martes, 14 de julio de 2009

¡COGE EL DINERO Y CORRE..!.


Manolo ya circulaba por la ciudad con su coche. Había hecho algunos cambios, los asientos de atrás, los "dio pasaporte" para tener mas espacio para los posibles portes que tuviera que hacer, también en plan casero tintó los cristales de la parte trasera, porqué no quería exponerse a que la mercancía fuera expuesta a ojos ajenos.
Ya se había estrenado en su nueva faceta. Jocelys la boliviana de la casa patera del piso segundo, salio tarifando con Yeresis y Lomaris y con cuarenta más de los que poblaban el citado piso y no tuvo mas solución que mover el culo hacía otros lares.
Por eso había requerido los servicios de Manolo para transportar unos cuantos trastos que a los ojos de Manolo su valor material no se correspondía ni con la tarifa que le iba a cobrar por trasportalos. Pero cada cual es libre de gastar su dinero como quiera.

Después de este porte se decidió a pasar por los estacionamiento de grandes superficies de bricolaje o de muebles. Rondaba por allí intentando que los transportistas legales no repararan mucho en él.
Parecía que se le presentaba una oportunidad, estaba haciendo la rosca e intentando convencer de que sus tarifas de precios eran muy bajas a un ciudano chino ( o coreano o filipino, bueno con los ojos tipo chino)
-Tu decir ir al barrio Caudete, yo te cobro 60 €
El chino , que no sabemos si es chino, pero al parecer no era tonto le decía a Manolo.
-Tu quelelme robal, sel mu caro. Yo il a otlo.
-¡No! dijo Manolo inmediatamente, yo rebajar a 50€
-45¡ dijo el chino.
A Manolo no le dio tiempo a responder, cuando se vio rodeado por unos cinco hombre mal encarados (nunca mejor dicho ¡que feos!) y con muy malas intenciones, alguno llevaban llaves inglesas en su mano e incluso uno llevaba una especie de garrote.
A unos centímetro de la cara de Manolo, empezaron a empujarle usando su cuerpo como si de una estera o saco se tratara
.A la vez que le sacudían cada uno le soltaba por su bocaza llena de espuma ¡ Tu no te comes el pan de mis hijos! y Zassss.. ¡Aqui no hay sitio para chorizos! y otra vez Zassss...y así hasta que Manolo como pudo y en posición gatuna pudo levantarse y salir entre las piernas de esos energúmenos.
-Cuando intentaba alejarse se fijó en el chino y Manolo juraría que al chino se le habían puesto los ojos redondos.
A lo lejos Manolo escucho una voz que le decía...¿ Entolces tu llevalme o no?
-¡Maldito chino!
Como esto de las grandes superficies no le había salido bien ,Manolo, tramo otra forma de sacar provecho .Se acercaría al Aeropuerto, sabía que allí en horas de llegada de muchos aviones, los clientes nunca faltaban.
Al llegar al Aeropuerto, dio varias vueltas para reconocer el terreno y procurar que no le pasara lo mismo que en las puertas de los grandes almacenes.
Giro y giro varias veces y muy cauto ( dicen que gato escaldado del agua caliente huye) aparcó su coche en una aparcamiento de inválidos (por supuesto que ya tenia tarjeta falsificada) y espero.
Después de aproximadamente 45 minutos empezó a salir un montón de gente que derechita iba a la parada de taxi.
Manolo se desesperaba pues mientras la cola para coger un taxi no paraba de crecer él todavía no había visto acercarse a un incauto cerca de su coche.
De repente vio como una figura de un "guiri" se iba acercando hacía donde estaba él, pero cuanto mas se acercaba menos lo veía como posible cliente.
Desaliñado, con barba de 3 días, sucio y dando tumbos, francamente un cliente de taxi no parecía.
Al llegar a la altura de Manolo se paro y mascullando cosas en un idioma que bien podía ser inglés, metió la mano en el bolsillo de su raída chaqueta y sacó un montón de billetes.
Al principio a Manolo creyó que serian billetes falsos, de esos que valen para jugar al Monopoly o a cualquier otro juego. Pero no obstante decidió salir del coche y acercarse al fulano.
Cual no fue su sorpresa cuando agarro el primer billete y comprobó que era autentico.
A partir de ahí todo fue una locura el "guiri" borracho no paraba de tirar billetes y billetes, la gente empezó a venir y a empujar y pelearse por cogerlos.
Pero Manolo había llegado antes y sus manos sus bolsillos y por dentro de su ropa rebosaban los billetes.
Toda la gente se había marchado ya, pero Manolo seguía persiguiendo los últimos billetes que el viento traía y llevaba. El "Guiri"más borracho que una cuba, cayó al suelo rodando por el pavimento junto con el último dinero que le quedaba.
Ya Manolo estaba pensando en el cuento de la lechera, quizás pueda dar una entrada para un piso y el Nene pueda estar otra vez con nosotros o al menos podamos alquilar un piso que reuna las condiciones donde el peso del Nene no sea una cruz.
La codicia de Manolo le perdió, mientras las demás personas se habían limitado a coger unos cuantos billetes y salir "pitando" él quería más y más y ¿Que paso? pues que debido al revuelo que se había formado alguien había llamado a la policía.
La Policía llegó precedida por un gran escandalo de sirenas, pillando a Manolo "in fraganti"con las manos y todo su cuerpo relleno de billetes.
Así que el "guiri" y Manolo a comisaria, los billetes confiscados y los sueños de Manolo rotos ( como el cuento de la Lechera)
Menos mal que esta vez la policía dio por buena la versión de Manolo cuando dijo que él estaba ayudando al pobre hombre para que la gente no se aprovechara.
La policía dejo al "Guiri" en manos de un empleado de la embajada y a Manolo le dejaron libre.
De camino otra vez al aeropuerto para recoger su coche Manolo pensaba el que pierde una oportunidad gana una lección. Y la lección es "COGE EL DINERO Y CORRE...

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LA AUTORA

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