaría a reparar los sistemas de comunicación. pensó que quizás su amigos estarían preocupados al comprobar que llevaba dos días sin  comunicar con la comandancia dando sus coordenadas.
En esas estaba cuando el viejo motor empezó a sonar con un ruido extraño, también parecía pararse y volver a arrancar, inmediatamente Alejandro bajo a la sala de máquinas y cauteloso se acercó al motor. no llegó a empezar a manipularlo, una fuerte explosión lo desplazó, alzándole después por los aires como un frágil muñeco de trapo, su cuerpo voló y entre las maderas del barco Alejandro inconsciente cayó al mar, su hermoso cuerpo en una pirueta increíble fruto de la explosión, era tragado y arrastrado al fondo de ese mar que tanto amaba. CONTINUARA...

martes, 15 de octubre de 2013

EL MAR TE TRAJO A MI - 4ª PARTE


Tomás la acompañó a la comandancia, después de reportarse, llamo a Rodrigo y este todavía no había llegado a puerto, la avería tardaba más de lo previsto y no se sabía cuando su yate llegaría a puerto. Victoria siempre acompañada por Tomás intentó alquilar un coche pero el pueblo era muy pequeño y no prestaban ese servicio, los últimos autobuses ya habían salido y se encontró atrapada en aquel pueblo que le pareció muy hermoso pero donde no conocía a nadie.
Tomás no sabía qué hacer y le propuso ir a la cantina y preguntar allí si le podían alquilar una habitación a la señorita.
Cuando Victoria entró en la cantina quedó alucinada, en una mesa Alejandro con su tripulación batían palmas y cantaban a voz en grito mientras bebían cervezas de las botellas y por la cantidad de ellas vacías debían de estar cerca de la borrachera.
Todos callaron y se volvieron hacía Alejandro. Él los miro preocupado ya que no había visto entrar a Victoria, cuando se dio la vuelta y la vio, dos sensaciones contradictorias pasaron a  la vez por su mente, alivio de volver a verla y temor de que ella fuera la mujer que él pensaba que no existiría para dar y compartir su amor con él. Por qué quien era él Como una señorita refinada y culta se iba a fijar en ese marinero burdo, medio ignorante y grosero?
Victoria empezó a hablar atropelladamente, estaba más nerviosa por verle que en realidad por la peripecia de verse sola en un pueblo desconocido.
-Bueno, bueno, no hable más no hay quien la entienda, cálmese, tome, beba un poco de cerveza.
Victoria agarro la botella que le ofrecía y se la bebió de un solo trago, después tomó otra de encima de la mesa y se la llevo a la boca pero una mano recia pero a la vez suave tomo su mano y cogiendo la botella la devolvió a la mesa.
-Tranquila, no la va a pasar nada, le propongo que se siente aquí con nosotros y celebremos el buen día de pesca que hemos tenido. Todos los tripulantes del barco miraron al Capitán con asombro.Pero Victoria aceptando el reto se sentó y todos parecieron aceptarla de buen grado. Victoria se adapto rápidamente  a la algarabía de la mesa y al poco parecía una más de la tripulación.
 Alejandro no la quitaba el ojo de encima, podía ver que no se parecía a ninguna otra mujer,  en el barco parecía una señorita de la gran ciudad engreída y pretenciosa  pero aquí gastaba bromas y las recibía como cualquiera de ellos riendo a grandes carcajadas y dando cuenta de la cerveza tan rápido como ellos .
Alejandro empezaba a preocuparse por ella , podía hacerla daño tanto alcohol  la encontraba muy excitada
-Bailemos, es la hora de los boleros creo que eso no relajará.  
Victoria salió a la pista de baile cogida de la mano de Alejandro que tiraba suavemente de ella.
La música fue mágica, empezó a serenarse, pero la proximidad de él sus fuertes brazos rodeándola, su cuerpo pegado al de ella, sus rostros juntos  y luego el susurro de esa  voz  suave, melodiosa, sintiendo su respiración un poco agitada en su cuello, le hacían sentirse débil y no podía ni debía sucumbir ante aquel hombre, debía alejarse o ya nunca nadie la podría separar de él. Esforzándose intentó separarse.
 Pero él volvió a tomarla de la mano y pegándola a su pecho, acerco su boca y comenzó a besar reiterada y suavemente su pelo mientras acaricia su cara y  susurraba a su oído -Que te pasa, es que nunca has estado con un hombre así pegado a tu cuerpo?
-No es eso  Alejandro . Es que la noche es bella y mágica y nos embriaga haciendo que sintamos cosas intensas, hermosas, deseables.
-Pues entonces tu eres más mágica que la noche y, extraordinariamente bella como ella, por qué eso mismo y más me estás haciendo sentir a mí y abrazándola más intensamente pegó su cuerpo al de él y su boca deseosa buscó la de ella.Y ahora si que en el beso había amor, pasión, y ternura a la vez, su boca quería succionar hasta la última partícula del cuerpo y del alma de esa mujer, porque había comprendido que ella había llegado a él, cuando ya no la esperaba.
Y diciendo esto y venciendo el magnetismo que la atraía brutalmente hacía ella la soltó dejándola sola  en medio de la pista.
Su tripulación quedó asombrada cuando le vieron salir como alma que lleva el diablo de la  cantina,
Tomás corrió tras de él, lo alcanzó y vio que pese a lo grande y fuerte que era, en esos momentos se sentía vulnerable, sus ojos estaban húmedos.
-Tomás, ya está aquí… yo pensaba que nunca llegaría, pero de los millones de mujeres que hay en el mundo, tenía que ser ella, alguien inalcanzable para mí, yo soy un pobre marinero poco instruido y ella una reina.
-Alejandro, tú no eres tan poca cosa como ahora me quieres hacer ver, tú vales mucho, eres inteligente tienes tu propio negocio que nadie te ha regalado, desde joven has peleado por llevarlo adelante, y eres el mejor de todos los marineros.De acuerdo, tu nunca has tratado con esa clase de mujeres, pero eres amable con todo el mundo y a cada uno le das su lugar, por tanto a ella le puedes gustar, es más yo creo que le gustas mucho ya y pienso que pese a las posibles diferencias están hechos  el uno para el otro.
-Tomás voy a la cueva de la orquídea ya sabes que me gusta relajarme un rato y allí encuentro paz. Por favor ponme al tanto de lo que hace la señorita Victoria.
Victoria con la ayuda de Tomás rentó una habitación encima de la cantina
Pero el sueño no quería venir, su cuerpo se estremecía cuando recordaba el baile y aquellos besos con Alejandro, no podía dejar de pensar en ello a cada momento. Como su boca rozaba y  besaba suavemente su pelo, como sus fuertes brazos rodeaban con delicadeza su cuerpo, como a través de su blusa sentía la suave caricia de sus manos, como la piel se le erizaba cada vez que el respiraba junto a su cuello y como había deseado más que nada unirse a él y no despegarse nunca más.
Cuando se levantó estaba fatal, se la había pasado la noche dando vueltas y pensando, no podía ser él no era apropiado para ella, de acuerdo que parecía que todo el mundo en el pueblo le quería, en la cantina la habían contado que era bondadoso, hombre de honor, cariñoso con los niños y los ancianos a los cuales les proveía de cuanto necesitaban aun a cambio de quedarse él sin nada, pero ella no se había pasado toda la vida sacrificándose para subir cada vez más alto para ahora unirse a un hombre que no era su igual.
Pero creía que ya era tarde, el amor había entrado en su vida y lo había hecho con tal virulencia que alcanzaba cada uno de sus poros. Pero no! Tenía que ser drástica, huir de ese pueblo, huir de él, de su mirada, de sus casi inapreciables caricias y de sus besos, por qué si la volvía a besar, ya jamás podría amar a nadie.
Salió de la cantina y paseó un rato por las calles de aquel  precioso pueblo, gentes alegres, espontaneas, naturales, como lo era él pensó.
El corazón se le paró. Alejandro estaba delante de ella más guapo que nunca, su camiseta blanca abierta dejando ver un poco su pecho bronceado y parte de su tatuaje, su ojos ahora a la luz dulces, como la miel, su labios carnosos y frescos que le ofrecían una franca sonrisa, su melena brillante y suelta con la que el viento jugaba haciendo aparecer y desaparecer parte de su rostro y luego su forma de vestir un tanto descuidada, pero que a la vez le hacían tan atrayente , pantalones vaqueros  deshilachados metidos dentro de una recias botas..Efectivamente jamás había conocido a un hombre así. Pero no podía desfallecer tenía que salir de allí.dejarle atrás, olvidarle.
Pero Alejandro no se percató del estado de ánimo de ella y sacando sus brazos que tenía en su espalda le puso un ramo de rosas rojas en las suyas.
-Te dije que era un caballero, confieso que me enojaste mucho ayer, pero quiero pedirte que me perdones por cómo me comporte contigo.
Victoria no sabía qué hacer con las flores, estaba muy nerviosa y sus músculos se negaban a moverse ni la dejaban decir nada, por fin mirando una iglesia se le ocurrió decir.
-Te parece que lleve las flores a la virgen patrona de este pueblo.
-Muy bien, dijo Alejandro, muy buena idea, te acompaño.
Entraron en la iglesia y Victoria dejó las flores en la capilla de la Virgen, luego se arrodilló y rezó una corta plegaria mientras sentía los ojos de Alejandro clavados en su espalda.-. Se volvió y le dijo, todavía estás aquí?- Pues si respondió él yo también tenia cosas que preguntarle a Dios, quería preguntarle que va ha pasar con nosotros? Y casi a continuación se sentó junto a ella y la tomo de las manos. Victoria creyó ver que los ojos de él se humedecían
-Pues nada, eso es lo que va ha pasar.
-Victoria yo sé que es muy pronto para decir esto, yo soy el primero que no sé como ha sucedido, pero algo mágico ha pasado, o quizás es el destino el que nos tenía preparado este encuentro.
-No sé de qué me hablas.
-Si lo sabes, deja hablar a tu corazón, lo que nos ha sucedido es tan grande que es imposible que tu no sientas lo mismo que siento yo.
Victoria muy turbada y confusa, trata de poner distancia entre Alejandro y ella.
Pero Alejandro se acerca más y tomándola de los brazos la acercó junto a él y  hace que le mire a los ojos.
-Dime que no lo sientes, mírame a los ojos y dime que no sientes lo mismo que siento yo, no seas cobarde, deja salir por tu boca lo que retienes dentro de ti, lo que está en tu corazón y que ya nunca nos abandonará a ninguno de los dos.
-Bueno, si… desde ayer estoy confusa, siento algo dentro de mí  que me hace pensar en ti, pero…
-Yo sé que no estoy a tu altura, yo soy un humilde pescador, pero soy hombre de palabra y honesto puedo luchar hasta llegar a ser iguales, y piensa no hay fuerza superior que el amor.
-Alejandro. Simplemente esto no puede ser.
Y diciendo esto Victoria se soltó de Alejandro y salió corriendo de la Iglesia. Cuando puso fin a su loca carrera, se encontraba en una playa solitaria.
 Allí  frente a ese mar que le había traído junto a él, tenía que reconocerse a sí misma que estar juntos  la confundía, la turbaba, que un sentimiento muy profundo la hacía soñar con él, se preguntó si era verdad que en el corazón no se manda. Suspiró profundamente y tratando de calmarse, siguió el movimiento de las olas y el sonido de ellas, pero el mar no era precisamente lo que le haría dejar de pensar en él.
Tomás buscó a Alejandro en la cueva de la Orquídea, desde pequeños solían ir allí y pasar muchas horas jugando sin que nadie pudiera dar con ellos, más tarde él dejo de ir pero Alejandro siguió yendo, le gustaba  aquella cueva majestuosa, antiguo observatorio astronómico  de los primeros  pobladores de aquellas tierras. Desde allí y por la boca por donde se abría al cielo entraba el sol durante el día y rompía la oscuridad de la cueva dejando ver la gran belleza que la naturaleza había dejado en ella en el transcurso de los siglos, y en las noches aquel recinto se convertía en algo mágico, la luz de la luna entrando por la apertura abierta al cielo, le daba  una luz, tamizada, irreal, y la envolvía en un halo de misterio.
 -Alejando la señorita se encuentra en el pueblo, al parecer su amigo va a venir a recogerla en helicóptero.
-Tomás, mi corazón está roto, yo no sabía que el amor pudiera entrar así, tan pronto, tú sabes que desde muy joven he estado con muchas mujeres, pero era como un juego, ellas sabían que yo no las tomaba en serio y aún así deseaban estar conmigo, pero ahora es diferente, no sé cómo comportarme con Victoria, no tengo modales y cuando la veo solo quisiera, besarla, abrazarla, tenerla en mis brazos y no separarme nunca de ella.
-Alejandro. Eso es el amor, a ti siempre te ha sido muy fácil tener a cualquier mujer, solo has tenido que mirar a tu alrededor y extender tu mano. Ahora es diferente, estás enamorado y Victoria es igual a ti, tiene carácter y aún cuando yo estoy seguro que también te ama, lucha, pelea, por no rendirse a ese amor.
-Yo sé que no estoy a su altura, pero el amor que yo la ofrezco, nunca nadie se lo podrá dar, sé que estamos predestinados, de otra forma no nos hubiéramos encontrado en medio del mar, el lugar que tanto amo y que a partir de ahora aún  amaré más porque me  trajo a ella
-Pues entonces corre…ve a por ella, no permitas que se vaya de tu lado,
-Sí, no se puede marchar, antes tenemos que hablar...
Alejandro salió de la cueva y anduvo rápido por la playa hasta alcanzar su coche .Al llegar al pueblo y mientras lo aparcaba vio a Victoria que se disponía a cruzar una calle, vio con espanto como un coche entraba a gran velocidad a la calle y ponía en peligro a Victoria, corrió, como nunca lo había hecho, su corazón se aceleró y su cabeza parecía que le fuera a estallar, llegó justo cuando el coche iba a alcanzarla, la empujó y la retuvo con sus fuertes brazos.
-Imbécil. Tienes que conducir con más cuidado, por poco atropellas a la señorita.
Y diciendo esto se puso delante de Victoria y empujó hacia atrás al conductor que ya había salido del coche y se dirigía a ellos
.Este se volvió hacía otro hombre que venía con él y lanzándole las llaves le dijo displicentemente,-Yo llevaré a la señorita hasta el helicóptero luego tú coges el coche y regresas a casa-
Al momento Alejandro comprendió que aquel  hombre era el del yate donde Victoria se encontraba cuando subió a su barco.
-No tengo que darle cuentas de cómo conduzco, vengo a recoger a esta señorita.
-Pues, que quería recogerla con cuchara?
-Cállate! Tú no eres nadie
Rodrigo se fue hacía Alejandro con ánimo de entablar una pelea, pero Victoria se interpuso entre los dos hombres
-Él es el Capitán del barco que me trajo a puerto, dijo Victoria.
-Ah, el pescador que no quiso remolcar mi barco… bueno no soy rencoroso.
Y ostentosamente saco su billetero y saco una considerable cantidad de dinero.
Victoria le miro con preocupación, que hacía Rodrigo, no pretendería darle ese dinero a Alejandro?.
-Toma cógelo, por traer a la señorita
Alejandro no se inmutó, delante de Victoria, no quería demostrar lo brusco que podía ser con aquel imbécil.
-Tómalo, a fin de cuentas no eres más que un pobre pescador y no sabias quién soy yo.
-Si lo sé, usted es un payaso que se cree que todo se compra con dinero y hay cosas que tienen mucho valor pero no se pueden comprar.
Y volviéndose hacía Victoria.
-Y con este hombre es con quien tú te quieres marchar, Crees de verdad que esta clase de hombres son tus iguales? Por qué tienen dinero? Los que van por la vida pensando que todo se puede comprar?. Desgraciada la persona que crea que se puede comprar el amor, en el corazón no se manda.
-Pero que dice este tío? De que está hablando, no estará insinuando que está enamorado de ti?
-No lo estoy insinuando, lo estoy afirmando, amo a esta mujer con toda mi alma y con cada poro de mi cuerpo, le pertenezco y ella me pertenece a mí, soy suyo y ella es mía.
Victoria escuchaba las palabras de él aturdida, también quería que él le perteneciera y ella pertenecerle, para siempre.Rodrigo la sacó de sus pensamientos.
-Vamos, el helicóptero nos espera y cogiéndola de la mano tiró de ella con fuerza y la introdujo  en el coche. Victoria se dejó arrastrar por Rodrigo y se negó a mirar hacía atrás, ya estaba hecho,Rodrigo al casi obligarla a subir al coche había decidido por ella lo que hacer.

Alejandro quedó allí impotente, abatido, frustrado, sintiendo un dolor lacerante, viendo como la mujer que amaba se alejaba de él  y nunca volvería a verla.    CONTINUARA... 

domingo, 13 de octubre de 2013

EL MAR ME TRAJO A MÍ -3ª PARTE

- Como ya le he dicho yo soy el Capitán, Alejandro Celaya. Se está mareando señorita?

A Victoria le llego un mareo que la hizo tambalear y por muy poco no cae, como pudo alargó los brazos y se agarro a lo primero que encontró, cuál no sería su sorpresa cuando aún muy mareada notó que unos fuertes brazos la envolvía y evitaban que se cayera, luego esos mismos brazos la izaron y la transportaban hasta un lecho.

-Se encuentra bien señorita?

Victoria no podía ni responder, sentía unas intensas arcadas pero delante de ese hombre no quería parecer débil, pese a encontrarse mal todavía sentía el contacto de su piel y el pulso se le aceleraba cada vez más, no quería abrir los ojos estaba mareada, pero no quería marearse más viendo esos ojos y esa boca que se encontraban muy cerca de ella ya que había sentido su respiración muy cerca.
No, no, esto no puede ser, no me puede pasar, este hombre no puede ser él, él no es, pero entonces que es lo que estoy sintiendo? Jamás la presencia de un hombre me había alterado así. Se obligó a abrir los ojos y efectivamente él se encontraba sentado al borde de la cama del camarote inclinada la cabeza sobre ella,

-Se le pasó?

Victoria asintió e intentó levantarse, rápido él la tomo por las manos y tirando de ella hacía él la ayudo a sentarse en la cama. Sus cuerpos y caras habían quedado muy juntos, por un momento pareciera que se iban a fundir en un beso. Ágilmente él se incorporó alejándose así de ella. Había  sentido un impulso tremendo de besarla, ¿Que le pasaba porqué esa mujer le descontrolaba?, nunca antes  había sentido nada así por una mujer.

-Señorita, si ya se encuentra bien, debo volver a mis faenas, que aquí son lo principal.

Y diciendo esto, salió del camarote dejando a Victoria sola. Esperó a estar un poco más aliviada y salió a cubierta. Allí todos los hombres se afanaban en distintos menesteres, buscó al Capitán y no lo pudo encontrar .De pronto se dio de bruces con él, se asustó y por poco pierde pie y se cae.

-Mire señorita no quiero ser grosero, pero está siendo un estorbo, quítese de en medio y déjenos  trabajar
.
-Creo que ya va siendo hora de que deje de llamarme señorita, me llamo Victoria.

-No estoy para protocolos.

-Bueno llámeme como quiera pero yo le llamaré Alejandro.

-Si lo que quiera, pero déjeme en paz y no moleste o la próxima vez la echo al agua

Victoria quedó petrificada, nadie la había hablado así, que se creía ese patán, desconcertada procuró entretenerse sin molestar a los que estaban trabajando.

-Capitán, Capitán, las redes están llenas, pero creo que se han quedado enganchadas en algo ahí abajo
.
-Parad las maquinas voy a bajar a intentar desengancharlas.

-Pero es muy peligroso, todo está muy oscuro y la inmersión la tienes que hacer a pulmón libre.

-No podemos permitir perder dos días de pesca.

Y  tomando un cuchillo en su mano se lanzo al agua en un salto perfecto desde una altura aproximadamente de dos pisos.

Todos corrieron a la borda por donde el Capitán acababa de desaparecer, Victoria fue la primera en llegar.

,-Como le han dejado tirarse solo.

-Mire señorita si alguien sabe y comprende el mar es él y ninguno de nosotros cuestionamos sus ordenes, él es nuestro hermano jamás querríamos que se expusiese a ningún peligro, pero él sabe lo que hace.

Victoria estaba tan nerviosa que había olvidado el mareo y paseaba de un lado a otro del barco, el momento se le estaba haciendo eterno, no podía con sus nervios, pensaba que era imposible que aguantara tanto sin respirar.

-Por favor hagan algo, ya ha pasado mucho rato, tírense ustedes a por él, o va a morir.

Ya se disponían a tirarse dos de los hombres cuando la cabeza del Capitán emergió de entre las aguas,

 Victoria suspiro aliviada y se fue para un rincón. Desde allí lo vio subir, su melena se había soltado del recogido en la nuca y el pelo mojado y revuelto se le pegaba a su cara pronunciando así sus labios carnosos y sus preciosos ojos de grandes pestañas, su cuerpo mojado brillaba ligeramente por el reflejo de las últimas luces del día y no había hombre que se le pudiera comparar.

-Ya se soltó la red, arríenla y prepárense todos para tomar la gran cantidad de pescado que hemos cogido. El recorrió con su mirada todo el barco hasta dar con los de Victoria. Giró y volvió a desaparecer de la vista de ella.

Solo un breve momento pasó cuando ya estaba junto a ella llevando en sus manos un chaleco salvavidas.

-Tome póngase esto, no quiero problemas.

-Es usted un patán, he intentado ser amable, me he presentado pero usted no para de molestarme.

-Señorita. perdón Victoria, esto no es un crucero, es un barco inestable, usted para mí es un peso muerto, pero no quiero que la pase nada.

-Vaya peso muerto, pero se preocupa usted por mí.

-Yo soy franco, siempre digo la  verdad, usted me preocupa, pero más me preocupan los trámites y papeles que tendría que rellenar si la ocurre algo
.
-Usted goza con molestarme.

-Le digo la verdad?  Sí, es una señorita creída que viene de la ciudad y se cree más que los demás, es igual que su amiguito del yate
.
-Grosero, patán, palurdo engreído, no sabe tratar a las mujeres.

Y sin poderse contener Victoria alzó la mano para propinarle una bofetada, pero él ágilmente agarró el brazo de ella  y acercándo el cuerpo de ella al de él, mientras con un brazo la rodeaba, con el otro la separo suavemente el pelo que en ese momento por motivo del viento tapaba parte de su cara y acercando sus labios a los de ella la dio un intenso y ansioso beso, al cual Victoria no pudo contenerse y  respondió igualmente,  Alejandro se separo de ella y la dijo.

-Señorita, yo soy un caballero,pero con las damas.

-Y ahora se pone el salvavidas o directamente la tiro al agua?

Alejandro se retiro sonriendo, que bonita era la condenada pero que mal genio tenia y que respondona. No sabía por qué la había besado, además desde que la vio subir su genio cambió para mal, las mujeres dan mala suerte en los barcos, eso solían contar los pescadores más viejos.
Victoria pasó el resto de la travesía sola en un rincón, pensando en Alejandro, no le volvería a llamar más Capitán, esa era mucha categoría para ese imbécil. Y el beso más valía olvidarlo. Pero podría?
Por fin llegaron a puerto. Alejandro busco a Victoria.

-Ah, estaba aquí, ya hemos llegado ya puede bajar a tierra

-Pero, aquí no conozco a nadie.

-Perfecto, Tomás acompaña a la señorita a la comandancia de Marina a que se reporte y sepan donde se encuentra, yo me voy para la cantina.Y sin despedirse la dio la espalda y se marchó
.
Grosero, más que grosero, pensaba Victoria, en su vida jamás un hombre la había tratado así, bueno por fin dejaría de soportarlo pronto, volvería a casa,

viernes, 11 de octubre de 2013

EL MAR TE TRAJO A MI - 2ª PARTE

Alejandro, daba órdenes, iba y venía por todo el barco, su tripulación que le adoraba las seguía sin dudar, sabían que él era el mejor, el mejor de los capitanes, su barco, su tripulación y la mar eran su vida, desde pequeño estaba entregado a su barco y a su mar, conocía las señales que el mar le enviaba, sabía dónde estaba la pesca sin necesidad de los modernos y sofisticados aparatos tecnológicos que otros barcos necesitaban, su comunión con el mar era tal que parecía que le hablaba, le contaba cuando y donde se encontraría con un banco de peces, cuando estaría en calma o cuando rompería la paz y se embravecería, conocía los mil tonos diferentes que pueden presentar su aguas y sabía leer en ellas lo que nadie más podía. Pero conociéndolo tan bien, sabía que tenía que tenerle mucho respeto. Y él le amaba y le respetaba.
Su vida no había sido fácil; las enseñanza de su padre nunca las olvidaba, él decía que hay que dar para recibir, que tenía que ser un hombre de palabra, que la verdad nos hace libres y  siempre, siempre, pensara  antes en los demás que en él mismo.
Podía decirse de él que era un hombre, bueno, muy inteligente pero no demasiado instruido, nunca pudo llegar a la universidad ya que su madre había muerto cuando él era muy pequeño y su querido padre cuando él era adolescente el mar se lo llevo,  huérfano y teniéndose que hacer cargo a tan temprana edad de aquel viejo barco, 
 barco que le daba su sustento y le cobijaba ya que no tenía ni quería más casa que su viejo barco  “El Ensueño”.
Para afrontar la muerte de su padre y superar las adversidades siendo tan joven, se había basado en las muchas veces que acompañaba y ayudaba a su padre en la salidas a pescar en el viejo barco;  todo se lo enseñó él , con él aprendió lo que luego le serviría para hacerse cargo del barco y ser su capitán. Veneraba la memoria de su padre y aún ahora, muchas veces se retiraba a la cueva de la Orquídea y hablaba con él pidiéndole consejo, 
No tenía familia, solo su tripulación lo era, eran más que hermanos;  se conocían desde chiquillos y  en ellos se hacia la frase de  Los Tres Mosqueteros de “Uno para todos y todos para uno”.
Todo el pueblo lo adoraba y él sentía por aquella gente el mismo cariño que recibía de ellos, se podía ver su coche lleno de niños, llevándoles a comprar golosinas o juguetes y siempre colaboraba con el sacerdote del pueblo; ni un mes faltaba su parte del salario para obras sociales y siempre con la promesa del cura de no decir quién colaboraba con su aportación
Alejandro, estaba hecho a la vida dura del mar y sus modales no eran demasiado refinados, no porque no fuera sensible, solo eran sus circunstancias, las de enfrentarse a diario al mar y a las tarea de un barco de pesca, que dejaban poco tiempo para sutilezas.
Jamás pensaba en una mujer ni mucho menos con el amor, cuando bajaba del barco, las mujeres de los lugares donde fondeaban ya conocían  El Ensueño y todas soñaban con su capitán, pero él respondiendo a veces a los comentarios de su tripulación sobre las mujeres les decía que no creía que hubiera ninguna mujer para él, que ya hacía tiempo se había hecho a la idea que nunca la encontraría, por eso había cerrado su corazón a esta idea y si algún día se casara le daría igual con quien lo hiciera ya que el amor hacia cualquiera de las mujeres que con las que pudiera casarse sería limitado.
 En todo caso si algún día lo hacía  sería por tener hijos, ya que eso si le haría feliz de verdad, y luego añadía - pero eso  en todo caso será dentro de muchos años -
Rodrigo se había quitado su chaqueta de lino azul cobalto quedándose en mangas de camisa, el champán seguía reposando en la cubeta de hielo y el precioso ramo de flores que unas horas antes le había entregado a Victoria junto con un beso que quiso rozar sus labios y que ella rechazó ladeando la cabeza, estaban caídas por el suelo y empezaban a languidecer. Rodrigo se metió a la cabina y frenético empezó a pulsar botones y a teclear como un loco en todos los instrumentos del yate.
Victoria en principio había sospechado que era una treta de él  para parar el barco  y prolongar la cita con ella, pero ahora viéndole descompuesto ya se daba cuenta que efectivamente el sistema eléctrico  estaba estropeado y que estaban en medio del mar, con un barco que no funcionaba y sin poder comunicarse para pedir que los rescataran.
-Mi Capitán, a babor hay un yate, desde allí nos hacen señales de emergencia.
-Gira todo a babor y acércate despacio, estar prevenidos, no sabemos quiénes pueden ser.
El Ensueño se acerco al yate
Rodrigo de una manera un tanto altanera  pidió hablar con el Capitán.
-Lo sentimos pero en este momento no le puede atender, podemos ayudarle en algo?
-Dígale, que soy Rodrigo Castro, puedo pagarle lo que pida, pero que me remolque hasta el puerto más cercano.
-Ahora vuelvo.
-Dice mi Capitán, que se guarde su dinero, que hay cosas que no se pueden comprar con él, y que  los podemos llevar muy gustosos a puerto en nuestro barco ya que es cortesía y deber en el mar.
Victoria no pudo evitar una sonrisa, a Rodrigo le había bajado los humos el Capitán de ese modesto barco.
-Yo viajar en ese mugroso barco? Ni pensarlo.
-Pues puede quedarse en su yate esperando, ya hemos dado advertencia a la comandancia de Marina y dentro de una horas estarán aquí. Ellos tienen ya sus coordenadas.
Victoria no pudo más y saltó como un rayo.
-Por favor dígale a su Capitán si me pueden llevar a mí a puerto.
-Por supuesto señorita, pero nosotros antes tenemos que recoger las redes que están llenas de pesca y después tenemos que descargar en el puerto de Alzaga.
-No importa todo menos estar en alta mar esperando más horas.
-No Victoria no subas a ese barco, en el yate estarás mucho mejor, tienes todas las comodidades.
-No importa, por favor me pueden izar?-
Victoria vio como el barco se ponía en marcha y como el yate de Rodrigo se iba quedando cada vez más lejos. Empezó a marearse, era verdad que ese barco no era como el de Rodrigo, parecía una hoja a merced de las olas
 Y sin darse cuenta en voz alta se pregunto cuál de esos cuatro hombres que la miraban con respeto pero admirados sería el Capitán.
Detrás de ella sonó una voz varonil pero muy cálida,- Señorita el Capitán soy yo -
Se dio la vuelta y ante ella apareció el hombre más bello que jamás había visto, solo llevaba puestos los pantalones y su cuerpo era como cincelado a mano, junto a su hombro llevaba un tatuaje, el pelo largo y rubio lo llevaba descuidadamente recogido en una cola en la nuca, sus ojos color miel eran grandes y hermosos con espesas pestañas y sus labios frescos, perfectos y carnosos.
Victoria quedó impresionada no sabía por qué ese hombre le había impactado tanto sería por qué, había esperado ver a un Capitán más viejo, más maduro, pero este era   joven y bello y parecía controlar perfectamente su barco.

LA AUTORA

LA AUTORA